Capítulo trece: Cena familiar.

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Los habían expulsado... ¡Los habían expulsado! La escuela no daba crédito a lo que veía, puesto que esos dos estaban desalojando sus casilleros siendo reñidos por sus padres. ¿Gracias a quién? Eso no les importaba.

— ¿Crees que fue lo correcto? — susurró Lucifer.

Rin, poco después de haber escuchado aquel recado, había ingresado a la academia. Con poner un solo pie dentro del instituto, además de notar que todo mundo parecía comportarse como si tuviesen un peso menos, no faltó quién le saludara feliz de la vida o le pidiera disculpa e intentase hacer las paces con él.

— ¡Rin!

El muchacho se detuvo al ver a Shiemi junto con los demás

— Rin...

— Los que te molestaban fueron expulsados — comentó Shima, sonriendo.

— No es que me preocupe por ti — comenzó a hablar Izumo — Pero por lo menos ya no volverán a molestarte.

— Sí, después de clases ¿Quieres que vayamos de paseo todos juntos? — dijo la rubia del grupo, emocionada — ¡Podríamos ir a la ciudad a comer Sukiyaki!

Rin miró a verles, y les sonrió sutilmente, cosa que los demás Exwire tomaron como una adelantada afirmación al hecho de que iría con ellos, por lo que igual sonrieron.

Sin embargo, hubo algo que no fueron capaces de notar, algo que solamente quien conociera mejor al chico habría podido ver a través de la fachada que estaba mostrándoles.

«Lo siento. No puedo ir, el payaso del director me pidió que fuera a su oficina después del curso»

— ¿El director? — mencionó Izumo, frunciendo las cejas — "¿Por qué el director...?"

— Oh, está bien — dijo Shiemi — Entonces, ¡Podemos ir el fin de semana!

Antes de que Rin escribir una respuesta, los profesores les hicieron pasar a sus respectivos salones. Quizá eso fue lo mejor, de lo contrario, la sonrisa en blanco en el rostro del Okumura habría quedado en evidencia.

No quería hacer caso, o ponerle mucha atención a aquel terrible hecho, pero por un segundo...por un segundo se vio tentado a aceptar y aprovechar aquella situación para descubrir los miedos, secretos y anhelos de sus compañeros para intentar manipularlos.

— Tal vez — murmuró Amaimon

Ambos se encontraban sobre las ramas más altas de uno de los árboles de Sakura que adornaban el lugar. La gente común no podía verles ¿Realmente estarían haciendo lo correcto?

— Después de todo, no tenemos opción — dijo Lucifer.

En un principio, simplemente se habían planteado expulsar a esos dos a como diese lugar, en los primeros tres días lograron localizar quiénes eran. ¿Por qué no los incriminaron de una vez con aquellas drogas? En Japón no era tan fácil conseguirlas, pero tenían una llave infinita para viajar a dónde sea, así que ¿Por qué no lo hicieron desde un principio? El primer motivo no era muy difícil de suponer.

Querían vengarse. Deseaban vengarse de la peor manera con aquellos que se habían burlado y ridiculizado tan cruelmente al Okumura, a tal grado, que decidieron regresarles el cruel favor de la peor forma posible. Y vaya que lo lograron. Sino mal sabían, los humanos manejaban algo llamado "internet", el cual haría que el ridículo que esos dos sufrieron perdurara por bastante tiempo.

En términos más sádicos, aunque en primer lugar planearon todo eso para hacerles probar la humillación, tal cuadro de burla si llegaba a términos extremos tenían la remota posibilidad de que recurrieran al suicidio. Si eso pasaba, no habría forma de culparlos de sus muertes, por lo que Samael no tendría problemas pues esos jóvenes ya no formaban parte de la Academia Verdadera cruz.

Llamas azules [AmaimonxRin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora