El infierno.

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NARRA ALEXPiper seguía abrazada a mí, lloraba como nunca la había visto o escuchado y me partía el alma verla así y no poder siquiera ayudarla

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NARRA ALEX
Piper seguía abrazada a mí, lloraba como nunca la había visto o escuchado y me partía el alma verla así y no poder siquiera ayudarla.
-Pipes -le dije acariciando su cabello- tenía que pasar, en cualquier momento y lo sabes -de un momento a otro sus sollozos cesaron, me miró y aún con los ojos llenos de lágrimas, me sonrió.
-Gracias Alex -me besó, saqué sus lágrimas y seguí abrazándola, estalló en llanto de nuevo.
-Estoy aquí por y para ti, nunca lo olvides.

Nos acostamos y para intentar tranquilizarla, empecé a hacerle cariñitos en el cabello, no sé por cuanto tiempo estuvo llorando y tampoco se por cuanto tiempo la consolé, sólo sé que su silencio y sus lágrimas dolían más que cualquier cosa. Besé su coronilla y la pegué más a mi cuerpo hasta sentir su respiración volver a la normalidad, sentí pequeños espasmos de su parte debido a todo el tiempo que estuvo llorando, cuando pude notarlo, había logrado quedarse dormida.
No pude siquiera conciliar el sueño ¿y cómo iba a hacerlo? Si me mente sólo pensaba en Piper y Cal, honestamente, no me sentía mal por estar con ella y tampoco por haber dejado a Cal, siempre he sido frontal con las decisiones que tomo y también he aprendido a no dar explicaciones, pero lo mal que me estaba sintiendo era por ver a Piper en ese estado, siendo un mar de lágrimas.

NARRA PIPER.
Mis ojos pesaban y me costó acostumbrarme más de lo normal acostumbrarme a la luz, me di la vuelta y allí estaba Alex, sonriéndome.
-¿Mejor? -me preguntó, asentí- ¿Segura? -me encogí de hombros, me abrazo e inhale su olor, aún con todo este caos, podía sentir que no estaba sola.
Me levanté y busque mi celular, salí hacia la sala de estar, marque el número de Cal, pero nunca obtuve respuesta alguna, lo intenté al menos unas cuatro veces más y al último intento, decidí dejarle un buzón de voz.
"Hola Cal, no sé dónde estás y no me has avisado, sólo espero que estés bien, cuídate por favor"

Sentí los brazos de Alex alrededor de mi abdomen, giré sobre mis talones y ambas sonreímos.
-No me contesta -le dije dejando el celular a un lado- y debo admitir que te ves muy sexy con mi ropa -la vi y traía un short lila ceñido al cuerpo, a mí me quedaba un poco más suelto, pero a ella, le dejaba una buena vista de su culo y tenía una camisa de tirantes negras que también le quedaba pequeña, dejando ver un poco su abdomen.
-Ya te dije Pipes, dale su tiempo -me sonrió- ahora, no creo poder decir lo mismo de ti si algún día usas mi ropa -río, enarqué una ceja.
-¿Se está burlando de mí, señorita Alex? -solté muy seria.
-Me temo que sí señorita Piper -se acercó a mí, haciéndome lucir muy pequeña y también, haciendo latir mi sexo, era increíble lo mucho que me excitaba esta mujer.
-Muy mal señorita Vause -mordí mi labio inferior, me puse de puntillas y le besé los labios- tendré que darle un castigo.
-¿Un castigo? -enarcó una ceja, la pegué más a mi cuerpo y la besé con mucho deseo, sin ponerme un dedo encima podía saber y sentir lo mojada que estaba por su culpa.
-Mjum -dije entre besos, llevándola hasta mi habitación, cerré la puerta y la empuje a la cama- usted se lo ha buscado, señorita Vause -me monté sobre ella, pegó sus pechos a los míos dejándome sentir sus pezones erectos, negué con la cabeza- nadie le ha dicho que pueda hacer eso.
-Me encanta romper las reglas -me dijo luego de morderse el labio inferior, maldita sea, que mujer tan sexy.
-Puedo verlo -la empuje nuevamente haciéndola caer completamente en la cama- pero no me gusta que me desobedezcan -uní sus dos brazos apretándolos fuertemente con mi mano izquierda- porque puedo ser muy mala.
-Sé mala conmigo Piper -me susurro, con la mano libre toqué sus senos, estaban duros, los pellizqué suavemente y lentamente iba apretando más fuerte hasta que la escuché quejarse.
-¿Así? -le pregunté y ella asintió con la cabeza, miré a mi alrededor y vi el cable de mi iPhone en el piso, lo agarre y termine por amarrarle las manos- sin moverse señorita Alex Vause -la ayude a darse la vuelta y le pedí que se arqueara, dejándome una buena vista de su trasero, fue inevitable no nalguearla.

Le quité el short y sonreí al ver sus nalgas, su tez era lisa y me encantaba, la braga que traía era blanca, masajeé una de sus nalgas para después nalguearla nuevamente haciéndola estremecer, deposité pequeños besos en ellas mientras escuchaba a Alex regocijarse del placer que le provocaba aquello, la sorprendí con un mordisco, su quejido me pareció excitador, lentamente busque su sexo y me adentré en ella, estaba muy mojada, tanto que goteaba, los movimientos eran lentos, besé de nuevo una de sus nalgas, metí otro dedo en ella y empecé a hacer los movimientos más rápidos viéndola retorcerse del placer, tome su cabello y lo halé levemente haciendo visible su cara, estaba roja y algunas gotas de sudor perlaban su frente.
-Vamos señorita Vause, usted sabe lo que quiero -le dije nalgueándola mientras seguía penetrándola, sus gemidos se hacían más fuertes y roncos con cada embestida que hacía en ella.
-Piper -me gritó- para -me dijo y eso hice.
-¿Qué ocurre? ¿Te lastime? -se incorporó y me miró- Lo siento, no quería hacerlo -toda la excitación y el deseo del momento, se había esfumado.
-Piper -me dijo de nuevo con su voz ronca, la vi sonreír, con sus manos amarradas pasando sobre mi cuello, me llevo hasta ella, me besó.

Cuando pude darme cuenta, estaba sobre mí, su excitación y deseo era palpable, sus ojos chispeantes me hablaban y me hacían saber que lo que estaba sintiendo estaba empezando a ser bastante fuerte. Siguió besándome fuertemente, mordiendo mis labios y pegándose a mi cuerpo, cerró mis piernas, empezó a moverse de arriba abajo y después en movimientos circulares, me encantaba ver a esta Alex hambrienta de sexo.
-Mírame -me pidió, miré sus ojos verdes llenos de deseos y ya empezaba a sentir que llegaría al orgasmo- lleguemos juntas -me dijo besándome de nuevo.

Sus movimientos empezaron a ser más rápidos y con ello, mordía con más ímpetu mis labios, me dolían, pero el placer que estaba sintiendo en ese momento era tanto que le reste importante. De pronto se detuvo y empezó a moverse más lentos hasta que sentí su cuerpo tensarse, la halé del pelo sin dejar de mirarla, de pronto todo dentro de mí empezó a liberarse para después relajarse, cuando volví en sí, su cabeza reposaba sobre mi pecho y su respiración era muy agitada.
-Respira preciosa -le dije con mi respiración entrecortada, podía sentir los pequeños espasmos en su cuerpo.
-Ha sido uno de los mejores de mi vida -sonrió al verme para después besarme.
-La quiero señorita Vause.
-Y yo la quiero a usted y a su sorprendente manera de llevarme al infierno con cada cosa que hace en mí.
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Hola mortales:3, estoy enormemente agradecida con ustedes por sus comentarios, me agrada que les guste, en serio.
By the way, ya somos 11.2K y eso está de INFARTO, gracias infinitas por hacerlo realidad.

Les mandos muchos besitos, disfruten y haré todo lo posible por actualizar seguido, diría el gran Cerati, GRACIAS TOTALES.

Enamorada de la novia de mi hermano {VAUSEMAN, TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora