Parte 13

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Llegamos al muelle, la flota entera logró volver de la tan aguerrida batalla que tuvimos, sin duda había sido una victoria como ninguna otra, la gente estaba emocionada e inspirada, el pueblo entero celebraba la derrota de los franceses y españoles en trafalgar, sin embargo, también se lamentaba la perdida del almirante Nelson y muchos buenos hombres que dieron la vida por liberar la patria de las garras de los opresores de la época, jamás volvería a generar terror un barco de Napoleón a ningún inglés, habíamos demostrado el poderío de la Royal Navy en el mar.

La corona decreto un funeral de estado para el almirante Nelson, sería enterrado con todos los honores por haber hecho el sacrificio máximo, entregándole a su nación la libertad y el control de los océanos, ahí estaría Davenport de seguro junto a Scarlett, toda la alta sociedad tendría que asistir si es que se apreciaban de tener un buen nombre y una relación con la corona, así las cosas, la suerte estaba echada, sería en el funeral en donde lograría mi cometido, acercarme a Scarlett, burlar la protección de Davenport y finalmente huir con ella a nuestro hogar, estaba vez no me tomaría por sorpresa, pero solo necesitaba que Scarlett supiera que yo había vuelto y que tenía un plan para crear nuestra vida juntos. Contaba con tres días mientras se hacían los preparativos del funeral, en ese tiempo debía urgir una estrategia que me permitiera llevar a cabo mi meta, no sería sencillo pero lo lograría, de esta forma planee la ruta, la forma en que me acercaría y la indumentaria que necesitaría.

Para estar seguro de que las cosas esta vez si saldrían bien, primero averigüe la ruta que seguiría el funeral, donde se ubicaría la realeza y la alta sociedad, me tomó solo medio día averiguar la organización de estas cosas, después de todo, tenía sus ventajas haber sido el primer oficial del HMS Victory durante esa batalla, el cuerpo del almirante recorrería una distancia aproximada de dos kilómetros desde la iglesia hasta el lugar de reposo que se tenía destinado para él, así que camine por la ruta seleccionada buscando los mejores puntos para ejecutar mis intenciones, debía ser sutil y a la vez cuidadoso, no me podían ver que andaba tramaba algo, especialmente si Davenport tenía a alguien siguiéndome pues mi último intento por escapar con Scarlett era casi perfecto, pero ¿como pudo Davenport darse cuenta de nuestros planes?, sin duda tenía que contar con alguien que le facilitara información, por esto precisamente yo no podía confiar en nadie y debía ser discreto en todo momento, una vez que memorice la ruta y mis puntos de operación, me dispuse a la segunda parte de mi plan, la indumentaria, esta debía darme la oportunidad de acercarme a Scarlett, de permitirme moverme con cierta libertad y facilitarme la huida con mi amada, así que con todas estas características solo se me ocurrió una vestimenta en particular... -y la verdad, era muy buena...

En fin, ya con la ruta y la indumentaria listas, solo me faltaba el escape, así que moví algunas cuerdas para poder conseguir un carruaje, un punto para ubicarlo y obviamente, las distracciones adecuadas para facilitar la huida, todo se mueve a base de dinero, así que aunque fui algo deshonesto para lograr conseguirlo, no dejaría que mi conciencia evitara que finalmente pudiera vivir mi sueño al lado de la mujer que me animaba con su recuerdo y amor día a día.

Finalmente, el día llego y me dispuse a ejecutar mi elaborado plan, el cortejo fúnebre se desplazaría lento para que todos los ciudadanos pudieran darle el adiós a su héroe de guerra, de ser sincero al decir que este funeral fue majestuoso, realmente me impresionó el respeto, lo solemne y el lujo que se dio en todo momento, realmente querían agradecerle al almirante su lucha para que la madre Inglaterra tuviera por fin el control que necesitaba sobre los mares del mundo, gracias a su empeño, su valor, su capacidad de mando y su visión, este hombre guió de manera honrosa y valiente la flota a su más maravillosa victoria sobre todos aquellos que pretendían someternos. Eso pensaba yo mientras con mi traje de cochero acompañaba el féretro de nuestro almirante y tan solo un carruaje atrás del que llevaba a los Davenport, mientras las flores adornaban el camino que seguía esta procesión,  yo observaba a mi amada al lado de su padre con detenida admiración, en su rostro se dibujaba una angustia terrible, sus tradicionalmente hermosos ojos azules se veían enrojecidos por las lágrimas y su piel blanca y suave se había tornado rojiza y algo triste, sin duda alguna había estado pasando momentos muy duros desde la última vez que nos vimos, pues aun con nuestros cuerpos distantes, su corazón latía como uno con el mío.

Mar y SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora