ABYSSO: La ciudad amurallada (Libro 1 saga CIUDADES MALDITAS)

CAPÍTULO 19 "ÉXTASIS"

"Entonces llega el día en que tu almohada te pide que le hables de otras cosas, de algo más interesante. Y así, poco a poquito, vas olvidando lo que por las noches tanto te hizo llorar"

-Estefanía Mitre

"De nadie seré, solo de ti. Hasta que mis huesos se vuelvan cenizas y mi corazón deje de latir"

-Pablo Neruda

..................................................

NOTITA SIMPÁTICA: Para quienes empiecen con "Ya ni me acuerdo de nada", "No se ni en que va la historia", "Hace mil años que no publica", pequeño resumen: Harry tuvo su primera pelea, lo dejaron como santo cristo, Louis se puso loco por verlo todo sangrante y entró en celo (así es él de oportuno) Harry lo embarró de petroleo y lo sacó de las criptas. Lo llevó a su casa y Louis se sentó en sus piernas y... lean los últimos párrafos del capítulo anterior para que sepan ¡Flojos! Besitos en el pie.

Capítulo dedicado a: @hsrockme @Irlanda0616 @-theonlytryth @esnanazh @Anya_1207 ♥♥♥

................................................................

El olor en aquella oficina era tan pestilente, que incluso Pietro sentía intensas ganas de vomitar. Mark seguía vociferando a través de la bocina de su radio, mientras la voz entrecortada de su interlocutor, intentaba calmar su furia. Para Mark, que se encontraba bufando como un toro a punto de embestir a su asesino, las palabras de aquel hombre eran simples y absurdos pretextos.

—¿¡Desde cuando todos mis hombres se han convertido en unos malditos inútiles?! —escupió con palabras envenenadas—. ¡No son capaces de hacer bien su maldito trabajo! —Estrelló el viejo aparato contra la pared que estaba frente a él. La conversación con el hombre del otro lado del radio, había terminado abruptamente. Caminó alrededor del escritorio como un animal rabioso. Sus ojos estaban rojos y sus nudillos blancos en manos hechas puños—. Alguien tiene que haberlos visto salir, maldita sea ¡No puede ser posible que hayan desaparecido en el aire!

—El frente estaba lleno de varios de nuestros alfas. Nadie los vio salir, señor. Yo mismo me encargué de revisar que hubiese hombres en cada una de las entradas. Como siempre.

—¡Pues debiste olvidar algo! ¿Desaparecieron? ¡¿Es eso lo que me estás diciendo?! Estamos quedando como imbéciles frente a todo el comité del circuito. ¿Qué van a pensar los protectores? ¡No van a confiar su dinero a un alfa que no puede controlar a su maldito hijo omega!

—Nadie sabe que Louis es omega, señor. Además de esos carroñeros, nadie más debe estar enterado de lo que sucede. A ellos no les conviene que se sepa.

—¡Maldita sea!

Mark se dejó caer como peso muerto en uno de aquellos sillones de piel sintética. La madera crujió bajo su peso y el hombre hizo una mueca mientras echaba la cabeza atrás, soltando un suspiro que llevaba impreso el amargo sabor de la derrota. Volvió la vista al frente y miró alrededor. Sus ojos se quedaron fijos en el viejo mueble en la esquina de la polvorienta habitación; era un archivador. Sonrió.

Mark jamás admitiría una derrota, mucho menos a manos de un omega. Incluso si se trataba de su propio hijo... Sobre todo, si se trataba de él. Louis lo había traicionado y desde ese momento, se había convertido por decisión propia en uno de sus enemigos. Mark estaba dispuesto a sacrificar lo que fuera con tal de hacerlo pagar lágrimas de sangre.