harlequin | jinnam [editando]

024

「동생↷
❝ No te atrevas
a hablarle. ❞ 」

 
 
 

 NamJoon se removió entre las sábanas suaves y blancas. Abrió un ojo y con su mano hecha puño se dispuso a frotarse los ojos debido al cansancio. Se sentó en la cama y dio un bostezo profundo, observó a su alrededor y se dio cuenta de que estaba en la habitación que compartían con SeokJin.

Probablemente el mayor lo había traído luego de que se haya quedado dormido sobre el incómodo sofá de cuero de la sala. Después de lo que le había hecho había quedado exhausto, el rubio sabía cómo tratarlo y dónde tocarlo para complacerlo.

Bostezo una vez más y se giró para salir de la cama, bajo los pies y se puso las pantuflas del oso Ryan, que le había comprado SeokJin meses atrás.

Se paro y comenzó a caminar para salir de la habitación. Abrió la puerta y arrastró los pies por el pasillo hacia la escalera para bajar hacia la primera planta, sin embargo, se detuvo bruscamente cuando oyó unas voces abajo. Con pasos leves, fue bajando los escalones de uno en uno tratando de no hacer ruido y alertar de que ya se había despertado. Asomo el rostro por el pasamanos y se dio cuenta de que las voces provenían desde la puerta de entrada. Giro el rostro un poco más y agudizando un poco su vista se encontró con la figura de SeokJin y una mujer bajita de cabello castaño corto, que aunque resultara extraño le parecía conocida de alguna parte, enfrente moviendo los brazos de un lado al otro como si estuviera diciendo algo desesperada y furiosa. Frunció el ceño y trato de seguir escuchando aquella conversación.

—No es justo que vengas así como así y quieras hablar con el —susurro furioso SeokJin, aún así NamJoon logro escucharlo.

Aquella mujer lo observó con asco y exasperación a la vez que se cruzaba de brazos.

—Mira mocoso, no me importa lo que tú pienses en lo absoluto, no eres nadie para decirme que hacer, ¿escuchaste?

—Señora, más respeto por favor. Esta es mi casa y usted es una cualquiera que está exigiendo algo que sinceramente no le corresponde —la espalda de SeokJin se tenso en sobremanera y NamJoon se pregunto porque el mayor estaría tan nervioso.

—Llamare a la policía si no me dejas verlo, es asi de simple, Kim —la señora metió la mano en su cartera y sacó su teléfono, pero SeokJin fue más rápido y la tomo bruscamente de la muñeca sorprendiendo a la mujer.

NamJoon ahogo un gemido de sorpresa y se tapó la boca con ambas manos tratando de seguir sin hacer ruido.

—Sabes muy bien que si haces eso, puedo denunciarte por abandono de persona, maldita —la mujer lo observó con recelo y espero a que el alto continuará —. El no necesita verte en lo absoluto, deja todo como ha estado así durante tanto tiempo, es lo mejor para todos.

—¡No puedo hacer eso SeokJin! No me hagas esto, no puede hacerme esto.

—¿Y crees que yo estoy feliz con lo que estoy haciendo? —apreto sus manos con fuerza —. Lo estoy privando de algo que quizás lo haría feliz, pero tengo miedo de que lo vuelvas a dejar y le rompas el corazón de nuevo. No sabes lo difícil que ha sido para el vivir sin ti, lo dejaste cuando era un niño SonMi, fueron horribles esos días en los que se pasaba llorando desconsoladamente en su habitación gritando tu nombre y diciendo que te necesitaba, y tu... —la señaló con ira —. No estabas ahí.

El moreno sintió como su corazón se detenía de golpe. Algo en su cabeza hizo clic y momentos de su infancia comenzaron a pasar por su mente como escenas de película de drama.

Ella no podía ser en quien estaba pensando. Ella no podía ser la mujer que lo dejo solo cuando aún era un niño indefenso. Ella no podía ser... su madre. De pronto su vista se nublo y tuvo que sostenerse del pasamanos debido a que fue como si hubiera recibido un gran puñetazo en el estómago. Comenzó a bajar las escaleras lentamente y se detuvo o detrás del rubio, captando la atención de la señora castaña y por consiguiente que su novio se diera la vuelta y lo observara con los ojos a punto de salirse de sus cuencas.

—NamJoon... —comenzo SeokJin suavemente pero el moreno lo corto con un movimiento de mano y el mayor se calló de inmediato a la vez que bajaba la cabeza.

NamJoon paso de largo y quedó frente a esa mujer que quería hace mucho pero que supo arruinar su vida durante tanto tiempo debido a la incertidumbre que sentía en ese momento por no tener a su madre con el como cualquier otro niño de su edad.

Tomo una bocanada de aire y abrió la boca para comenzar a hablar.

—¿En v-verdad... eres... eres mi madre? —tartamudeo y hablo como pudo. Todavía se encontraba en estado de shock debido a la presencia de su madre.

—Si Joonie y te extrañe demasiado —la mujer hablo y quiso abrazarlo pero SeokJin se interpuso y rodeó con sus brazos el cuerpo del más bajo tratando de protegerlo de lo que podía llegar a hacerle daño.

—No seas hipócrita SonMi, no te creo nada. Será mejor que te alejes de el.

La mujer suspiro rendida y asintió irritada.

—Esta bien, me iré. Pero no creas que te haré la vida fácil Kim SeokJin, mi hijo pronto volvera a mí y tu... —lo fulminó con la mirada —. No podrás hacer nada al respecto.

Se dio la vuelta y con una última mirada hacia los dos se fue con grandes zancadas.

NamJoon no se dio cuenta que estaba llorando hasta que sintió como los largos y suaves dedos de SeokJin le limpiaban las lágrimas y le acariciaban la mejilla con el cariño y amor de siempre, haciéndolo sentir querido.

El mayor lo abrazó con fuerza y lo estrecho entre sus brazos tratando de tranquilizarlo, logrando un poco que calmara sus sollozos.

El siempre estaría ahí para el, sin importar las circunstancias, porque lo amaba más que a nada en el mundo.

 
 
 141017 | lula
namjin