Parte 9

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El mar estaba tranquilo, la aves habían quedado atrás, ya estábamos lejos de la costa y solo se extendía el gran océano azul frente a nosotros, la nave se mecía con una gracia constante al ritmo de las olas, el susurro del viento se escuchaba pasar entre las velas, los hombres estaban en sus labores y apenas se lograba escuchar el agua donde era surcada con suavidad por el "Goliath", yo estaba al lado del timonel y el silencio apresaba mi corazón, en mi mente solo podía meditar acerca de las cosas que habían pasado y lo que quizás nos esperaba en el inmenso mundo, yo seguía observando el barco mecerse suavemente y con su suave movimiento recordaba los abrazos tiernos que Scarlett me dió el día que fuí nombrado primer oficial, antes de que la noticia nos fuera comunicada, el azul del océano me recordaba su mirada y en el susurro del viento podía escuchar su delicada voz decirme "Vuelve, Vuelve a mi"...

Nuestro viaje solo de ida contemplaba un mes en alta mar, entre 30 y 40 días dependiendo del viento y las condiciones del océano, era bastante tiempo pues yo estaba acostumbrado a viajes mas cortos, nuestro destino era una colonia relativamente nueva que teníamos en América y esta se llamaba "Jamaica", hermosa isla cerca de las costas continentales, se hablaba mucho del paraíso que eran sus playas, no puedo ocultar mi interés por conocer semejante lugar, pero mi corazón se sentía cada vez más solo mientras el barco se alejaba cada vez más y más de Inglaterra, era duro saber que deseaba hacer viajes así desde mi infancia pero cuando finalmente tengo la oportunidad, mi corazón solo desea estar en tierra.

Llevábamos quince días en el mar cuando tuvimos nuestra primera acción de batalla, un barco español apareció al amanecer de ese día, España y Francia habían unido fuerzas para dividirse las conquistas en el proceso de eliminarnos a nosotros, así que debíamos ser muy cuidadosos en cada paso, por eso cuando vi entre la bruma que se extendía frente a nosotros una tenue sombra que se erguía a lo lejos, di el aviso de " Estaciones de batalla " y rapidamente los hombres se levantaron de sus camas y corrieron por su mosquetes y a la posición de los cañones, yo aun no estaba seguro de si esta nave era amiga o enemiga, pero no me podía dar el lujo de dudar y que nos tomaran con la guardia abajo, dichosamente acerté, el capitán Brooks salió de su cabina y sin dudarlo comenzó a girar ordenes, me pregunto si había podido reconocer la nave que se acercaba a lo que conteste que no, pero que prefería a los hombres molestos por una falsa alarma y no muertos por un descuido. Finalmente los barcos se encontraron, en cuanto pudimos distinguir que nave era comenzaron los disparos, primero los cañones de estribor, el fuego y el ruido no se hicieron esperar, sabíamos que los españoles eran fieros en la batalla y estábamos dispuestos a ser mucho mas bravos que ellos, para ese momento ambas naves estábamos intercambiando andanadas de fuego, tres balas de cañón pasaron cerca del capitán y de mi, parte del puente voló en pedazos mientras manteníamos la nave firme para que nuestros cañones no fallaran el blanco, yo podía ver la otra nave sacudirse brutalmente con cada impacto de nuestros disparos, los gritos se no hicieron esperar, escuchaba como los hombres heridos pedían ayuda mientras los otros maldecían a los españoles y juraban que los acabarían. 

El capitán me envió a la cubierta de cañones a dirigir a nuestros combatientes, mientras él guiaba la nave en batalla para hundir esa nave a como diera lugar, la batalla se puso aun más violenta cuando otro barco apareció en la distancia, la bruma estaba despejándose y teníamos más rango de visión, así que el capitán tomó su catalejo y observo que clase de navío se aproximaba, era una nave francesa, definitivamente teníamos problemas pero sin dudarlo nos enfocamos en la batalla contra los españoles, el barco francés tardaría algún tiempo en llegar, en ese lapso de tiempo debíamos ser más diestros que los españoles así que pusimos todo el coraje posible en destruirlos. Con varios movimientos del timón, el capitán Brooks logró colocar la nave en una posición de ventaja al tomar el viento a nuestro favor e impulsar al "Goliath" de manera tal que tomó más velocidad, la nave se estremecía como un dragón con hambre, furioso y sediento de sangre, los españoles contraatacaron con disparos dirigidos a derribar nuestro mástil principal, pero nuestro objetivo en cambio era su timón pues nos daba mas opciones de daño que su mástil, entre el humo y el fuego yacían los cadáveres de varios de nuestros hombres, pero los españoles estaban peor, su nave estaba mas afectada pues nuestros disparos habían perforado parte de su casco, su barco hacia agua y tenían problemas para controlarlo, sabíamos que eran nuestros en ese momento, así que debíamos terminarlos y justo cuando estábamos por disparar a su polvorín un disparo francés nos alcanzó, los franceses estaban en rango de disparo, el combate se había tornado en un dos contra uno, pero el "Goliath" tenía bien ganado su nombre, era un guerrero temible y soportaba las embestidas como una montaña frente a un huracán, nuestra nave era imbatible, de repente un golpe de suerte, los españoles recibieron un disparo que destrozo por completo su timón y con un movimiento muy diestro del capitán pusimos el barco español entre el nuestro y el francés así que disparamos con todo a los españoles mientras el francés intentaba evadirlos para no encañonarlos también, nuestra nave seguía rodeando al barco español hasta que su polvorín finalmente explotó, eso fue todo para los españoles, los franceses al ver esto se sorprendieron, no sabían si sacar del agua a los heridos o seguir luchando, por ende volvimos a embestir usando la misma táctica de dañar su timón.

Los franceses eran astutos, no cayeron tan fácil en nuestro juego, así que cambiamos la estrategia, la primera cubierta dispararía a su mástil y velas mientras la segunda seguiría disparando a su timón, ellos intentaron hacer lo mismo con nosotros mientras ambas naves se rodeaban como dos leones amenazantes dispuestos a morir en la batalla, fue entonces cuando me vino una idea, tome aceite del que teníamos en las lamparas de la nave, bañe varias balas de cañón con el y las disparamos a sus velas, el aceite se prendió con un fuego abrazador quemando las velas enemigas, los franceses intentaban apagarlas y nosotros les seguíamos disparando sin piedad, nuestro casco sufrió daños múltiples pero aun estábamos a flote y el barco seguía moviéndose, como león herido era aun más peligroso y estábamos llenos de furia, los franceses finalmente desistieron de continuar la batalla al ver que sus velas ya no les daban la potencia necesaria para moverse, para ese momento habían pasado dos horas desde que el primer cañonazo se disparó, los franceses en huida, el barco español hundiéndose envuelto en llamas y nosotros dañados pero no vencidos, para cuando la batalla terminó por completo, veintidós buenos hombres habían muerto, el barco estaba bastante dañado y todos los sobrevivientes estábamos agotados, solo podíamos dar gracias al cielo de que los franceses se fueran, no podíamos continuar más.

Ningún español sobrevivió a la explosión del polvorín de su nave y los posteriores disparos de ambas naves, el barco se hundió envuelto en llamas y nosotros aprovechamos a reparar nuestra embarcación, debíamos seguir nuestro curso a Jamaica, ahí nos esperaban otras dos naves de la Royal Navy, antes de poder navegar con seguridad otra vez, estuvimos reparando la nave durante dos días, siempre listos por si regresaban los franceses, aunque dichosamente para nosotros, nunca volvieron así que una vez que pudimos navegar lo hicimos sin lamentos y en silencio.

Finalmente llegamos a Jamaica donde nos esperaban las otras dos naves, al reunirnos los oficiales de cada navío en el puerto, discutimos la batalla y todos los eventos que se dieron en ella, resulta que estas naves habían estado asolando las aguas cortando la linea de suministros a Jamaica e intentaban tomar control de toda la ruta mercante, sin embargo, en esta ocasión cometieron un error de calculo al intentar atacar al "Goliath", supusimos que los españoles creyeron que nuestro buque era mercante al no poder divisarlo bien entre la bruma de la mañana y los franceses siempre navegaban detrás de los españoles como estrategia, así mientras una nave atacaba por un extremo, la otra se acercaba durante la batalla y atacaba por la espalda del navío presa, solo que en esta ocasión, la presa fueron ellos. 

Luego de tres días de descaso, debimos zarpar junto a las otras dos naves de la Royal Navy, debíamos encontrar y destruir toda amenaza a la ruta mercante entre la colonia e Inglaterra y sabíamos de un lobo herido que debía ser rematado, era inminente otra batalla con aquel navío francés, solo que en esta ocasión llevábamos la ventaja numérica, al menos eso pensamos hasta que nos encontramos con ellos nuevamente al tercer día de patrulla. En mi mente llevaba dos cosas, la pregunta de  ¿si encontraría a James nuevamente? y ¿que haría si eso sucedía?, pero creó que las preguntas estaban mal, debí pensar ¿qué haría James si me veía otra vez?...


Mar y SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora