No volveré a casa sin ti

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... Día Uno...

En algún momento de la tarde, la puerta se abrió y Donghyuck, ataviado con ropa de invierno, entró junto a Mark, con los patines de hielo de la mano. Inmersos en su conversación, esperaron encontrarse a Renjun y Jeno listos para salir hacia la pista de patinaje del centro; sin embargo, su conversación se detuvo y sus sonrisas desaparecieron cuando vieron a Renjun sentado en el suelo, con la libreta y el lápiz en mano, trazando y trazando a tal velocidad que apenas podía seguirse. En la esquina del salón, el árbol de Navidad no estaba iluminado, aunque llamaba la atención, entre el sofá y la mesa. Donghyuck pestañeó, dejando sus patines en el suelo.

- Amigo, se supone que tenemos que marcharnos a las siete. ¿Está Jeno duchándose o algo así?- preguntó, comprobando la hora en su teléfono móvil; el espontáneamente Planificado plan empezaría tarde, sin dudarlo.

Renjun dejó de escribir con su mano izquierda, por un momento.

- No- dijo al poco tiempo, sin mirarlos a la cara- No está en la ducha.

Mark echó un vistazo. Todo estaba muy... desorganizado. No era propio de Renjun dejar las cosas así, con todo tirado por el suelo. La televisión estaba encendida en el canal del tiempo, donde un simpático presentador anunciaba mejores temperaturas para el día siguiente. Había dos tazas sucias en el fregadero de la cocina, pero él no pareció darse cuenta de todo eso mientras escribía, clavando su mirada en el papel, que rápidamente se estaba llenando de bocetos. Haechan empezó a cabrearse.

- Bueno, ¿y dónde está?

Renjun termino lo que hacia en aquella hoja antes de rozarla con su mano derecha para poder darle la vuelta rápidamente y seguir dibujando. Entonces, dudó por un instante, mientras tomaba otra hoja llena de garabatos.

- Se ha ido- les dijo, antes de apoyar el lápiz y seguir.

... Día Dos...

Haechan agarró el pomo que controlaba las marchas de su furgoneta y giró hacia el semáforo en rojo, maldiciendo a su viejo automóvil y apoyando sus manos en el volante, mientras esperaba que se pusiera de color verde. Se había pedido el día libre en el trabajo, pues no quería perder nada de tiempo buscando a Jeno. Podía haberse negado, pero seguro que Mark le regañaba si lo hacía. Por desgracia, lo único que había visto fue su mirada de preocupación y tristeza, mientras lo dejaba en la universidad, pocas horas antes. El semáforo se puso en verde y él arrancó, siguiendo el tráfico que lo guiaba desde Rookie hasta distritos más poblados.

Nada. Aquélla debía de ser ya su cuarta vuelta por la zona y, a pesar de haber visto a unos pocos rubios, no había ni rastro de Jeno. Es como si hubiera desaparecido de la faz de la Tierra, dejando de existir en cuanto hubo cruzado por la puerta. Solía pensar que Renjun tenía una especie de radar interior que localizaba al rubio allí donde estuviera, pero cuando le había preguntado aquella mañana dónde estaba - después de asegurarse de que comiera algo, pues el pintor se había saltado el almuerzo y la cena - Renjun le contestó encogiéndose de hombros.

- Renjun...- dijo Donghyuck, mientras su mejor amigo acariciaba continuaba garabateando en el papel como ayer- Vendría bien algo de ayuda.

- No es asunto mío- contestó él, pasando la pagina que por un momento distrajo a Haechan de su cometido.

Le costó bastante hacerlo, pero, mientras se comía la barrita de cereal que conformaba todo su desayuno, Renjun le contó a Donghyuck que él y Jeno habían tenido un conflicto de intereses. Habían discutido un poco y, al final, decidieron dejar de vivir juntos y el rubio acabó marchándose por propia voluntad. No había motivo para asustarse, para buscarlo. Estaba bien. Un chico fuerte como Jeno no iba a desmoronarse por haber tenido una pequeña pelea.

Muse (NoRen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora