:: Capítulo Trece ::

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Hola gente querida!

Volví para actualizar otra vez con un nuevo cap. En esta ocasión les traigo más miel para deleitarlos, nuestros adorados totortolitos están cada vez más enamorados y poquito a poco nos estamos acercando al final de esta historia... Pero no deseseperen, que aún quedan varios caps para seguir disfrutando!

Gracias por los comentarios de mis fieles y queridas seguidoras! No dejen de escribirme, todo lo que me dicen me resulta sumamente estimulante para seguir produciendo! Les agradezco de corazón que estén tan pendiente de mis avances y de que les guste lo que hago!

Bueno, lean el TRECE en paz y cuéntenme qué les pareció!

Todos los personajes pertenecen a su autora, Naoko Takeuchi, yo sólo los tomé prestados.

Saluditos!

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:: Capítulo Trece ::

Pasaron algunas semanas.

Darien se sentía cada vez mejor. Estaba poniendo todo su empeño para reparar su vida, para sanar sus viejas heridas y para intentar ser feliz. Asistía a terapia cada semana, aún le costaba abrirse del todo en las sesiones, pero la psicóloga que lo atendía era muy respetuosa y comprensiva con sus tiempos, al menos él se sentía cómodo trabajando con ella. También había mejorado su rendimiento en el trabajo, en el avance de sus estudios y llevaba un ritmo de vida muy ordenado en comparación a lo que siempre había sido habitual en él. Se sentía pleno, tranquilo, seguro de que esta vez sí estaba consiguiendo hacer las cosas bien.

Por su parte Serena también estuvo muy feliz y motivada durante ese tiempo. Ya casi terminaba su práctica y estaba ultimando detalles de su trabajo final. Esperaba poder graduarse a fin de año, así que le dedicaba mucho tiempo y esfuerzo a sus estudios para poder alcanzar sus objetivos. Había reducido las horas de trabajo en la librería, pero aunque la principal excusa era estudiar también aprovechaba para poder pasar más tiempo con Darien.

Entre ellos las cosas marchaban mejor que nunca. Se veían casi todos los días, hacían muchas cosas juntos, paseaban, se reunían con sus amigos, iban al cine, hasta se juntaban a estudiar. Se acompañaban, compartían todo lo que hacían, se necesitaban, se amaban y se sentían tan felices juntos... Todo era más que perfecto.

Una tarde, después de terapia, Darien estaba en la placita de siempre donde se encontraría con Serena como ya era su costumbre. Ella ya le había avisado que estaba un poco retrasada y él se sentó en una banca para esperarla.

Serena no demoró mucho en aparecer y la vio acercarse corriendo hacia él con una alegre sonrisa. Cuando llegó se sentó a su lado y lo abrazó efusiva. —Perdón, se me hizo tarde.

Él reía y también la abrazaba. —Me acabo de sentar, no demoraste ni un minuto —y la besó en los labios con dulzura.

Ella suspiró aliviada. —Lo sé, pero estoy tan a las corridas últimamente que temo llegar tarde a todos lados.

—Eres demasiado metódica, Serena —bromeó él—. Relájate un poco o te dará un ataque.

—Disculpe 'señor relajado', cierto que a usted no le cuesta estar tranquilo con sus estudios porque es un cerebrito —y le desordenaba el cabello para molestarlo.

Él no dejaba de reír. —¿Cómo estás? ¿Cómo te fue en la supervisión?

Serena asistía a su facultad una vez por semana para hacer consultas sobre su trabajo final. —Bien —contaba mientras acomodaba el cabello de Darien—, pero estoy muy ansiosa. Me vuelve loca la profesora, es muy exigente.

Lilac WineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora