These Inconvenient Fireworks [Traducción]

VII

LOUIS

Louis sabe que las vacaciones son, en teoría, un momento para descansar, pero los días entre la función final y la víspera de Navidad pasan como un borrón. Cuando no está desarmando el set, está corrigiendo papeles. Cuando no está corrigiendo papeles, está controlando exámenes. Cuando no está controlando exámenes, está haciendo excusas para Harry, a quien no ha visto en días. Y cuando no está disculpándose con Harry, está preparando todo para la Extravaganza Anual de Louis Tomlinson.

La Extravaganza ha tenido lugar en víspera de Navidad por los últimos tres años, cada vez para más y más aclamaciones. Es una fecha inamovible en el calendario social para todos los que importan en la vida de Louis, y con razón: es el cumpleaños de Louis. Y no pasará sin ser celebrado, no importa qué otro festejo de menor importancia le siga.

Había empezado como una simple fiesta de Navidad/cumpleaños el primer año en que se mudó a Manchester, antes de que tuviera muchos amigos. Había querido impresionar a sus nuevos colegas, así que había hecho un esfuerzo. Naturalmente, cuando Louis hace un esfuerzo, los resultados son legendarios, y su fiesta había sido el tema de conversación en la sala de profesores por semanas. Zayn puede o no haber sido fotografiado usando una pantalla de lámpara en la cabeza y eso. Esos son los fundamentos de la amistad.

Desafortunadamente, su éxito tuvo consecuencias. Tuvo que superarse a sí mismo al año siguiente, así que de repente en lugar de unos bowls de ponche y licor de huevo, hubo todo un bar temático con bebidas navideñas. Niall se despertó en el techo del edificio vestido como Santa Claus, y Louis había acuñado otra victoria. Pero luego Navidad llegó nuevamente, y no podía decepcionar a nadie, así que sacó todos los muebles de su departamento y creó una pista de baile con luces rojas y verdes. Fue todo un éxito, incluso cuando la policía llegó a detener la fiesta.

Ahora es momento de hacerlo todo de nuevo, más grande y mejor. Tiene una reputación que mantener. Tristemente, el hecho de que su vida haya descendido a un estado de desastre el mes pasado significa que no está tan preparado como lo estaría usualmente. Para este momento del año, ya habría hecho una orden para diez docenas de bombones festivos, guardado cinco cervezas en el balcón, bañado palomitas falsas con brillantina dorada, y habría logrado el récord de nueve minutos de Duchess usando un pequeño gorro de elfo antes de que se lo saque e intente comerlo. Pero no tiene comida ni para él mismo en su alacena, mucho menos para alimentar grupos de personas que vienen a divertirse. Tiene que poner su trasero en acción.

Afortunadamente, envió las invitaciones —pequeñas tarjetas pegadas a ornamentos navideños de vidrio con un lazo de seda y metidas en una caja dorada, con una cama de papel salpicado de dorado, sabroso y divertido, Dios, es genial— antes de que las cosas se volviesen agitadas. Pero aún debe preocuparse por la comida, la bebida, el entretenimiento, decoraciones y cada detalle en el medio. Termina agarrando doscientos vasos rojos de plástico en un local, teniendo un ataque nervioso entre manteles y logística alcohólica, así que llama a Zayn y Niall como refuerzos. Le duele admitir la derrota, pero no puede hacerlo solo esta vez.

—Sabes, podrías llamar a Harry—dice Niall una tarde en la que está colgando la undécima cuerda de luces en el techo de su apartamento—. Seguro querrá ayudar.

—No va a pasar—responde Louis. Mantiene sus ojos fijos en el arreglo de mesa en el que está trabajando. Rojo, blanco y plata es la paleta de colores de este año. Inspirador. Está arreglando granatas decorativos. Los granatas lo mantendrán cuerdo.

Pretende no notar cuando Zayn y Niall intercambian una mirada a través del living.

Harry sigue mandándole mensajes en la semana, ofreciéndose a recoger cualquier cosa que necesite o ir a ayudarlo a acomodar algo. Louis solo se encoge de hombros cada vez y le dice que todo está bajo control incluso cuando claramente no lo está, incluso cuando casi se rompe la pierna al caer de la escalera mientras agarraba la caja de decoraciones encima del armario. Se siente una mierda por eso, pero teme que tener a Harry cerca lo llevará a hablar sobre sus sentimientos, lo cual no es algo que siente poder manejar ahora mismo. O alguna vez, en realidad. Así que mantiene su cabeza gacha y espera que Harry no lo odie por ello.