Matías volvió a la habitación, encendió la calefacción y luego se sentó a mi lado. Yo estaba pasmada mirándolo, disfrutando de la belleza de hombre que estaba frente de mí. Podía imaginarlo para siempre conmigo, compartiendo aquella habitación, aquella cama sobre la cual yo estaba sentada en ese momento.
Matías se sentó junto a mí y tomó mis manos. No sabía lo que iba a pasar y la incertidumbre me estaba matando por dentro. Había esperado tanto para estar así con él, que mi corazón estaba a punto de estallar de felicidad. Pero no quería seguir esperando, las ansias me estaban quemando por dentro: quería abrazarlo, sentir que era mío al fin, mío más que nunca, aunque eso durara una sola noche. Mis manos temblorosas y frías aprisionaron las suyas para asegurarme de que esto era real y que nadie iba a impedir que estuviese con él.
En un arranque de locura, me negué a seguir esperando y me lancé sobre él para besarlo. Él respondió a mi beso, dejándome sentir sobre mis labios el cálido contacto de los suyos, sentir su boca adueñándose de la mía, era una sensación que me llenaba de éxtasis. No quería separarme de él y no tenía que hacerlo tampoco. Mi cuerpo reaccionaba, se estremecía bajo el contacto de su piel.
Solté sus manos y llevé las mías a su cabello, dejando que mis dedos se enredaran en ellos. Su brazo rodeó mi espalda y me acercó más a él, dejando mi pecho pegado al suyo. Su mano bajó a mi cintura, mientras el beso me dejaba sin aliento. Todo mi cuerpo lo anhelaba, mientras me besaba cada vez con mayor intensidad.
De pronto Matías se separó de mí.
―¿Qué pasa? ―reproché.
―No pasa nada, solo que... Catalina, yo no quiero presionarte para ir rápido en esto. No solo te estoy dando una oportunidad a ti, si no también me doy yo mismo una oportunidad, pero necesitaré algo de tiempo para estar completamente bien. Lo que menos quiero en este mundo es hacerte daño.
―Matías, te necesito. Yo no quiero pensar ahora en lo que va a ocurrir mañana o pasado. Quiero que hoy estemos juntos, que nadie ni nada nos limite a tener una hermosa noche juntos. He esperado tanto tiempo por esto...
―Lo sé.
―Ahora si tú sientes que no puedes por el recuerdo de tu esposa, yo entenderé.
―Tranquila, no es eso, solo que... tenemos toda la noche y tú pareces estar muy ansiosa.
―Lo siento, de verdad ―comento, avergonzada.
―No pasa nada, solo quiero hacer esto con calma, no quiero que pienses que me estoy aprovechando de ti o algo por el estilo, porque definitivamente no es eso.
―Si así lo fuera, estoy segura de que valdría la pena tenerte una noche, que nunca haberte tenido. Aunque obviamente me gustaría que esto durara mucho más.
―Durará, lo sé. Veo en tus ojos el amor que sientes, todo tu cuerpo me dice lo mucho que me deseas y yo, lo único que quiero es poder amarte de la misma forma que lo haces tú, porque te lo mereces, porque me has hecho recordar que el fuego no se ha apagado en mí, que aún puedo inspirar sentimientos, que aún puedo darme otra oportunidad de vivir feliz y quiero que sea a tu lado. Pero insisto, no estoy seguro de poder hacerlo. Sin embargo, te prometo, con todas mis fuerzas, al menos intentarlo.
―Con que lo intentes, ya me haces muy feliz ―afirmo.
Matías sonrió y luego me dio un tierno beso en los labios. Me pidió que me pusiera cómoda mientras él iba a buscar algo para beber.
Volvió con dos copas y una botella de champaña. Hicimos un pequeño brindis y luego comenzamos a conversar, a recordar las locuras que yo había hecho por él. Me comentó lo enojado que estaba cuando le dediqué la canción y me mostró el peluche que yo le había regalado. Él lo tenía en su armario. Con cada uno de los detalles que él recordaba yo me sonrojaba y sentía una profunda vergüenza.
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Hasta que me olvide de ti #2
ChickLitSecuela del libro "Hasta que te enamores de mí" Alto: No leas esta historia si no has leído el primer libro. ******* Queda prohibida su copia o adaptación. ******* Sinopsis: Tras renunciar a Ryts, Catalina decide tomarse un tiempo para pensar, dej...