Mi corazón comienza a acelerarse, siento que mis manos empiezan a sudar frío y tengo miedo. Ahora creo que he sido muy tonta por no dejar que Matías me viniera a buscar antes, siempre hago todo mal.
Me volteo y comienzo a caminar hacia mi casa lo más rápido que puedo ignorando a hombre que me ha hablado, no tiene cara de querer preguntar la hora. Tras de mí, siento pasos, me está siguiendo. Me volteo levemente y veo que ya no está solo viene con otro hombre más, ambos me hablan, pero tengo tanto miedo que no logro distinguir lo que dicen.
Decido correr, mi casa está cerca y con algo de suerte los puedo perder, sin embargo, mis intenciones se ven frustradas por otro chico que me detiene.
―¿A dónde crees que vas? ―dice tomándome de la cintura.
―Ayuda ―grito desesperadamente, pero las calles están vacías, solo están aquellos hombres cerca de mí.
Uno de ellos me tapa la boca y no me permite gritar. Siento pánico. Ellos revisan mi bolso, sacan mi celular y el dinero.
―Ya, vámonos ―dice uno.
―Pero con ella, nos podemos entretener un rato ―agrega el otro.
―No es mala idea.
Discuten entre ellos sobre qué hacer conmigo, yo siento que me voy a desmayar, mis lágrimas caen y trato de sacar fuerzas de donde no tengo y le muerdo la mano al tipo que tapa mi boca, trato de pegarle un codazo para que me suelte y luego de eso logro zafarme.
―Auxilio, alguien que me ayude ―grito de inmediato y nuevamente me atrapan, me tiran del cabello y me tapan la boca nuevamente.
―Esto es para que aprendas a quedarte callada ―dice uno de ellos. Todos están enojados.
Saca un cuchillo y me lo entierra en el estómago. Comienzo a perder sangre Otro de ellos me da un golpe en la cara y caigo desmayada del dolor.
Al despertar, el dolor aún está latente. Veo a mi alrededor, estoy en un hospital, aunque no sé en cual, me cuesta moverme, siento como si me hubiesen dado una paliza, al parecer fue así efectivamente. Mis padres y Matías sentados están sentados, todos con cara de angustia. Apenas se percatan de que me despierto se acercan a mí.
―Catalina, ¡Por dios! ¡Qué manera de preocuparme, hija!
Intento responder pero no puedo, siento mi garganta seca y solo muevo la cabeza para que sepa que la estoy escuchando. Matías se para al lado de la camilla y me toma la mano. Ambos me acarician y trato de esbozar una pequeña sonrisa.
La enfermera aparece y llama al médico. Él me hace una pequeña evaluación y dice que todo está bien, pero que tendré que permanecer en el hospital hasta mañana. Menciona también que la herida no es grave y que los moretones permanecerán algunos días, pero no hay riesgo vital. Después de un rato ya consigo hablar, siento que mi cuerpo, antes dormido, ya comienza a reaccionar.
―Ya estoy bien, mamá.
―Qué bueno hija, estábamos tan preocupados ―dice mi madre.
―¿Qué fue lo que pasó? ―pregunta mi padre.
Les comento a grandes rasgos lo que ocurrió. Mis padres escuchan con atención, pero cuando miro a Matías, me percato de su cara de sufrimiento, es como si se sintiese culpable de lo ocurrido, lo puedo percibir en su rostro, no habla, no me mira, tiene aquella mirada apagada que tenía cuando lo conocí.
Luego de un rato, les digo a mis padres que se vayan a descansar, que estaré bien en el hospital, ya no estoy con riesgo y pese a que aún siento dolor, ya estoy algo mejor. Matías decide quedarse conmigo para que mis padres se vayan tranquilos. Es extraño verlos juntos, hace mucho que no los veía así.
Cuando ya estamos solos, Matías acerca una silla y se sienta al lado mío, sin decir nada.
―¿Qué pasa? ―pregunto.
―Nada, solo estoy preocupado.
―Ya estoy bien. Pero tengo muchas dudas.
―Dime.
―Después de que me desmayé ¿cómo me encontraron? ¿Qué más me pasó aparte la herida del cuchillo?
―Una señora vio lo que estaba ocurriendo y llamó a la policía. Pero casi te matan, Catalina y casi muero yo al saber lo que te había ocurrido. Cuando tu madre me llamó desesperada, me sentí tan culpable de todo.
―no es tu culpa, es mi culpa por no haberte hecho caso. Podría haber llamado un taxi por último.
―Catalina, nadie debería haberte hecho daño, yo debería haberte protegido. Pero al parecer no soy capaz de hacerlo.
―No digas eso.
Creo que jamás había visto a Matías tan dolido y me preocupaba verlo así, ser yo la causante de su sufrimiento. Lo hubiese abrazado, pero no podía. En cambio, tomé su mano y la apreté fuerte, para hacerle saber que esto no cambiaba en nada nuestra relación.
―¿Sabes, Cata? No puedo dejar de pensar en que cada mujer que está conmigo está condenada a sufrir, a morir.
―Yo no estoy muerta ―reprocho.
―Faltó muy poco. Me sentí tan impotente al no haber podido hacer nada. Cuando supe lo que te había pasado ya estabas en el hospital. Catalina, esto es mi culpa de verdad.
―No, no es tu culpa, es culpa de... del gobierno, por no tener buena vigilancia en las calles.
―No, Catalina, no intentes hacerme sentir mejor. Si no estuvieras conmigo, no habrías tenido que ir a mi casa, yo te dejé sola y no quiero, no quiero que sigas sufriendo por mi culpa.
―Esto ya va a pasar, no intentes buscar tu culpa en esto, son cosas que pasan.
―Primero mi esposa y ahora tú. Esto es más de lo que quiero y puedo soportar. No quiero vivir con la culpa de que te pasará algo porque soy incapaz de protegerte. Con ella fue igual, ni con todo mi dinero pude salvarla.
―Hay situaciones que no se pueden resolver con dinero.
Matías se queda en silencio y veo que una lágrima comienza a caer por su mejilla. Me duele verlo así, me duele saber que es por mi culpa, pero lo que más me hiere es que él se siente el culpable de lo que me ha pasado.
―Matías, ya estaré bien, quédate tranquilo por favor, que mañana temprano tienes que viajar.
―Cambiaré mi viaje, me iré más tarde, después de que te den el alta.
―Qué bueno, así pasaré más tiempo contigo ―digo intentando alegrarlo.
―Sí, Cata ―responde, secamente.
Comienzo a preocuparme, Matías está realmente raro y no quiero saber lo que está pensando. Su cara y tono de voz me anuncian que nada bueno va a ocurrir.
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Hasta que me olvide de ti #2
ChickLitSecuela del libro "Hasta que te enamores de mí" Alto: No leas esta historia si no has leído el primer libro. ******* Queda prohibida su copia o adaptación. ******* Sinopsis: Tras renunciar a Ryts, Catalina decide tomarse un tiempo para pensar, dej...