harlequin | jinnam [editando]

022

「동생↷
❝ Eres lo más
hermoso que
he tenido en
mi vida. ❞ 」

 
 
 

 NamJoon termino de acomodar la sala y coloco los últimos cojines sobre el sofá, satisfecho con su labor durante un par de horas. La casa había quedado reluciente y con olor a lavanda, su fragancia favorita, por todo el ambiente dándole un toque más hogareño. Y eso, aunque quisiera desmentirlo, le gustaba porque lo hacía sentirse mucho más cerca de SeokJin como pareja.

Y como si supiera que estaba pensando en el, SeokJin apareció por la puerta con una sonrisa reluciente, de esas que tenía solo reservadas para el, a pesar de venir de una jornada laboral demasiado pesada. Amaba esas pequeñas cosas que el rubio hacia por el, amaba cuando le traía helado, aún si tenía que recorrer miles de negocios para encontrar su sabor favorito, amaba cuando le traía flores diciéndole que eso no le gustaba pero que sin embargo el era más hermoso que las flores, en fin, lo amaba a el más que a nada en el mundo. Y no se arrepentia en lo absoluto de hacerlo.

—¡Hola bebé! —canturreo con felicidad yendo hacia el y abrazándolo por la espalda, como sabía que al moreno le gustaba.

—Hola Jin hyung —tomo sus manos las cuales se encontraban en su cintura y apoyo su cabeza en el hombro del mayor.

De inmediato su perfume lo noqueó, produciendo que cierre los ojos y aspire, totalmente encantado por esa fragancia que usaba siempre para ir a trabajar. Sinceramente, no creía poder tener todo de el nunca, quería todo, lo necesitaba a todo momento y eso en verdad le daba un poco de miedo. Nunca le había gustado depender de una persona, porque creia que lo volvería inútil y sin poder realizar todo lo que se proponga, no obstante, ahora que lo sentía, no era tan malo después de todo. SeokJin lo amaba y el amaba a Seokjin, ¿que más necesitaba?

—¿En qué piensas dulzura? —el mayor se movió un poco y comenzó a mover sus caderas de un lado al otro, bailando una melodía inexistente, algo que hizo sonreír al menor.

—En lo mucho que te quiero —respondio con las mejillas encendidas y sin arrepentirse por su respuesta acelerada.

SeokJin sonrió embobado y le dió la vuelta para tenerlo cara a cara y así poder observar cada una de sus reacciones, además de admirar su notable belleza.

NamJoon lo miro directamente a los ojos y suspiro con añoranza, disfrutando de la cercanía de su hyung, aquello siempre revolvía sus sentidos y producía que su corazón latiera enloquecido dentro de su pecho, queriendo salir y abrazarse con el corazón contrario.

El mayor se agachó hasta quedar a su altura y coloco dos de sus dedos debajo de su barbilla levantando su rostro teniendolo a solo unos escasos centímetros del otro.

—Yo no te quiero —y por un momento su jodida respiración se cortó, sin embargo volvió a vivir cuando el rubio continuo: —. Te amo.

Y NamJoon no pudo esperar más tiempo sin dejar sus labios sobre los esponjosos de SeokJin. Choco con fuerza sus belfos y soltó un gemido de satisfacción al poder sentir de nuevo ese sabor característico que solían tener sus labios. Tomo con desesperación los cabellos de su nuca y SeokJin lo sujeto por la cintura levantandolo un poco del suelo totalmente encantado por el toque del moreno.

SeokJin bajo su rostro hasta el cuello del menor y lo recorrió con suaves besos, acariciando su piel contra la contraria disfrutando del tacto tan íntimo que estaban teniendo en ese momento. NamJoon soltó un leve jadeo y juró que en ese mismo instante su corazón latio como loco, este mocoso lo mataría cualquier día de estos.

El mayor camino hacia adelante haciendo que el contrario caminara hacia atrás y apoyo a este suavemente sobre el sofá, desarreglando todo lo que NamJoon había estado acomodando. Y no tardó en hacerselo saber de inmediato.

—¡Hey! Yo había ordenado eso —sintio como una risa chocaba contra la piel sensible de su cuello y él se unió negando con la cabeza.

—No te enojes cielo, lo siento, luego podemos limpiar y volver a poner todo en su lugar —acaricio con parsimonia la cintura del pelirrosa y continuó: —. No te preocupes.

NamJoon dió un sonido de afirmación desde su garganta y tomo el rostro del rubio entre sus manos mirándolo fijamente a esos dos estanques oscuros que siempre lo hacían perder la razón, porque se perdía en ellos capaz de pasar todo el día mirandolos como si fuera lo más hermoso que pudiera existir. SeokJin sonrió y paso un dedo por sobre el labio inferior del menor mordiéndose el propio cuando el pedazo de carne rebotó liberandose de su agarre, suspiro por la suavidad de este y se lamió los labios en un gesto casi instintivo.

Estaban demasiado enamorados el uno del otro y es que con solo mirarlos, cualquier persona se daría cuenta del gran amor que SeokJin le tenía a NamJoon. Aquel brillo que poseían sus ojos demostraba que el amor verdadero, a pesar de las dificultades y circunstancias, siempre podía seguir surgiendo, capaz de proveerle calidez al corazón más frío e insensible que pudiera existir sobre la tierra.

Y NamJoon supo que había tomado la decisión correcta cuando una sonrisa decorada con tiernas arruguitas lo cegaba desde arriba con tanto cariño que en ese momento se sintió la persona más afortunada, porque tenía a SeokJin y eso era lo único que necesitaba.

 
 
 300917 | lula
namjin