Paren el mundo que me quiero bajar.

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NARRA PIPER

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NARRA PIPER.
Escuché mi celular sonar a lo lejos, corrí a la habitación y mi corazón latía rápidamente al ver quién era, era Alex, contesté, pero no podía ni quería decirle nada.
-Pipes -su voz  sonaba más ronca de lo normal- quería saber que estabas bien -mi respiración era fuerte, escucharla me dejaba en total estado de shock- dime algo, por favor -suplicó- necesito convencerme de que no solo estás escuchándome, sino que también estás sintiéndome porque yo te siento Pipes, en cada parte de mí, cierro los ojos y estás tú, están tus manos acariciando mi piel, tu boca besando mis labios y cada espacio de mi rostro, escucho tu voz a donde quiera que vaya -sentí ganas de llorar- ahora sé lo que se siente que diga tu nombre la persona que quieres ¿y sabes por qué Pipes? -lloré, no podía contenerme- Porque nada suena más hermoso de tu voz que mi nombre, un simple nombre ha empezado a tener sentido por ti -arrastraba las palabras, parecía que hablar era una de las cosas más difíciles que estaba haciendo justo en este momento- te quiero Pipes y sé que tú también me quieres pero lo entiendo -¿Qué si la quiero? ¡Claro que la quiero! - entiendo que no podamos seguir siendo, pero -deje de respirar, quería saber su respuesta, pero a la vez, no- seremos, en algún momento, en algún tiempo, no importa cuando, ni en dónde -las escuché llorar- de eso estoy segura -silencie mi llanto, mi mente y todo dentro de mí estaba en blanco, sin saber que hacer o decir…
-Alex -dije con voz ronca- ¿por qué todo tiene que ser tan complicado? Si yo te quiero y tú me quieres, porque sí, te quiero, pero en este momento, no quiero seguir haciéndole daño a Cal y tampoco a ti -dije con mucha culpabilidad- pero tampoco quiero dejarte ir, no nos lo merecemos.
-No Pipes, no lo merecemos -la escuché.
-Feliz noche Alex -le dije dulcemente, no quería dejar de oírla, pero si seguía hablándole, iba a terminar queriendo estar con ella, repitiéndome una y otra vez que, aunque quisiera y lo intentara, no podía sacarla de mí- te quiero -y colgué.

No paraba de llorar, escucharla y saber que estaba igual o peor que yo, me destrozaba. Había una solución, de eso estaba segura pero no quería que dicha solución, le hiciera más daño del que ya le estaba haciendo a mi hermano.
-Pipes -lo oí desde el pasillo, limpié rápidamente mis lágrimas, me di la vuelta y fingí que estaba acomodando algo en la cama.
-Dime -contesté con voz ronca.
-¿Estás bien? -su voz se escuchó más cerca.
-Sí -respondí.
-Tu voz no me convence -sentí sus manos en mis hombros, como haciéndome saber que él estaba ahí para mí, me volví hacia él con la mirada en el piso- mírame -me dijo, me hizo mirarlo a la cara- ¿qué pasa contigo? -lloré de nuevo y me lancé en sus brazos, abrazándolo fuertemente, nunca quise hacerle daño, sólo quería que fuera feliz- Eres mi hermanita y siempre vas a serlo, lo sabes ¿verdad? -asentí con mi rostro en su pecho- Te amo Pipes y me duele verte así y no saber qué hacer o que decirte -me abrazó más fuerte.
-Sólo quédate así conmigo, por favor -olí su fragancia, sentí como besaba mi coronilla y me apretujaba más hacía él, logré sentirme en paz en ese momento, me había olvidado por un momento de Alex, de mí, de lo que sentía, de todo y sólo estábamos Cal y yo.

No sé por cuanto tiempo nos quedamos así, pero en todo ese tiempo a su lado, recordé mi infancia a su lado, a mis padres, mi vecindario, mi habitación, mis juguetes, todo lo que había tenido y de lo que él había sido parte, también recordé que, de todas esas cosas, lo único que me quedaba era él, aterrada lo miré suplicante y le dije:
-No te vas a ir nunca ¿verdad? -sentí miedo de perderlo alguna vez, fuera por la razón que fuera.
-No Pipes y menos sin ti -me besó la frente y limpio mis lágrimas, me costaba ver debido a la intensidad con la que había llorado.

Enamorada de la novia de mi hermano {VAUSEMAN, TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora