Soy Piper Chapman, estudiante del último año de psicología.
Ella es Alexandra Vause y es la novia de mi hermano, Cal.
¿Algo peor que tener a la tentación al alcance de tus manos?
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Sólo pude abrazarla ¿cómo lograba ser tan tierna? Mis fosas nasales se inundaron de su olor, olía riquísimo.
-Yo también te quiero Alex y mucho -nuestras miradas estaban conectadas y no importaba nada más que nosotras, ¿a esto se refería cuando decía que quería estar en esta burbuja por siempre? Porque si es así, deseaba tanto como ella estar a su lado- ¿nos vamos? -asintió.
De camino a casa, íbamos en silencio, pero era un silencio cómodo, donde ambas sabíamos que todo estaba bien.
-Gracias por la salida -me dijo al llegar a casa- ha sido especial para mí.
-¿De verdad? -asintió- Para mí también lo ha sido, es nuestra primera cita -sonreí y ella me abrazó, vi la hora, casi las nueve de la noche- mañana hay que volver a la rutina -hizo puchero, la bese- admito que voy a extrañarte.
-Yo también, sólo querré llegar a casa rápido para verte.
-Pasaré por ti mañana -le dije sin pensarlo mucho pero luego me detuve- si quieres, claro está.
-¿Y por qué no iba a querer? -me encogí de hombros.
-Supongo que, en tu trabajo, todos saben que eres la novia de Cal -hizo un mohín.
-Lo saben Piper pero eso no es relevante ahorita ¿o para ti si? -justo en este momento no lo era porque Cal no estaba pero si de algo estaba segura es que cuando él regresará, que ella fuera "la novia de" y no Alexandra Vause me causaba un poco de molestia e incomodidad.
-No mi amor, no lo es -mentí.
Salí de la ducha, cepille mis dientes y peine mi cabellera, hacia un poco de calor por lo que había decidido dormir en ropa íntima, mientras escogía la braga que me pondría vi a Alex entrar.
-¿Necesitas ayuda? -me pegó a su cuerpo, me reí.
-No necesito demasiada ayuda para saber que braga ponerme -me di la vuelta para quedar frente a frente- pero si quieres ayudarme, no me molesta.
-Para empezar -me haló la toalla- no necesitas tener esto encima, no conmigo aquí y segundo -se acercó a ver que bragas escogía- creo quedarte así te quedaría genial -me miró y sonrío.
-Hubieras empezado por ahí -unté crema en todo mi cuerpo y me acosté, tenía sueño, miré a Alex y le señalé el lado libre de mi cama- ¿vienes o voy? -le dije al ver que no se movía, se quitó la ropa hasta quedar desnuda, apagó la luz y se acostó a mi lado.
-Buenas noches Piper -besó mi nariz y luego mis labios.
-Buenas noches Alex -sonreí aun sabiendo que ella no me veía, se dio la vuelta y la abracé contra mí, me quedé dormida inhalando su delicioso olor.
Alex no estaba en la cama y el delicioso olor a café llegó a mí, me estiré y miré el reloj sobre mi buró, aún faltaba media hora para que sonará el despertador, me levante, busque algo de ropa y salí a darle los buenos días a Alex.
-Buenos días dormilona -me dijo mientras colaba el café- sé que te gusta el café y por eso, he decidido incluirlo en nuestro desayuno.
-Que considerada, gracias -le bese la mejilla y la abracé, tenía puesta una de mis camisas viejas, de esas que no quieres deshacerte de ellas y acaban siendo pijama, se veía realmente sexy con eso.
-Siéntate, ya casi está el desayuno.
La verdad es que tenía mucho sueño, mis brazos reposaban sobre la mesa, puse mi cabeza sobre ellos y poco a poco empecé a dormir.
-Hey Pipes -escuché a lo lejos- ya está servido -sentí a alguien besar mi frente- arriba dormilona -lentamente abrí los ojos y la vi, ya lista para empezar el día, se veía radiante como siempre- buen provecho -me sonrío, desayunamos juntas, al terminar fui a arreglarme, Alex entraba a las siete y yo a las siete y media.
Estacione el auto, recogió sus cosas y me sorprendió besándome los labios, esperaba como mínimo, un beso en la mejilla, me gustaba cuando las cosas no salían como yo esperaba y salían mejor.
Llegue a la Universidad y fui directo al salón, no había nadie, fruncí el ceño y espere unos diez o quince minutos más, cuando me disponía a salir del salón vi llegar al profesor.
-Lo siento, me he retrasado un poco en el tráfico -nos miramos, puse los ojos en blanco- señorita Chapman, veo que ha sido la única en llegar a clases hoy.
-Todos los lunes tengo clases con usted -me encogí de hombros, no sabía de qué estaba hablando.
-Me sorprende la manera en cómo sus compañeros saben hacer las cosas -dejó su portafolios sobre el escritorio y se sentó sobre el- espero no tenga problemas con el examen sorpresa de hoy -abrí los ojos como platos, mierda, ¿cómo lo había olvidado?
-No o al menos eso creo -respire hondo e intente demostrar naturalidad.
El examen constaba de cincuenta preguntas, veinticinco de verdadero y falso y veinticinco de selección simple, tal vez si hubiera leído un poco más, tendría claro algunas preguntas que me generaban duda, pero no me detuve demasiado en ellas, respondí justo lo que estaba a mi alcance, entregue el examen y salí del lugar. Pensaba llamar a Polly pero al recordarla, recordé que debía hacer las reservaciones para el Spa.
El resto del día transcurrió con total normalidad, era hora de buscar a Alex, cuando iba de camino mi hermano Cal me llamo.
-Mocosa, hola -veía de reojo el celular, estaba guardando la ropa en su maleta- disculpa el desastre, pero prefiero dejar todo listo para mañana.
-¿A qué hora sale el vuelo?
-A las tres de la tarde.
-¿Quieres que pase por ti? -ni siquiera sabía porque preguntaba esto, obviamente iba a ir por él.
-Sí Pipes, por favor -me sonrió- ¿cómo te fue hoy?
-He tenido un examen sorpresa, pero me ha ido bien, creo -sonreí sin dejar de ver la carretera.
-¿Ya vas a la casa?
-No, Alex me ha pedido que la pase buscando y voy camino a tu trabajo -me removí en el asiento un poco incomoda, él no dijo nada, de hecho, pareció ignorar lo que había dicho- ¿puedo preguntar algo?
-Sí, dime.
-¿Pasa algo entre tú y Alex?
-No, no pasa nada -sabía que me estaba mintiendo.
-Qué mal se te da mentira, pero está bien Cal Chapman, como desees -suspiró.
-Es complicado mocosa -me dijo- o quizás me estoy ahogando en un vaso de agua.
-No te ahogues, todo tiene solución, pero si no hablas ¿cómo la va a tener?
-Piper si sabes que yo te adoro ¿verdad? -estacioné el auto al llegar al lugar donde trabajaba Alex.
-Lo sé Cal y yo a ti.
-También lo sé -lo vi pasarse una de sus manos por su barba- y por eso quiero preguntarte algo -sentí mi corazón latir fuertemente, de pronto mi pulso se aceleró y mis manos empezaron a sudar.
Hello niñas:'), casi he entrado en pánico porque el documento del fanfic no me abría de ninguna manera, ni en el celular ni en el computador, les juro que creí que todo lo había perdido pero hasta ahora he logrado abrirlo desde mi computador y aquí lo tienen:3, espero les guste... Que tengan feliz día.
