Necesitamos hablar

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Llevaba una semana en este lugar y no había visto ni por los pelos al alfa que me trajo aquí, me dejaban salir solo por periodos y ningún lobo mencionada alguna palabra, me estaba aburriendo y mis heridas ya estaban curadas. 

Espere que anocheciera para salir de esa cueva sin que nadie se diera cuenta y me escabullí por entre los árboles disfrutando de una noche con luna la cual los días anteriores me había sido negada, las luciérnagas me rodeaban y pareciera que bailaban a mi alrededor, movía la cabeza, no las quería cerca mío pero una se posó en mi nariz, la mire un buen rato, hasta que voló e indicaba una dirección revoloteando, quería que la siguiera y eso hice, corrí tras ella mientras las demás revoloteaban y jugaban conmigo. 

Tropecé muchas veces pero me levanté y seguí mi camino hasta que ellas se detuvieron... habíamos llegado a un enorme lago, la luna se reflejaba en el agua, era un espectáculo maravilloso. El agua se movía como un vaivén y me estaba tentando, Había pasado un tiempo desde la última vez que ocupe mi habilidad para divertirme, quería intentarlo.

A penas Mis patas tocaron el agua esta se congeló a su alrededor, con cada paso que daba más agua se congelaba, corrí como un loco, la sensación de su frialdad me encantaba, por lo que daba saltos congelando tramos de agua. 

Era ya un buen tiempo desde que sentía tanta libertad por salir de noche, hasta que por un momento falló mi calculo y caí al agua, me transformé y saque mis brazos apoyándome en el hielo.- jaja, creo que me moje un poco.- le dije sonriendo a las luciérnagas que me miraban de una altura muy segura para ellas.- deberían bañarse, el agua está muy buena.- me sumergí en el lago y llegue hasta la orilla.- he chicas por aquí.- las pintas brillantes volaron hacia mi y se quedaron a mi alrededor revoloteando.- a que parezco el rey de las hadas jaja.- les dije sonriendo, era encantador tener estos pequeños insectos rodeándome, parecían felices o eso era lo que aparentaban cuando formaron una corona en mi frente y luego desaparecieron en el bosque, así como llegaron se fueron.

Una esencia llamó mi atención, olía a menta, y un poco de chocolate, olisqueaba más el ambiente extrañado, si es chocolate, un profundo chocolate. Camine por la orilla del lago hasta que encontré al responsable de aquel olor, nada más y nada menos que el famoso y orgulloso Alfa Kaylan el cual venía hacia mí y también estaba transformado en humano.

-No es Cortés decir que eres mi pareja y luego encerrarme en una cueva amor de mi vida.- le dije en cuanto llego a mi lado, aunque realmente tenía un bello rostro y esos ojos.

-No he dicho que seas mi pareja, si no mal recuerdo dije puede que lo seas.- me miraba distinto a cuando nos conocimos.

-Y querías averiguarlo viendo cuanto tiempo aguantaba encerrado, si te comportarás así el resto del tiempo, si es que somos pareja, prefiero buscar otra pareja si no te importa.- pase por su costado y camine en dirección al bosque.

Tomo uno de mis brazos y me tumbo en el pasto.- no creo que tengas muchos pretendientes, a menos que quieras volver con tu anterior compañero, no traías su olor.- me olisqueo.

-Ese imbécil no era mi pareja, y no me lo recuerdes. Si me tomarás como tu pareja decídete ya, cual es el condenado problema, porque no tengo toda mi maldita vida para esperar que alguien me acepte.

-No es fácil cuando tu pareja destinada es un maldito beta.- ¡ha dije triunfante!, hasta que lo confesó, espera... un beta? Es una broma?

-Entonces si soy tu pareja.- confirmé

-Si, lo eres.- su rostro se mostraba triste y a la vez angustiado.- he estado pensando... mi pareja debería ser un alfa, una bella y hermosa loba, no un Macho y además Beta.- Mmm que rudo, al menos es sincero.

-Perdona por no ser un alfa y además una hembra.- él salió de encima, asique me levante y me senté frente a él.-

-Es mejor que seas un beta a un omega eso sí sería un desastre, un Alfa y un omega, que horror...-Se rió.- Tendría que desterrarte aunque fueras mi pareja predestinada.- un dolor recorrió mi pecho dejándome un vacío dentro, no lo vi venir, aún no éramos nada pero sus palabras me dejaron en un estado de shock.

-Qué diferencia hay entre un omega y un beta, los dos son lo mismo e incluso los omegas traen paz a las manadas.- trate de defender un poco mi situación.

-Eso es un mito, Mi manada a desterrado y eliminado Omegas por generaciones, solo traen problemas y desgracia provocando que los alfas se destrocen cuando entran en su maldito celo.- mierda, ahora sí que estaba en problemas, tendría que suprimir mi celo el mayor tiempo posible.

-Que terrible parecen ser los omegas.- dije tratando de darle la razón por ahora.

-No sabes el deshonor que llevaría conmigo si mi compañero es un omega, al menos tu eres un beta y eso es un poco más fácil de solucionar.- dijo levantándose.- y bien vas a volver a tu manada?.- solo bufe.

-¿Estás de broma?.- dije levantándome también. Por cierto estaba desnudo y se estaban empezando a congelar mis partes bajas. se giró y me miró a los ojos.

-¿Entonces volvemos?.- preguntó esperando una respuesta.- dejemos por hoy la charla de las parejas y regresemos de una vez.- dijo algo molesto.

-Mmm creo que alguien no se quiere emparejar.- dije con una sonrisa ladina. Me transforme en lobo y trote en su dirección. El bufó, se transformó y camino junto a mí. Pensándolo bien, pare de golpe y mire hacia el lago... todo estaba tranquilo y no había ni una pizca de hielo con el cual había estado jugando. ¿Me habrá visto? Me pregunté para mis adentros. 

Mi Alfa (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora