Luces [✓]

Capítulo 6. Lobo y ovejas.

El siguiente miércoles me encuentro en mi última clase del día, biología. La profesora Nicole Toms nos lleva al laboratorio y nos divide en parejas para trabajar en un proyecto sobre la fotosíntesis. 

La mujer de treinta y tantos años rubia deja un manual de instrucciones con todas las prácticas y otras actividades a cada pareja mientras las escoge.

—¿Crees que seremos compañeros? —Doy un brinco cuando su aliento me provoca cosquillas en el cuello. Darren ladea una de sus comisuras provocando la aparición del hoyuelo-traidor-derrite-chicas-pero-anti-Luce.

—Ojalá que no —musito y su sonrisa se hace más amplia.

Ninguno de los dos ha sacado el tema sobre nuestro... Uhm, ¿momento? Sí, momento. Y yo no pienso sacar a relucir esos recuerdos a no ser que sea en mis pensamientos.

—Es cierto, lo haría todo muy sencillo. —Lo miro confundida a lo que él solo se encoge de hombros para luego ignorarme. Pienso en preguntarle a lo que se refiere, pero la profesora Toms es más rápida.

—Señorita Lucy Baker, por favor, con el joven Liam Stone —indica la profesora con notable de amargura. Creo que no le agrado.

—Es Luce —la corrijo antes de que el error se repita.

Asiento a la petición de “su majestad” y me dirijo al puesto que señala. Al lado, se encuentra un chico de cabello marrón claro y unos eléctricos ojos azules. Lleva su cabello despeinado y viste una camisa manga larga gris y unos vaqueros rasgados oscuros.

—Hola, soy Liam —saluda y me ofrece su mano. Con una sonrisa algo torpe, se la que estrecho, pero cuando no suelta mi mano, entrecierro los ojos. Él entiende el gesto, pero aún así no me suelta.

—Soy Luce. —Libero mi mano antes de que diga otra cosa y me dejo caer en el asiento apartado para mí. Fijo mi atención en la castaña mujer que intenta hacer que estudiantes acaten sus peticiones.

—Es gracioso, ¿no crees? —pregunta el chico a mi lado. Lo miro confundida—. El lobo puede acabar con las ovejas, pero es incapaz de controlar el rebaño.

Sonrío por su metáfora tan cierta y me vuelvo hacia él.

—Sí, lo es —coincido y luego lo miro tratando de recordar su nombre—. ¿Liam? —Hace un asentimiento nasal para darme a entender que prosiga—. ¿Eres nuevo aquí? Podría jurar que no te había visto antes —digo, sabiendo que en realidad no conozco ni a la mitad de las personas que se encuentran en este salón. No debo sorprenderme, pues realmente no les presto atención a los estudiantes ni afuera ni adentro del salón.

—Lo soy. —Asiente—. Sin embargo, yo ya te había visto por ahí, Luce. Eres una buena estudiante, siempre estás en compañía de una tal Kate y curiosamente te escapas o duermes en las clases de la profesora Moore.

Oh, vaya, con que en la preparatoria Blaken hay todo tipo de gente: nerds, populares, rebeldes, aplicados, desinteresados, bromistas, pesados y... acosadores. ¡Quién lo diría!

Él puede hacerle competencia a Darren.

O mejor, hacerse mejores amigos.

—¿Me has seguido? ¿O has hecho una investigación exhaustiva de mí? Eso es muy raro. —Hago una mueca al pronunciar la última oración.

—No, simplemente me han hablado de ti. —Sus comisuras se elevan en una sonrisa—. Sé un poco sobre ti, Luce Baker.

Su confesión me eriza la piel. ¿Quién le ha hablado de mí?

—¿Qué tanto? —inquiero con el disimulo del miedo en mi voz. Liam arquea las cejas en un modo curioso sin entender a lo que me refiero—. ¿Qué tanto sabes sobre mí, Liam?