Sexy.

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Eran las dos de la madrugada y mi hermano estaba pasado de copas, arrastraba las palabras y ya me estaba resultando atorrante

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Eran las dos de la madrugada y mi hermano estaba pasado de copas, arrastraba las palabras y ya me estaba resultando atorrante.
-Creo que lo mejor sería que lo lleves a la cama -me dijo Alex recogiendo las copas- yo pediré un taxi.
-Puedes quedarte, digo, es muy tarde para que te vayas -le dije ayudando a mi hermano a levantarse.
-No ¿cómo crees? -frunció el ceño- Me incomodaría eso.
-Vamos Alex -le sonreí- ya eres parte de la familia, a Cal no le va a molestar que te quedes, eres su novia -mi hermano apenas y podía mantenerse en pie- llevaré a Cal a la habitación y cuando regrese, espero que tu respuesta sea que sí.
-Pipesssss -me dijo Cal arrastrando la s cuando lo acosté sobre la cama- ¿por qué todo da vueltas? -me reí.
-Porque la felicidad se te fue de las manos y te has bebido toda la botella de vino, duérmete -le quite los zapatos- mañana será un nuevo día -le bese la frente.
-No te vayas -me pidió- por favor.
-Cal, afuera está Alex y no quiero dejarla sola por mucho tiempo -no me respondió, ya está, se había dormido.

