Soy Piper Chapman, estudiante del último año de psicología.
Ella es Alexandra Vause y es la novia de mi hermano, Cal.
¿Algo peor que tener a la tentación al alcance de tus manos?
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El resto de los días concurrieron con normalidad, sin salir de mi rutina hasta que el viaje de Cal había llegado, el día anterior, había traído a casa unas cosas de Alex, no había podido hacerlo desistir de su idea. Alex y yo lo acompañamos al aeropuerto. -Avísame cuando llegues por favor -le dije abrazándolo muy fuerte- te quiero. -Yo también te quiero mocosa, escríbeme para cualquier cosa que necesites ¿está bien? -asentí- Y tú hermosa, cuídate y cuida de mi Pipes -puse los ojos en blanco- estaremos en contacto -se besaron con tanta emoción que me sentí molesta. -Deseo que el viaje vaya bien mi amor -lo beso nuevamente- avísanos cuando llegues.
Vimos a Cal caminar hasta donde abordaría el avión, iban a ser cuatro días, pero no dudo en que serían lo más largos de mi vida. -¿Qué te gustaría cenar? -me dijo Alex de camino a casa. -Da igual -me encogí de hombros- siempre disfruto la comida -Alex me golpeo levemente el brazo, quite la vista de la carretera y la mire frunciendo el ceño. -Lo siento -se disculpó riendo- lo mereces por esa respuesta tan simple y odiosa en la vida. -Es la verdad Alex -volví la vista a la carretera- lo que desees hacer para mí, está bien. He quedado encantada con los cupcakes, pero debes ganarte mis respetos, así que sorpréndeme -sonrió ladeadamente. -¿Podemos pasar por el supermercado antes? -asentí.
Nos detuvimos a comprar unas cosas para la cena, estaba ansiosa por saber que prepararía, la vi guardar verduras y especias, se le veía realmente fascinada ante algo que, para mí, era muy simple. Me encantaba cocinar, pero no lo veía más que algo necesario para cubrir mis necesidades, como era comer. -¿Listo? -le pregunté mientras caminábamos a la caja. -Sí -sonrió encantada, oh Dios, era preciosa.
Llegamos a casa, la ayudé a sacar las cosas de las bolsas, intenté ayudarla, pero ella se negó: -Ve a hacer tus cosas y cuando esté listo, te lo haré saber. -Como diga la jefa -me reí y me fui a mi habitación, tome mi teléfono y llame a Nicky, pero nunca respondió, no se me había olvidado nuestro trato y estos días en la Universidad no la había visto, lo cual me preocupaba porque conociéndola, ella siempre hacía cualquier cosa porque yo la notara. Piper~ -Nichols, no te sirve de mucho hacerte la perdida, no querrás ver a la fiera molesta. Escríbeme en cuanto leas mi mensaje.
Le escribí a Polly, hoy no había ido a clases. Piper~ -¿Todo bien Harper? Polly❤ -Sí Chapman ¿por qué? Piper~ -Hoy no te vi en clases. Polly❤ -Estoy en mis días y no me sentía bien, pero tranquila, todo bien. Piper~ -Estaré con la novia de mi hermano hasta el lunes ¿qué te parece? Polly❤ -Emocionante Sonreí, por estas cosas, Polly y yo éramos tan amigas, ella me conocía perfectamente. Piper~ -Aunque no quiero hacer algo de lo cual deba arrepentirme después. Polly❤ -Vamos Chapman, mantente al margen de las cosas entonces. Recuérdate constantemente que no es cualquier persona, es la novia de tu hermano, vamos, memorízalo. Piper~ -Gracias por al apoyo, supongo jajajaja. Polly❤ -Sólo trato de ser lo más racional posible, no me gustaría estar en tu lugar. No sé lo que sientas al respecto por ella, pero no debes permitirte sentir más de ahí y no por lo que pueda pasar, sino por ti.
Leí el mensaje y dejé mi celular a un lado, Polly tenía razón, pero era difícil, era difícil saber que estábamos compartiendo el mismo aire y no hacer nada por ello, Polly y yo nunca habíamos hablado a fondo de lo que sentía por Alex, pero no hacía falta, ella me conocía y también conocía la situación. -Piper, estoy llamándote -Alex interrumpió mis pensamientos, estaba de brazos cruzados y el peso de cuerpo, reposaba en una de sus piernas. -Lo siento Alex ¿qué me decías? -me incorporé en la cama y la miré apenada. -La cena está lista, vamos -me extendió su mano, la miré y me levanté, no iba a agarrarle la mano, suficiente tenía con sentirme como me sentía.
Al sentarme a comer, quedé atónita con lo que había sobre ella, era un platillo típico del medio Oriente, se llamaba Hummus, miré a Alex y ambas sonreímos. -¿Cómo supiste que me gustaba? -ella se encogió de hombros. -Se dice el pecado más no el pecador, buen provecho Piper -comenzó a comer, tenía una idea de quién había podido ser partícipe de esto, pero le resté importancia y decidí disfrutar de la comida.
Alex había terminado de comer, estaba en la cocina fregando los platos, al terminar la comida, me levante e iba a esperar que terminará para fregar el mío, pero se me ocurrió una idea mejor. -¿Puedes lavar el mío? -le susurré muy cerca del oído, me acerqué tanto a ella que mis pechos estaban contra su espada, sentí su cuerpo tensarse. -Piper -comentó exaltada- me has asustado -se dio la vuelta y quedamos frente a frente, sentía su respiración chocar contra mi boca- claro, permíteme -me sonrió nerviosamente y le entregue mi plato para después irme a mi habitación sintiéndome victoriosa.
