ABYSSO: La ciudad amurallada (Libro 1 saga CIUDADES MALDITAS)

CAPÍTULO 28 "MADERA AMARGA"

De nuevo estaban en el hospital. Luego de haber escuchado lo que la madre de Louis tenía para decir acerca del robo de los niños y los nuevos secretos que el omega de Liam escondía, el camino de regreso había sido silencioso y extraño.

Louis había entrado a la habitación en la que se encontraba Niall y aunque Harry seguía sintiendo una molesta sensación en el estómago al saber que su omega estaba cerca de ese alfa, había elegido darle su espacio para que pudiera acompañar a su amigo. Sabía que el tal Zayn era uno de sus mejores amigos e incluso si era parte de su instinto sentirse como se sentía y no había forma de que pudiera evitarlo, también sabía bien que no era momento para hacer un escándalo de aquello.

Luka acababa de ir rumbo a los baños y Harry había aprovechado para acercarse a su amigo sin que ese omega tuviera que escuchar lo que él tenía para decir.

—¿Vas a decirme de una vez cómo fue que terminaste con ese chiquillo? —Liam volteó a mirarlo de mala manera, con la boca medio abierta y conteniéndose visiblemente para no tener que soltarle un golpe por expresarse así de un omega que ahora era suyo. Se giró para regresar nuevamente su mirada hacia la puerta del baño a unos cuantos metros de distancia en el pasillo, antes de hablar.

—Tiene la misma edad que tú, idiota. No es un chiquillo.

—Pues no lo parece.

—¿Y cuál es tu problema con eso, en todo caso?

—Mi problema no es ni con su edad o su apariencia, Liam. Pero, ¿no escuchaste lo que dijo allá, en el orfanato? ¿Cómo terminaste junto a un omega que viene de Andras? Ese maldito lugar es incluso peor que este, si es que hay punto de comparación...

Harry se dejó caer en una se las sillas de la pequeña sala de espera. Resopló de forma ruidosa y repasó su cabello con las manos. Luego de haber descubierto que Louis era su omega, en un par de ocasiones había pasado por su cabeza la idea de que Liam tendría que encontrar a su pareja también y recuerda haber sonreído, porque ellos ya habían pasado suficiente tiempo solos e incluso si no estaba dentro de sus planes el encontrar a un omega, no podía negar que también les daba un poquito de esperanza por el futuro.

Sin embargo, ese omega parecía tener un gran peso cargando sobre su espalda. Un peso que ahora Liam debía cargar también.

—Cuando encontraste a Louis y supimos que tenías ese extraño lazo con él, yo creí que era cosa de uno en un millón, ¿sabes? Era una mierda rara, pero era especial. Y habíamos creído que no era posible, pero sí lo era. —Harry hizo una mueca.

—¿Y qué tiene que ver lo mío con Louis en todo esto?

—Pasa que me sucedió lo mismo con Luka.

—¿Cómo dices?

—¿Cuántos omegas me has conocido en la vida que llevamos de conocernos, Harry? A diferencia de ti, no soy del tipo que va por ahí de cama en cama.

—¡Oye! Yo ya no hago eso —se defendió de inmediato.

—No lo haces ahora que tienes a un omega, ¿pero antes? De todas formas, ese no es el punto. El punto es que eso de uno en un millón, se convirtió en dos en un millón. —Harry abrió y cerró la boca un par de veces sin saber que decir—. Al igual que tú, yo había visto a Luka muchas veces en las criptas y nunca fue más que un omega bonito que estaba con otro alfa. Pero cuando él me llamó... ese alfa, el asqueroso de Goliat estaba haciéndole daño. —Harry vio cómo su amigo apretaba los puños y sus palabras salían casi a la fuerza por tener la mandíbula tan tensa—. Y él me llamó. Me llamó a mí, Harry y no tengo que esforzarme en explicarte a ti cómo se siente, porque tú lo sabes. Ese chiquillo como tú lo llamas, es mío ahora.