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「손상↷
Volverás a
amarme. Yo
lo se.



 El rubio se sintió pequeño bajo la mirada de uno de sus mejores amigos. El de pequeña estatura lo escrutaba con demasiado detenimiento del que le gustaría recibir. Sabía que esa era una de sus miradas. Estaba muy claro que BaekHyun lo estaría insultando mentalmente. ¿Quien no lo haría?

Después de lo que le hizo al menor, probablemente hasta un desconocido lo odiaria por aquello. Era un idiota, un grandísimo idiota. El peor de todos.

Se sujeto el cabello con fuerza, reprimiendo un grito de frustración e ira. ¿Ira? Si ira consigo mismo. Se odiaba, siempre hacia las cosas de la peor manera posible terminando por lastimar a las personas que amaba.

Y NamJoon había sido una de ellas. Aún recordaba la mirada de dolor que le había dirigido y se sentía la peor escoria que pudiera existir sobre el planeta. Amaba al moreno más que a nada en el jodido mundo, pero a pesar de eso, aún pensaba que todo aquello estaba mal. El era demasiado grande de edad para el, NamJoon debía buscar personas como el. Sin embargo su parte egoísta la cual no solía salir a diario, le decía que debía luchar por el y hacer las cosas en su debido modo, cuidandolo, protegiendolo y amandolo. Demostrandole que a pesar de todo el siempre estuvo ahí velando por su seguridad y su bienestar.

No obstante, si se planteara tener una charla con el menor, este lo sacaría a patadas y lo insultaria como había sucedido incontables veces en el pasado. Y en verdad no quería eso.

—SeokJinnie, por favor. Deja de comerte la cabeza por un momento —el castaño tomo su mano en un gesto maternal y este solo bajo la mirada retraído consigo mismo.

No quería hablar, ni siquiera quería salir de casa, pero el mayor había insistido en sacarlo a rastras si no accedía a dejar su peluche de Mario sobre la cama y vestirse como se debía. Los últimos días su estado depresivo había vuelto, a pesar de que intento con todas sus fuerzas volverlo a esconder. Lo único que siempre lo ayudo con ese severo problema fue NamJoon. Desde que lo conoció su vida volvió a tomar color y su felicidad ya era cosa de todos los días, ahora solo veía colores grises por la calle y en verdad era demasiado deprimente.

—Hyung no puedo, amo a NamJoon, pero lo que le hice no tiene perdón —BaekHyun sonrió a penas y nego con la cabeza un tanto ofendido.

—Deja de decirme hyung, ya te lo he dicho. Solo soy más grande que tú por pocos meses —puso los ojos en blanco y tomo un poco de su jugo para seguir hablando —. Volviendo al tema... no te preocupes, todo saldrá bien. Sabes de sobra que NamJoon te ama. ¿Por qué te preocupas tanto? Solo dale espacio, que piense en lo que sucedió y tu pídele disculpas, unas merecidas disculpas —aunque el mayor termino de hablar pudo leer en sus labios un inaudible idiota.

Esbozo una media sonrisa y apretó con cariño la mano que aún mantenía entrelazada. BaekHyun, había sido de mucha ayuda los últimos días, lo apoyaba y le daba consejos. Y eso era lo que necesitaba en estos momentos.

Aún no había podido hablar con los demás sobre esto y si algunos de los amigos de NamJoon se enteraban seguro lo matarían. YoonGi por ejemplo.

—Esta bien, aún así tengo miedo de que me odie de por vida. Lo dejé en vergüenza y no solo eso... quise pisotear su dignidad —solto lentamente y dejó libre la mano del contrario para volver a tomarse de la cabeza, totalmente desesperado.

Debía hacer algo, algo en verdad grande, porque no creía que el moreno lo perdonara con tanta facilidad. Lo había humillado y eso era lo peor que le podía pasar a una persona en su vida, prácticamente lo había usado aunque eso sonará en verdad feo y aquello no haya querido ser su plan desde un principio. Pero así era.

—Oh mira ahí viene mi Channie, ¡por aquí amor! —el rubio alzó una ceja incredulo. Ni siquiera le había contestado su pesar y su confesión.

Suspiro derrotado. Esto estaba siendo más difícil de lo que pensó.

Sintió a alguien sentarse a un lado suyo y despertó de sus cavilaciones de inmediato. Se giró en su lugar y lo recibió un alegre ChanYeol, novio de BaekHyun, sonriendole con esas típicas sonrisas que daban miedo.

—¿Que hay alpaca? —abrio su mano para chocar los cinco y el de pelo rubio la choco con gusto.

—Nada nuevo, ¿y tú Dumbo? —vio de reojo como BaekHyun rodaba los ojos y sonreía escondido en su vaso de naranja.

Esa tarde pudo despejarse un poco y hablar de forma amena con sus amigos, y gracias a eso ya tenía un plan para recuperar el amor de NamJoon.

Haría todo lo que tuviera a su alcance, estaba decidido.



120917 | lula
namjin

harlequin | jinnam [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora