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「시간↷
El tiempo que
paso contigo, son
mis momentos
favoritos. ❞



 Tomo la mochila del oso Ryan entre sus manos. De inmediato una mueca de confusión acompañado de un ceño fruncido se instaló en su rostro.

¿Esto era en serio?

La madre del moreno era capaz de dejarlo prácticamente con un desconocido sin importar que este sea un secuestrador, un violador o peor... un asesino.

Cosas que obviamente el mayor no era gracias al cielo y para suerte del pequeño moreno. Ellos se conocían lo suficiente para declararse como conocidos o "amigos", aún no tenían declarada su relación, si así se podría llamar eso.

—Confio en que lo cuidaras SeokJin —la mujer lo observó con detenimiento por unos largos minutos esperando que el rubio aceptase cuidar de su hijo.

Obviamente que iba a aceptar, amaba a ese pequeño con todo su corazón y lo que más quería en el mundo era protegerlo y cuidarlo de todo lo que pudiera pasarle, aún así le molestaba que su madre no le diera tanta importancia al asunto, realmente tuvo suerte de que el menor lo haya nombrado para no tener que irse con un completo demente o lo que sea.

—Claro que lo cuidare señora, no tenga dudas de eso —asintio rápidamente tomando la mano del castaño y dedicandole una pequeña sonrisa.

NamJoon se paró en puntitas de pie y beso la mejilla de su madre como pudo ya que era demasiado bajito. El rubio suspiro por ese gesto tan tierno.

—Esta bien, entonces... creo que nos veremos en unos meses chicos. Portate bien NamJoonie, hazle caso a SeokJin —revolvio su cabello y beso su cabeza de forma maternal. Algo que a esa mujer le faltaba.

El pequeño asintió despidiendose de su mamita y se dió la vuelta para abrazar fuertemente a su hyung. El rubio se agachó y lo levanto en brazos para luego juntos caminar hacia el salón dejando todas las pertenencias del pequeño en el sofá donde se sentó con el moreno sobre las piernas e inmediatamente el menor se aferro de su cuello como si de un koala se tratase.

—Vamos a disfrutar estos meses juntos, Joonie —el mayor sonrió tiernamente y el castaño le devolvió la sonrisa con un bello sonrojo en sus mofletes.

—Por supuesto hyung lindo —se acercó al rostro de SeokJin y de una manera tan lenta y delicada depósito un leve besito en su nariz.

Algo que hizo agitar violentamente el cálido corazón del mayor.

Nunca creía poder tener más de este niño. Lo amaba y ya nada podía hacer para arreglar eso.



230817 | lula
namjin

harlequin | jinnam [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora