Muse (NoRen)

[ESPECIAL] Mi amor y desesperación PARTE 2

"Y te tomaré por quien eres
Si tú me tomas por todo
Y lo haces una y otra vez."

Donghyuck llegó al apartamento de Renjun pocas horas después, con un pastelito medio comido en la mano. El hecho de que el lugar estuviera medio desierto no le importó, porque sabía dónde encontrar al pintor. Se acercó al sofá y levantó la manta. Sí, ahí estaba, con la cara entre los cojines, como una adolescente deprimida.

- Deja que adivine; no te ha pedido que lo acompañes al baile de graduación.

Renjun movió la cabeza, mostrando uno de sus ojos entrecerrados.

- ¿Por qué estás en mi casa? ¿Y por qué estás llenando el suelo de migas?

- He venido a ver cómo estabas- Haechan puso su mano libre en el sofá, dio un brinco y se sentó en la espalda de Renjun. Ignorando el grito de dolor que se escuchó debajo de él, puso los pies sobre la mesa- Bueno, estás hablando; eso es buena señal.

- ¿Tan rápido corren los rumores por aquí?- gruño sobre los cojines.

- La verdad es que no. Tu follamigo se ha presentado en mi casa hace poco y Mark me ha echado, porque- levantó las manos, para imitarlo- no estaba siendo de ninguna ayuda y no hacía más que molestar- le dio un bocado salvaje al pastel y le ofreció el resto al pelinaranja- ¿Quieres?

- Preferiría no tener tu saliva en mi boca.

- ¿Por qué no? Me he lavado los dientes.

- Apártate de mí- ordenó el pintor. Donghyuck aceptó a regañadientes y Renjun se levantó, despacio, haciendo una meca de dolor mientras su espalda crujía una o dos veces. Se giró hacia el pelirrojo, poniendo los pies en el suelo, con cuidado- ¿Cómo le va a Jaeno-ah?

Haechan terminó el postre y se lamió los dedos.

- Bien. Cuando me marché ya no estaba llorando, no pude hacer ningún comentario de lo que estaba diciendo. Estaba hablando de algo del amor... Bueno, no lo sé.

- Eres de muchísima ayuda.

- Ni que nunca te hubiera hecho ningún favor... Oye, ¿qué le ha pasado a tu cara?

Renjun pestañeó.

- ¿Mi cara?

Donghyuck le señaló la mejilla.

- Tienes la marca de una mano- su mejor amigo no contestó- Oh, ya veo- sus labios formaron una sonrisa diabólica- Te ha dado, ¿eh? ¡Jaja!- Renjun ya no le miraba- ¡Bueno, no te preocupes! Lo más probable es que no sea la última vez que pase, así que vete acostumbrándote.

Renjun dejó de prestarle atención, centrándose en lo que había dicho antes. "Ya no estaba llorando"... Bien. Esa noche podría dormir mejor. Además, si no se había marchado ya del edificio, era porque no estaba pensando hacer ninguna estupidez. Por lo menos, le gustaba pensar que lo conocía lo suficientemente bien como para llegar a esa conclusión.

- Por cierto- dijo, interrumpiendo a Haechan- ¿le has preguntado a Mark si quiere hijos?

La sonrisa del pelirrojo desapareció, sustituyéndose por una mirada en blanco.

- Sí- se acercó más a Renjun- y se rió de mí. Ni sí ni no, sólo... se rió. ¿Qué coño se supone que significa eso?

- Y yo qué sé. Es tu marido.

•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•

Mark estaba casado, así que Jeno decidió pasar la noche en casa de Sicheng. El normalmente tranquilo hombre se preocupó mucho por hacerlo dormir en el sofá, pero Jeno insistió en que no le importaba; había estado mucho tiempo durmiendo en el de Renjun.