XXII

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LOUIS

Louis odia las mañanas. Las odia. Odia tener que arrastrarse fuera de la calidez de su cama y fingir estar feliz por ello, odia lo brillantes que son las luces de la cocina cuando se está preparando su primera taza de té, odia tener que lidiar con el tráfico de camino al trabajo. Una vez para un proyecto de la universidad escribió un monólogo entero de quinientas palabras sobre lo mucho que odia las mañanas, en pentámetro yámbico. Si hubiera una organización en contra de las mañanas, Zayn probablemente tendría que pelearle la presidencia.

Piensa, mientras lentamente parpadea hasta despertar ante la vista de Harry yaciendo al lado suyo de nuevo, que quizá podría ser convencido de cambiar su posición sobre el tema.

—Buen día—dice Harry.

—Sí que lo es, ¿verdad?—dice Louis sonriendo. Frota su nariz contra la almohada, sintiendo la calidez del modo en que Harry lo está mirando tanto como siente la sábana acomodada alrededor de sus hombros. Harry deja un beso sobre su sien y lo acerca más a su pecho. Louis piensa que podría quedarse así para siempre.

La cosa es, sin embargo, que no puede. La calidez, el cariño, Harry— todo eso puede quedarse. Eso se quedará si Louis hace las cosas bien. Pero ahora es la mañana del sábado y Louis tiene que lidiar con al menos otras partes de su vida antes de que se le vayan de las manos.

—Estás pensando de nuevo—dice Harry, y Louis sabe que está intentando sonar casual, pero hay un pequeño tono de preocupación debajo. Va a tomar trabajo convencerlos a ambos de que esto es en serio, de que no tienen que temer que en cada momento de duda alguno está por huir.

—Está bien—dice Louis, estirándose para besar a Harry—. Todo está bien. Solo estoy pensando en que realmente debo encender mi teléfono.

Harry gruñe un poco. —¿Tienes que?—Hace un puchero, trazando con sus dedos la curva de su cadera.

—Por más que me gustaría dedicarme a esto—dice Louis, estirando una mano para tocar la de Harry—, tengo un trabajo del que necesito encargarme. Tu trasero no ofrece subsidios de salud.

Harry sonríe lobuznamente, apretándolo un poco. —He sido confiablemente informado de lo contrario.

Louis rueda los ojos. —Calla—dice, saliéndose de los brazos de pulpo de Harry. Su mochila está tirada en una esquina, exactamente donde ha estado desde que se la quitó y la pateó la noche anterior. Tan lejos. —Solo tomará un minuto.

Harry pone una expresión enfurruñada pero cede, y Louis se levanta y camina hasta la mochila. Pesca su teléfono del fondo y regresa lentamente al colchón.

—Como que me fui a mitad del día sin molestarme en encontrar un reemplazo, así que no estoy seguro de qué esperar—dice Louis. Se sienta de nuevo al lado de Harry y mira su teléfono, preparándose para lo que podría aguardar por él.

Harry solo sonríe, apoyando su cabeza contra la rodilla de Louis. —Sabes, para alguien que odia las comedias románticas, como que estás viviendo una ahora mismo.

—Ya no las odio tanto—admite Louis. Ve la sonrisa en el rostro de Harry. —Oi, no estés tan complacido, pequeña mierda.

—Eres perfecto para mí—dice Harry, sin rastro de ironía, y Dios, Louis lo golpearía si pudiese dejar de sentirse tan estúpidamente enamorado por más de cinco segundos.

—Deja de distraerme—dice. Inspira profundamente y enciende el teléfono.

Treinta y seis. Tiene treinta y seis llamadas perdidas de Zayn.

Hay también varios mensajes de texto, la mayoría de los cuales también supone que son de Zayn, demandando respuestas en letras mayúsculas y muchos emoticones enojados, pero no tiene tiempo de verlos todos. Louis probablemente debería llamarlo antes de que tenga un paro cardíaco, si no lo ha tenido todavía. Son apenas las nueve de la mañana según el reloj de su teléfono, e históricamente eso significaría que Zayn no está ni cerca del reino de vivir el fin de semana, pero Liam es un madrugador y probablemente esté contagiando a Zayn. Louis supone que ya debe estar despierto. Le muestra a Harry las llamadas perdidas, riendo, y luego llama a Zayn, poniéndolo en altavoz y dejando el teléfono sobre la almohada entre ellos. Solo hay un tono antes de que Zayn atienda.

These Inconvenient Fireworks [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora