Shall we dance?

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Baile de Graduación a las ocho de la noche, este 14 de julio, ¡No puedes faltar!

Eso era lo que decía aquel cartel, un baile sonaba bastante divertido; nos tomarían fotos, se escogería al rey y a la reina de dicho evento, sería algo emocionante. Muchas chicas a diario me preguntaban sobre si ya tenía cita para ir al baile, siempre me negaba y negaba las invitaciones de esas chicas, porque yo tenía a alguien especial a quien invitar.

-¡Arthur!-grite su nombre mientras que salía de su salón de clases, volteo a verme y se acercó hacía mí.

-¿Qué sucede? Y no tienes porque gritar mi nombre-me dijo con el ceño fruncido, yo solo le sonreía, faltaba tres días para que fuera el baile de graduación y por cuestiones del consejo estudiantil y quien sabe que más excusas me ponía no había podido verlo.

-¿Irías conmigo al baile de graduación?-le pregunte, sus mejillas estaban completamente rojas, era algo divertido de ver.

-¿Qué?-me pregunto, cielos, parece que conforme uno va creciendo se empieza a quedar sordo, infle las mejillas por eso.

-¿Quieres ser mi pareja para el baile de graduación?-le pregunte de nuevo, sus ojos verdes me observaban detenidamente.

-No-respondió, ¿acaso quería verme sufrir por cada no que me decía?

-¿Por qué? Arthur, es tu ultimo baile, debes de asistir-le dije, y era verdad ya no tendría más bailes, ya no asistiríamos juntos a uno por mucho tiempo y quería compartir con él ese momento.

-Tengo que terminar el papeleo y dejarle al próximo presidente todo en orden-dijo seriamente- además no le veo el caso de los bailes-dijo, una mueca de disgusto apareció en mi rostro- ¿Por qué no invitas a alguien más?- fruncí el ceño, no invitaría a nadie más- Tengo que irme, como te dije, estoy algo ocupado.-fue lo último que me dijo ese día.

Cielos, ¿no entiende que quiero pasar tiempo con él? Me enoja demasiado que me rechace un evento que puede ser importante para los dos, aunque he escuchado que jamás ha asistido a un baile, infle las mejillas pensando, no importaba que trataría de convencerlo.

......

....

...

Un día...solo faltaba un maldito día para que Arthur aceptara; nos encontrábamos en la azotea a la hora del receso.

-¡Di que sí!

-¡Que no!

-¡Que sí!

-¡Que no!

Sí que era bastante testarudo, mi ceño se frunció y los dos nos cruzamos de brazos, si Arthur seguiría diciéndome no yo...yo le llevaría el baile, sonríe orgulloso cosa que confundió bastante Arthur.

-¿Por qué sonríes?-me pregunto, yo, solo seguía sonriendo me levante del piso para caminar hacia la puerta.

-Por nada...recordé que tengo cosas que hacer...nos vemos Arthur-le dije entrando al edificio, todo este día debía de arreglar por completo mi plan, ¡el romántico Alfred F. Jones a la carga!

La noche del baile llego, del gimnasio salía la música a todo lo que daba, los estudiantes con amigos, amigas, parejas entraban para bailar y pasar lo mejor del momento, pero Arthur no iría ni yo tampoco.

En este momento, mientras todos los demás estudiantes entraban al gimnasio, me encontraba afuera de su casa, debajo de su ventana, perfecto, la luz de la habitación de mi amado estaba encendida, una sonrisa se formó en mi rosto, tome una piedra pequeña y la avente hacia la venta, avente otra hasta que se asomó abriendo la ventana.

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