Soy Piper Chapman, estudiante del último año de psicología.
Ella es Alexandra Vause y es la novia de mi hermano, Cal.
¿Algo peor que tener a la tentación al alcance de tus manos?
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Mi despertador sonó a las cinco y media de la mañana, mi primera clase era a las siete y ni siquiera era tan importante, me tapé la cara con la cobija queriendo dormir unos minutos más, pero era demasiado tarde, Cal venía por mí. -Arriba mocosa -me dijo halando la cobija- no voy a permitir que empieces mal tu primer día de trabajo -era un amor con patas. -Cinco minutos. -Sólo cinco minutos ¿ok? Iré a hacer el desayuno. No sé cuánto tiempo paso, pero desperté y fui a bañarme, esta vez con agua fría para despertar del todo, abrí el closet y empecé a ver mi ropa, el chico que me había entrevistado me dijo que no hacía falta que me vistiera tan formal pero que no fuera informal, escogí unos pantalones color caqui a la cadera y una camisa manga larga de botones junto con unas zapatillas blancas, la camisa iría por dentro, maquille mis cejas y me delinee los ojos. -¡Qué bella te ves! -me dijo mi hermano al sentarme en la mesa. -Gracias Cal -respondí empezando a desayunar, eran las seis y media.
De camino a la Universidad le pedí que viniera por mí a las doce para que me acercará al trabajo, podía irme caminando, pero era mi primer día y no quería llegar tarde, por supuesto, no se negó. -Feliz día Pipes, nos vemos -me despedí de él y al bajar, Nichols estaba aparcando su auto, puse los ojos en blanco. -Así si son buenos días -me dijo bajándose de su auto- hey Chapman -me llamo, pero yo seguí mi paso, aún faltaban diez minutos para que empezará mi clase, me alcanzó y me tomo del brazo- buenos días, odiosa. -Buenos días Nicky -le dije. -Hoy estás muy bonita. -Gracias -la miré y le sonreí falsamente. -¿Almorzamos juntas? -Gracias por la invitación, pero ya tengo planes, ahora si me disculpas tengo cosas que hacer -seguí mi camino.
El resto de la mañana fue tranquilo, clase tras clase, cuando me di cuenta de la hora, eran casi las doce, fui hasta la salida a esperar a Cal. El trabajo me quedaba a unas cuantas cuadras de la Universidad, antes de bajarme, Cal me deseo todo el éxito del mundo. -Sabes que, si no te sientes cómoda con el trabajo, puedes dejarlo ¿no? -me miró seriamente- podemos encontrarte otro o dejarlo así, vivimos suficientemente bien y no necesitas esto. -Irá todo bien -le arreglé el nudo de la corbata- te lo prometo.
El primer día de trabajo se basó en protocolo, estaba siendo acompañada por una de mis compañeras de trabajo que me mostraba todas las instalaciones y me presentaba ante el personal, se llamaba Andrea Kuri y era muy amable. -Este es tu lugar de trabajo Chapman -me mostró mi oficina, no era de gran tamaño, pero para mí estaba bien- todas las llamadas o mensajes que el jefe debería saber, serán aprobados por ti según la agenda que él tenga o la importancia del cliente ¿vale? Ah y también tendrás que firmar algunos permisos para la nueva mercancía, a veces el señor Ramirez tiene tanto trabajo que prefirió que su secretaría se encargara de esto, de igual manera si tienes alguna duda, házmelo saber y con todo gusto te ayudaré -me sonrió. -Gracias por la ayuda -le devolví la sonrisa. Se dio la vuelta y sonó el teléfono, lo miré y respondí, no sabía que fuera así de rápido. El resto del día transcurrió así, respondiendo llamadas y mensajes del señor Ramirez, ya estaba aturdida de tantas llamadas, quería desconectar aquel aparato por un momento y respirar, sonó mi celular y por un momento creí que había sido el teléfono de la oficina, era un mensaje en whatsapp.
Número desconocido -Seguro ya estás en la mitad de tu jornada del primer día de tu trabajo, pero no quería dejar pasar la ocasión y desearte todo el éxito del mundo. Piper~ -Hola, gracias ¿quién es? Número desconocido -Lo siento, soy Alex Vause. Piper~ -Gracias Alex, besos.
Sonó el teléfono y esta vez no era el mío, puse los ojos en blanco y seguí con mi trabajo. Se hicieron las seis de la tarde, era la hora de la salida y salí feliz, nunca había esperado tanto algo como esto, Cal pasaría por mí y lo agradecí, estaba tan cansada que llegaría a dormir hasta el día siguiente, al salir ya estaba allí y vi a Alex en el asiento del copiloto. -Hola a todos -dije sin mucho ánimo. -Hola mocosa -contestó mi hermano prendiendo el auto- ¿qué tal el primer día de trabajo? -¡Genial! -mentí, había estado espantoso, me dolía la cabeza y mis oídos estaban sensibles a cualquier sonido. -No te ves como si hubieras tenido un día genial -dijo Alex sin moverse. -Lo fue -me mantuve firme- sólo estoy cansada. -¿Tan cansada como para no querer ir a cenar con nosotros? -El cansancio podrá esperar, a la comida nunca se le dice que no -reímos todo. Me dormí en el camino hasta el lugar donde cenaríamos, Cal me despertó, el restaurante era de comida tailandesa, al parecer le gustaba mucho a Alex. Antes de sentarme con ellos, fui al baño, me miré en el espejo y me sorprendió mi aspecto, nunca antes me había visto tan cansada, ni siquiera cuando empecé mi carrera, cuando veía clases desde las siete de la mañana hasta las siete de la noche, lave mi cara y retoque mi delineado. Me estaban esperando para pedir, revisé el menú rápidamente y aunque nunca antes había comido comida tailandesa, pedí una ensalada que por los ingredientes que tenía, supuse sería deliciosa. -Quiero una ensalada de gambas y arroz -el mesero anoto mi pedido y luego el de Cal y Alex- ah y una cerveza, por favor. -¿Una cerveza hoy lunes? -Alex enarcó la ceja. -Me la merezco por mi primer día de trabajo.
Luego de pedir, a la media hora llego la comida, olía exquisito y comprobé que también sabía exquisito cuando la probé. Al terminar de comer, pedí otra cerveza, eso estaba disipando mi cansancio, lo necesitaba para al menos sentir amena la compañía de mi hermano y su novia. -¿Qué tal su día? -pregunté dándole un sorbo a mi cerveza. -Nada importante -respondió Alex terminando de comer- hoy no he tenido nada nuevo de trabajo, ¿tú mi amor? -A decir verdad, sí -paso una de sus manos por su cabello- había una noticia que debíamos redactar para mañana y los que se encargan de eso, brillaban por su ausencia, era complicado porque tenía algunas palabras en alemán, era una noticia internacional. -¿No has pensado en hacer algún curso de idiomas? -le preguntó Alex. -¿Sabes cuantas noticias de redacción en otros idiomas me llegan? -enarcó una ceja- Se me iría la vida mientras aprendo. -Puedes aprender uno que te llame la atención, nunca está de más Cal -di el último sorbo a mi cerveza- aprendimos inglés, no te caería mal otro idioma ¿qué tal francés? -frunció el ceño- Ok ¿japonés tal vez? -Tendría que pensármelo Pipes -se limpió las manos- el trabajo me ocupa demasiado tiempo.
Cal pidió la cuenta mientras Alex y yo lo esperábamos en el auto, quería llegar a casa lo antes posible, había sido un día agotador.
