Me presente como me fue indicado en el puerto de la flota, busque el barco al que debía integrarme y al verlo solo pude suspirar, tenía esa sensación extraña recorrer mi cuerpo, un frío desanimo me invadía mientras contemplaba la nave, era realmente majestuosa, pero al fin solo sería siempre un arma de muerte y destrucción, podía perder la vida en ella en cualquier momento y solo tres personas me extrañarían, mis padres y Scarlett, por primera vez deje que ese chico tan alegre, tan inocente y deseoso de descubrir el mundo cerrara los ojos, ya no podía ser el mismo, no ya no, algo había cambiado dentro de mi, la brisa fresca me hacía sentir la soledad en que estaba, a estas alturas todo parecía estar perdido para mi, la vida no era lo que esperaba de ella. Camine lentamente a la nave y me presente con el Almirante Nelson, me saludo de manera muy amable y se porto realmente ameno, sin embargo, mi espíritu estaba lejos de ese lugar y mi corazón también.
El almirante me pidió que revisara la nave y la preparara para salir, así que resignado a mi destino tome las notas y comencé a chequear cada parte, la reservas de agua y alimentos, las municiones, el orden y aseo de la nave, su estado general y todo lo que me competía como primer oficial, pero ahí en mi mente, como una sombra silenciosa se levantaban mis dudas, al estar en la cubierta y cerca del timón, observe toda la nave de un extremo a otro, vi las aves volar alrededor, los hombres trabajando con esmero y en lo alto las nubes silenciosas deslizándose hacia la profundidad del océano, mi mente tenía congelado el tiempo, en mis ojos se dibujaban recuerdos de mi niñez, mi adolescencia y mi vida actual, mucho había perdido ya, poco había logrado ganar, así que lo decidí, por Scarlett y por mi, tenía que alejarme de todo eso para empezar a vivir realmente, ya era suficiente muerte a mi alrededor, ya era suficiente de tanta desgracia, la noche llegó y yo no me había movido de la cubierta del Victory, me torturaba las ideas de lo que pude haber hecho por salvar a James de esa vida, de como perdí a Smith en esa batalla, de como había visto tanta desolación, ¿en qué momento me metí en todo esto?, ¿cuando mi vida dió este giro? y sin respuestas me fuí a dormir.
Esa noche no descanse, la imágenes iban y venían, mil y un cosas me seguían dando vueltas en la mente pero finalmente tome una decisión, huiría con Scarlett, era lo más sensato para poder tener una vida con ella, ya tenía algún dinero, compraría una casa lejos de ahí, usaríamos otros nombres y viviríamos lo que hasta ese momento nos había sido arrebatado. Al amanecer busque al almirante y le pregunte cuando zarparíamos, su respuesta me lleno de valor para actuar en mi plan con Scarlett, en quince días debíamos reunirnos con el resto de la flota al oeste de España, había un gran plan tejiéndose para derrocar todas las ambiciones imperialistas de España y Francia, pero mientras ese día llegaba, teníamos licencia para descansar y divertirnos, ese era nuestro momento, así que salí de ahí para ir a buscar a Scarlett, pero primero iría a buscar esa casa que deseaba convertir en un hogar con ella, fue así que compre en un pueblo tranquilo y distante de Londres esta casa de cerca blanca y de dos pisos, las rosas fuera de ella me parecieron un bello detalle para que Scarlett se sintiera a gusto, era una casa sencilla pero acogedora, su interior me recordaba mi hogar distante donde me crié con mis padres, y pensé, -Es perfecta, a mi amada le encantara-.
Ya tenía la casa, había pensado en los nombres para ambos y todo nuestro futuro planeado, yo trabajaría en lo que siempre fuí bueno y aprendí de mi padre, carpintero y trataría de darle todas las cosas más hermosas del mundo a mi dulce ángel, las cosas finalmente cambiarían para nosotros, ya era hora de tomar las riendas de nuestras vidas, así que volvía Londres a buscar a Scarlett, al llegar a su casa la observe como siempre en la ventana de su habitación, la llame y bajo con su mirada algo triste, ya sabía que me habían asignado al Victory, sabía que teníamos poco tiempo y su rostro siempre hermoso y lleno de luz, se había tornado triste y silencioso, me comento que lo sabía todo, como su padre había intentado alejarme de ella, sabía que planeaban y porque me habían asignado al Victory, - no hables más amor mío y besame- eso le dije y ella solo me miró y sonrió suavemente, me beso como si su corazón quisiera irse conmigo en aquella nave, sentí su amor y dolor en ese instante, la agonía que nos hundía en esa pozo lleno de desesperación era fuerte, parecía que nunca estaríamos juntos, ahora entendía porque no me habían dado el mando del Goliath, ahora entendía porque tantas misiones peligrosas y tan lejos, Davenport solo quería que muriera en esas batallas pero sus planes se habían frustrado, por eso me asignaron al Victory, al ser este el barco insignia de la flota y yo su primer oficial, no podría volver a tocar tierra en mucho tiempo y quizás jamás lo haría otra vez.
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Mar y Sangre
AdventureEs una historia de un joven que deseaba conocer el mundo como marinero, se ambienta en los años donde Inglaterra y Francia luchaban por el control del Océano Atlántico cerca de los años 1780 a 1811, ahí nuestro héroe llegara a conocer la aventura, l...