impossible MALFOY

2.

Importante: En éste capítulo se hacen referencias a diversas figuras de la cultura pop y rock, si no conocen alguna referencia los invito a que lo busquen, YouTube tiene la mayoría de las respuestas. Si no, es probable que no entiendan algunas cosas. 

Pd. No busco de ninguna manera criticar u ofender ningún tipo de género o artista, yo amo la música, en cualquiera de sus géneros y éste solo es un fanfic de humor. 

Gracias por seguir apoyando mi trabajo, en serio me hace muy feliz. Un fuerte abrazo. Comenten y voten mucho, así se que les está gustado y me da fuerzas para seguir escribiendo. 

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—Definitivamente no voy a ponérmelo, es la cosa más espantosa que he visto en mi vida. —Harry protestó, mientras sujetaba entre sus manos la camiseta color escarlata que Sirius le había tendido.

—Por favor, Harry intenta cooperar un poco —le reclamó su padrino, colocándole la prenda sobre el pecho, como intentando adivinar como le quedaría sin que se la pusiera. — El resto de la banda acordó que ese sería el color.

—¿Y por qué no te la mides tú? —Rezongó con tono infantil. —¿O por qué mejor no escoges una menos fea?

—¿Qué tiene ésta de malo? —La sujetó frente a su rostro, la verdad es que no estaba tan mal, pero era demasiado noventera para el gusto de Harry.

—Los noventas fue la época donde la ropa más fea del universo fue creada —Dijo como si aquello fuese lo más obvio del mundo.

—¿Seguro que no me estás ocultando tu verdadera sexualidad Harry James Potter? Porque a mí no me molestaría tener un ahijado gay.

Ambos soltaron una carcajada mientras Harry buscaba entre los montones de ropa algo escarlata que pudiera quedar bien con el estilo rebelde que su padrino portaba casi siempre, necesitaba algo varonil, ligeramente retro, tal vez similar a los ochentas y que quedara bien con su chamarra de piel negra, aquella que usaba todo el tiempo sin excepción.

Sirius era músico y uno muy bueno, su afición había comenzado durante el colegio, cuando había conocido a James y éste la había enseñado todo lo que sabía sobre los Rolling Stones, Queen, Michael Jackson, Bon Jovi, The Smiths, Guns N' Roses y hasta Madona, por supuesto, su familia se había negado completamente, los Black siempre se habían dedicado a la política y él no debía ser la excepción, excepto por que Sirius si lo era. Nunca había dejado que nadie manejase su vida y por esa misma razón su madre no le tenía mucho cariño, siempre había sido un muchacho rebelde, hacía lo que quería, y siguió haciéndolo aun cuando lo desheredaron por querer seguir su sueño, aunque él siempre sospechó que la verdadera razón había sido que se había negado a dejar a Remus.

Sirius podía tocar la guitarra, la batería, el teclado, el ukulele, la flauta, la armónica, el violín, el piano y el saxofón, pues su talento era tan natural que aprendía con facilidad. Le bastaba con ver el instrumento, averiguar cómo funcionaba y ver un par de tutoriales en YouTube para convertirse en un maestro y Harry se sentía fascinado con ello, sobre todo con las canciones que le había escrito a él cuando era un bebé y que, a pesar de tanto tiempo, a veces le volvía a tocar alguna melodía con ayuda de su guitarra acústica y si Harry no lo conociera de toda la vida, hubiera creído que Sirius anhelaba un hijo, lo que era una tontería, pues de no estar con Remus, él sería un alma libre sin ataduras de ningún tipo.

Pese al talento que su padrino poseía, Harry sabía que no era fácil para él obtener algún trabajo donde ganara lo suficiente, sabía que de haber mantenido la bendición de los Black destacar y conseguir un contrato hubiera sido pan comido, pero su padrino siempre insistía en que prefería ganarse las cosas por mano propia y no porque su familia era de prestigio y Harry realmente admiraba eso, pues pocos tenían el valor de renunciar a tal cantidad de dinero como lo había hecho Sirius, como lo había hecho por un sueño y por el amor de su vida.