Llamas azules [AmaimonxRin]

Capítulo cinco: Regresión

"No lo entiendo"

Después de haber consolado a Rin, este se había marchado ignorándolo completamente. Aunque fuese a buscarlo a su habitación e intentara entrar haciendo uso de su llave, siempre terminaban corriéndolo de la peor manera. Después de cada intento, el chico se ponía más irritado y lo echaba de formas más agresivas.

Como en esa ocasión, casi incendiaba la habitación en un arranque de rabia y terminó rompiendo una lámpara. Si a Amaimon no le pareciera un comportamiento intrigante o interesante, seguramente la ira hubiese nublado su juicio por semejante trato.

Llegó al cuarto que le pertenecía y se dejó caer sobre la cama. No pasó mucho tiempo observando el techo antes de sacar de su bolsillo la llave infinita que su hermano mayor, el rey espacio-tiempo, le dio para ser capaz de ingresar a la Academia. Tampoco demoró mucho para verse en la alcoba de Samael.

Su hermano no se hallaba en esta, quizá salió por algún asunto de suma importancia. Lo primero que hizo fue encaminarse hasta la pared de la oficina, y comenzar a revisar los libros de la biblioteca que tenía Mephisto. Se estaba aburriendo, Rin se negaba a hacerle caso y de insistir demasiado terminarían causando demasiado revuelo.

Samael fue claro con su orden. Debía quedarse en la mansión y abstenerse a provocar destrozos o irse de turista. No lo quería en su oficina ni en su habitación. Sin embargo, no veía nada de malo en tomar algo prestado sin decirle, no tenía porque enterarse de todos modos.

Justo cuando él abandonó el sitio, el demonio de cabellos morados se presentó en su recamara. Sólo debía recoger unos documentos y tendría que retirarse nuevamente, sin embargo, antes de marcharse notó cierta ausencia.

— ¿¡Dónde está mi manga!?

Matar el tiempo leyendo algo humano podría no haber sido su mejor opción, pero debería bastar por el momento. Su mirada recayó ante la portada de tonos suaves y título escrito en hiragana. Si hubiese examinado mejor aquel manga, se habría dado cuenta de que la trama era BL.

En lo personal, no le tomó importancia. Quizá fuese para bien o para mal pero, que ese tipo de relaciones fuesen juzgadas y mal vistas por algunos humanos, era lo que menos les interesaba a los demonios.

"Sus nombres no son japoneses..."

Tal vez su estadía en Japón aún era breve, no obstante, esos detalles eran fáciles de tomar en cuenta. Cada viñeta que pasaba, le explicaba de forma sencilla una trama compleja para su entendimiento. Siendo un demonio, los sentimientos y costumbres humanas eran ajenas a él.

Comparar algunas cosas con su situación con Rin fue inevitable. Inconscientemente procedió a morderse la uña del dedo pulgar. No conocía mucho a su hermanito, pero intuía que el chico no era un idiota, sino que simplemente tenía problemas para prestar atención.

Se llevó otra piruleta a la boca y la movió de a un lado a otro, nuevamente se topaba con palabras que no comprendía. Pero era debido a tratarse de términos extranjeros. ¿Si intentaba algo del manga, daría resultado con Rin?

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«No creo poder caer más bajo...»

Dio un pesado suspiro cuando notó que comenzaba a llover, el repiquetear de las gotas de lluvia contra el cristal se tornaba molesto y repetitivo. El cielo estaba obscuro debido a las nubes grises que bloqueaban el sol, el viento se ponía agresivo. Todos los ingredientes para una tormenta estaban listos.