Captivum 《TaeGi》

Diez

Yoongi se levantó al sentir la respiración de una persona cerca de él, trató de moverse pero alguien tenía un brazo sobre él. Abrió los ojos y observó a Taehyung, dedujo que en algún momento, mientras él dormía, el chico se había despertado y había llegado hasta él, después de todo, no había sido atado.

El pelinegro se movió un poco, escuchando un quejido como protesta. Observó como Taehyung abría los ojos y lo miraba un poco sorprendido, con un ligero rubor en sus mejillas.

-¿Cómo te sientes?

-Me duele mucho acá- contestó señalando su costado, donde había recibido el golpe en su costilla.

Yoongi se sentó, Taehyung trató de imitarlo mientras hacía una mueca de dolor. El pelinegro le impidió levantarse y observó el torso del chico, estaba inseguro de levantar la camisa, pero necesitaba ver lo dañado que se encontraba. Observó a Taehyung, su mirada pareciese notar las intenciones de Yoongi y mostraba aprobación.

Con el mayor cuidado, levantó la camisa y observó los moretones junto con algunas heridas que parecían estar limpias. Fue el gran cardenal en su costado lo que más llamó su atención, tenía distintas tonalidades de morado y verde, incluso un poco de rojo.

-Fue mi culpa- dijo Yoongi mirando a Taehyung -Él me preguntó si quería hacer pagar a tu padre por lo que le había hecho al mío y tontamente acepté. Si hubiese sabido que tu eras su objetivo, yo jamás...

-No es tu culpa, es culpa de mi padre por ser un maldito- sonrió.

Yoongi se sorprendió al ver su sonrisa, ¿cómo podría sonreír en un momento como este? El pelinegro le devolvió la sonrisa y se acostó de nuevo junto al castaño mientras lo observaba, hubiese deseado tener algo con lo cual poder curarlo, pero sabía que eso era imposible en esas circunstancias.

Se quedaron dormidos uno frente al otro. Yoongi abrió los ojos al sentir su rostro siendo mojado por algo helado. Observó a Taehyung con una mordaza en la boca y su cabello empapado. Miró hacia arriba, y vio a Canem parado con un balde de agua.

-Es hora de despertar, bello durmiente- dijo

-¿Qué quieres ahora? ¿Dónde esta Jimin?

-Una pregunta a la vez, príncipe- el hombre se acurrucó para quedar a la altura de Yoongi -El niño rubio esta bien.

-¿Por qué él tiene una mordaza?

-Deberías dejar de preocuparte por tu enemigo, podría causarte problemas.

-Déjalo ir, estoy seguro que su familia ya pagó el precio que le has puesto a su cabeza.

-Aún no es el tiempo, cuando todo esto termine vas a agradecerme.

Antes que pudiese responder, Canem desató a Yoongi, se levantó del suelo y caminó hacia la puerta. El pelinegro estiró sus extremidades, observando los lugares donde se había lastimado. Miró a Taehyung con la mordaza puesta, se levantó tambaleante y llegó hasta el chico para quitarle el trozo de tela sobre su boca.

-¿Estás bien?

Taehyung asintió mientras se movía un poco para tomar una posición más cómoda. Yoongi observó que el chico tenia vendajes, supuso que Canem quería cuidarlo y mantenerlo con vida por un buen tiempo.

-¿Fue él?- preguntó señalando los vendajes.

Taehyung asintió y observó a Yoongi, nadie dijo nada por una buen lapso de tiempo, el pelinegro movía sus extremidades para que estas dejaran de temblar. Taehyung se movía en el suelo buscando la posición que menos hiciese doler su cuerpo.

-Sí logras escapar- dijo Taehyung cortando el silencio y observando a Yoongi que estaba frente a él -Prométeme que vendrás a rescatarme.

Yoongi miró a Taehyung, ¿qué había sucedido entre él y Canem mientras estaba dormido? El castaño se mordía el labio mientras observaba el suelo.

-Saldremos de esta- sonrió Yoongi por primera vez en ese tiempo -Lo prometo, saldremos de esta.

Taehyung levantó el rostro y sonrió, Yoongi se acercó a él y lo abrazó, con mucho cuidado para no lastimarlo, tenía la necesidad de abrazar al chico y decirle que todo estaba bien, le hubiese gustado decirle lo mismo a Jimin antes que Canem se lo llevase.