Alex estaba sentada y con la copa de vino en la mano, al menos ella y yo seguíamos sobria.
-¿Te molesta si sigo bebiendo? -me dijo mojando sus labios con su lengua, sentí mi garganta secarse.
-No te preocupes -contesté- estás en tu casa -recogí y terminé de lavar los platos cuando sentí su respiración muy cerca de mi oreja.
-Disculpa ¿podrías lavarla? -era su copa, ¡demonios! No podía hacer eso.
-Se... Seguro -dije titubeando.
Se apoyó en el marco de la puerta a esperar que terminara de lavar y recoger el restante de los platos.
-Muchísimas gracias -me sonrió.
-No es nada Alex -le sonreí nuevamente- puedo prestarte algo de ropa -la miré de arriba abajo, aprovechándome- eres más alta que yo, pero algo puedo ofrecerte.
-Lo agradecería muchísimo -caminé hacia mi habitación y ella me siguió, Cal tenía razón, era muy encantadora pero no menciono que también, era demasiado sexy, debería llamarse Alexandra Sexy Vause, me reí- ¿ocurre algo?
-Nada -respondí borrando la sonrisa de mi rostro- sólo estaba recordando algo, ten -busque una de las más atrevidas que tenía sólo para verla y disfrutarlo, espera ¿qué demonios estoy haciendo? ¡No! Alex es la novia de Cal- te espero afuera para que te cambies.
-Oh, no tengo problema en que te quedes aquí -empezó a quitarse la ropa y yo empecé a sudar frío ¿cómo es que no tenía problema alguno? Bueno, tomando en cuenta que no sabe que me gustan las mujeres y de que ella es muy muy sexy.
-Buscaré mi pijama y me cambiaré en el baño -la miré nerviosa y salí de mi habitación, no sabía que estaba pasando, pero no podía pasar, sí, Alex era hermosa y preciosa, pero es la novia de mi hermano y eso ya la hace intocable.
Al salir la vi acostada en mi cama, instantáneamente me vio y sonrió, oh Dios no, ¿por qué me estaba pasando esto a mí?
-No tengo sueño ¿tú sí? -me preguntó, negué con la cabeza- Podemos hablar, si lo deseas.
-Te escucho -guardé mis zapatos en el armario y me senté en la cama.
-¿Qué haces mientras Cal trabaja? -acariciaba uno de sus mechones negros sin dejar de verme.
-Soy estudiante de psicología, ya casi termino la carrera y el lunes comienzo a trabajar como asistente administrativa de una pequeña empresa que vende artículos para animales, ¿qué hay de ti?
-Soy colega de Cal, sólo que él se encarga del departamento de redacción y yo del de edición, aunque hayamos estudiado la misma carrera, cada uno se fue por ramas distintas.
-¿Y siempre lo conociste? La verdad me sorprendió que no te haya mencionado antes.
-Fuimos muy discretos, tu hermano es increíble y se dio una buena conexión entre nosotros sólo que hay que empezar desde abajo, no me gusta las cosas precipitadas -justo lo que yo sentía que Cal estaba haciendo, debía aconsejarle, no quería que se llevara una mala ilusión- pero hablemos de ti, es que la verdad tu hermano me hablo de la maravillosa hermana que tiene que tengo que comprobarlo con mis propios ojos -nos reímos.
-No tengo nada en especial, ya te dije, estudio psicología y pronto comenzaré a trabajar, esa es toda la vida de Piper Chapman.
-¿Tienes novio? -negué con la cabeza, aquí venía otra vez la historia del porque me gustaban las chicas y no los chicos o eso creía- ¿Cuándo fue tu última relación?
-Hace dos o tres meses -bajé la mirada y empecé a jugar con mis dedos.
-Lo siento, no quise incomodarte o algo -se disculpó al ver mis gestos.
-Oh no Alex, no te preocupes -le sonreí- no pasa nada.
-Suelo ser muy confianzuda, no puedo controlarlo -me dijo- si en algún momento sientes que abuso, házmelo saber por favor.
Oh no querida, tu jamás abusarías, pensé.
-Sí claro -la miré, no podía dejar de mirarla- ¿puedo preguntarte algo? -ella asintió- ¿De verdad quieres a Cal?
-Sí ¿por qué lo preguntas? -me encogí de hombros- Escucha Piper -se incorporó en la cama- sé que es tu hermano y que lo quieres, te juro que lo quiero muchísimo, no te voy a decir que estoy enamorada de él porque sería mentirte, pero sí, lo quiero y realmente deseo que todo se dé entre nosotros.
-Gracias -respiré profundo, esperaba algo así como respuesta.
-Me causa ternura que sean tan unidos -me sonrió.
-¿No tienes hermanos? -negó con la cabeza.
-Me hubiese encantado, pero mamá ni siquiera planificaba tener un bebé, digamos que estoy aquí gracias a una noche de pasión y locura que tuvo con uno de sus ex compañeros de banda y ahí quedó todo.
-Bueno quizás Cal ya te lo comentó, mis papás murieron en un accidente, papá murió al instante y mamá, aunque estaba grave, yo tenía muchas esperanzas, pero no resistió la operación -sentía una especie de vacío dentro de mí.
-Cariño -Alex me acarició el hombro- no hace falta que me cuentes eso tan rudo para ti ¿vale? -asentí- Y creo que es hora de dormir, mírate esos ojitos rojos ya.
-La habitación de Cal es la siguiente puerta, justo al lado de la mía -le dije luego de que se levantó de la cama.
-Gracias -yo estaba acostada, la vi acercarse y me dio un beso en la mejilla, no lo veía venir, cuando su respiración chocó con mi cara, sentí una especie de cosquilleo dentro de mí.
-Feliz noche Piper, que descanses -le sonreí, apago la luz y cerró la puerta, sentía la boca seca, escuche sus pasos y tras ellos, la puerta cerrarse.
Sólo podía mirar el techo, mi sueño se había esfumado y es que después de eso, no podía siquiera conciliar el sueño, joder. Lleve mis manos hacía mis senos y comencé a acariciarlos por encima de la ropa, tenía que quitarme de alguna manera u otra las ganas que tenía por la novia de mi hermano, fui dejando caricias en mi abdomen hasta bajar a mi sexo, ya estaba húmeda y sólo había pensado en ella, me la imagine entrando a mi habitación pidiéndome que la hiciera suya.
-Si Piper -me dijo con su voz ronca- quiero que me hagas tuya, por favor -suplicó.
Sólo pude quitarle la ropa y empezar la acción, acaricie su sexo de arriba abajo con uno de mis dedos, la oí jadear, aun así, se veía increíblemente sexy, introduje dos dedos dentro de ella y empecé a moverlos, me pedía insaciablemente que la hiciera acabar y aquello me excitaba aún más, aceleré mis movimientos hasta que sentí su sexo y su cuerpo contraerse, me miró y sonrió.
-Ven aquí y bésame -me dijo y así fue, la bese como nunca antes había besado a nadie.

Había llegado al orgasmo pensando en Alexandra Vause y no me sentía culpable por ello, estaba mal desearla, pero eso no significaba que no pudiera fantasear en mi mente, cerré los ojos y me dormí.

Enamorada de la novia de mi hermano {VAUSEMAN, TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora