Uno

13.1K 1K 205
                                    

Oscuridad.

Era lo único que podía distinguir, parpadeó para acostumbrar su vista a la poca luz y pudo verlo, sus manos atadas, su cuerpo tirado sobre el suelo mojado. Giró su rostro, observando a su alrededor, no había nada, se encontraba solo.

Intentó sentarse hasta lograrlo, apoyó su espalda contra una pared cercana y estiró sus piernas. Suspiró, su cuerpo dolía y su mente trataba de recordar cualquier cosa que le permitiera saber porqué se encontraba en esa situación. Recordaba haberse encontrado con Namjoon, su mejor amigo, luego se despidieron y cada uno fue a casa. ¿Habría logrado llegar?

No logra recordarlo con claridad, parpadea unas cuantas veces más y cae presa del sueño, durmiendose contra la dura pared.

Los días transcurren de la misma manera, despertándose en la habitación oscura y luego, volver a domir, sin notar ningún cambio en realidad. Le preocupaba no poder ver nada ¿ y si se había quedado ciego? Mueve su cabeza tratando de borrar ese pensamiento de su mente.

Sigue sin saber cuantos días ha pasado en ese frío suelo, nadie le habla, nadie lo visita. Anhela la luz del sol, el sabor de la comida recién hecha y el agua pasando por su seca garganta, siente que podría perder la cabeza en cualquier instante. De nuevo, vuelve a quedarse dormido, ansiando la libertad, esperando la compañía de alguien.

Fue hasta un día, mientras se encontraba tratando de liberarse de sus ataduras, que la habitación deja entrar un poco de luz y con ella una persona. Agradece poder ver a alguien más, piensa que tal vez responderán a sus preguntas pero su cuerpo se congela al ver a esa persona con una máscara de lobo sobre su rostro, cargando a otra y ajustando ataduras en sus extremidades. La persona sale, sin decir nada, dejando al nuevo chico rubio en la parte derecha de la habitación.

Espera un tiempo hasta que el chico, su nuevo compañero, se despierta con un grito que bien pudo rasgar su garganta. El rubio se incorpora, mirando a su alrededor hasta fijar la mirada en él.

-¿Quién eres?-pregunta el rubio.

-Yo...-su voz sonaba demasiado ronca por la falta de agua y uso -Soy Yoongi y ¿tú eres?

-Jimin- contestó el rubio.

El silencio se apoderó de la habitación, Yoongi tenía demasiadas preguntas, todo ese tiempo solo lo habían llevado a crear diferentes escenarios en caso de tener algún compañero, pero ahora nada salía de su cabeza.

-¿Sabes la fecha de ahora?

-24 de agosto- contestó el chico -La escuché porque ese hombre la dijo, aunque tal vez no sea cierto

Si la fecha era correcta, habían pasado dos semanas desde que Yoongi había sido llevado a ese lugar, sin ninguna explicación. Miró a Jimin, el chico tenía un leve rubor en su rostro mientras lo observaba, al notar que Yoongi también le observaba, bajó el rostro.

-¿Por qué estás acá?- Yoongi habló de nuevo.

Jimin levantó su mirada y observó a Yoongi -No lo sé, ese tipo de la máscara me acorraló en un callejón luego de salir de mis clases junto con mi hermano y me trajo hasta acá. ¿Y tú?

-Tampoco lo sé- contestó Yoongi mientras se abrazaba las piernas o al menos eso intentaba -No tengo dinero para que puedan pedir una recompensa, mi familia me odia y no tengo muchos amigos, supongo que soy presa fácil- sonrió con ironía.

-Vamos a salir de esta- dijo Jimin con una gran sonrisa.

Yoongi sonrió ante la actitud optimista del chico, pero sabía que no saldrían de ese lugar. Habían pasado dos semanas y el cuerpo de Yoongi ya no podría soportarlo, la escasez de comida lo estaba matando y beber la poca agua del suelo lo mantenía peor.

Quiso responderle algo a Jimin pero la puerta se abrió de nuevo, el hombre de la máscara entró, con dos bandejas. La primera la depositó frente al rubio y desató uno de sus brazos. Se acercó a Yoongi e hizo lo mismo.

Yoongi observó el contenido de la bandeja, era comida, sin pensar si pudiese estar envenenada o no, tomó, con su mano libre, un poco de arroz y se lo metió a la boca. Miró un pequeño vaso con agua y se tragó el contenido entero, parecía un animal comiendo, pero no le importaba, su estómago ansiaba estar un poco lleno luego de todo ese tiempo.

El hombre salió de la habitación junto con las bandejas vacías, Yoongi observó a Jimin y le dedicó una sonrisa, apoyó su cabeza contra la pared y volvió a caer rendido por el sueño.

Captivum  《TaeGi》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora