×Querido difunto×

503 70 5
                                    

Una y otra vez, una y otra vez. La plancha se deslizaba, mientras Jeno la pasaba por la tela y la colocaba al borde de la tabla. El rubio levantó la camisa negra y la colocó a contraluz para inspeccionarlo, suspirando; seguía arrugado. Nada más colocarlo de nuevo sobre la plancha, retomó su trabajo, mientras escuchaba Sing For You de EXO llenando el apartamento. La taciturna melodía era incluso más deprimente en vivo, pensó, mirando la camisa con molestia. Aún así, durante los últimos cuatro días, Renjun no había dejado de ponerla y Jeno empezó a plantearse seriamente darle un planchazo en la cabeza.

- ¿Podrías dejarla ya?- preguntó finalmente.

Renjun lo miró, como si acabara de salir de un trance y los parlantes seguían ereproduciendo la canción.

- ¿Hmm?

- Esa canción me está poniendo de los nervios- el rubio pasó la plancha por la camisa, con más insistencia. ¡Plánchate, maldita sea! Haberlo tirado a la maleta después del funeral de Jilin no había sido buena idea, admitió entonces. Pero tampoco quería quemarlo, así que apartó de nuevo la plancha y lo observó- Además, escuchandola no lograrás que vuelva.

Renjun no respondió a eso. Siguió tocando, ignorando su largo y sonoro suspiro. Los últimos cuatro días habían sido una desgracia, sin Taeyong. Todo el mundo sentía su ausencia, sobre todo al bajar las escaleras y el nuevo conserje les saludaba, un chico rubio llamado Kim Taehyung, cuya expresión de perrito abandonado podía casi rivalizar con la de Renjun. Casi. Pero, aún así, todos eran amables con él y él lo era con los demás, aunque entendió que el anterior conserje había dejado una huella muy importante.

Jeno ni siquiera podía refugiarse en su trabajo; estar cerca de Yuta y su locura estaba siendo insoportable, a pesar de estar mucho más ausente aquellos días. Ni siquiera podía hablar con Ten; el chico se había tomado una semana de descanso de la academia y del trabajo, aunque Hoseok había ido al bar poco antes, para asegurarles que se encontraba bien. La policía había estado interrogándolo y, después de observar su frágil estado mental, le sugirieron a sus padres que recurrieran a un especialista, para evitar daños permanentes. Hoseok también le dijo a Jeno que Ten le había perdonado todo y le dio las gracias con ímpetu, por haberlo mantenido a salvo.

Finalmente, la camisa quedó perfectamente planchada. Jeno se lo colgó del brazo y se lo llevó al armario, mientras el Sing For You llegaba a su fin. Gracias a Dios.

- Creo que mañana lloverá- le dijo a Renjun- ¿Puedo llevarme tu paraguas?

- ¿Vas a ir al cementerio solo?- preguntó él, desconectando su MP3.

- Creo que sí- repuso el rubio- Tú trabajas y tampoco tengo ganas de que alguien me acompañe. Sería demasiado triste.

- Hmm- a Renjun no es que le agradara precisamente que él fuese solo a aquel lugar. Entonces se giró a la cocina, pues su estómago le estaba recordando que tenía hambre y probablemente el rubio lo tuviera también- Me tomaré el día libre. Así te ahorrarás el dinero del autobús.

- Estás siendo demasiado amable conmigo. Déjalo ya- gruñó un irritado Jeno- ¿Dónde está Paco? ¿Se lo han llevado ya los de Inmigración? Pues dile que vuelva a pasar la frontera coreana.

Sabía que no era justo decirle aquello. Renjun no había sido él mismo durante los últimos días, aunque él tampoco. Ni nadie. Lo que ocurrió en la fiesta de Halloween había afectado a todos los habitantes de NCT. Haechan estaba más calmado, Mark pasaba más tiempo en la facultad, porque detestaba sentir como si hubiesen perdido a un miembro de la familia, Jaehyung trataba de escribir canciones y estaba volviendo loco a Jisung, Jaemin había cerrado temporalmente su estudio... Doyoung fuera, tal vez, quien peor se encontraba, porque deseó haber sabido lo que ocurría para serle de más ayuda a Taeyong. Jeno y Mark habían estado un largo rato en el apartamento del doctor, días antes, diciéndole que no pasaba nada. No había forma de que alguien supiera lo que iba a ocurrir esa noche...

Muse (NoRen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora