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Draco Malfoy no era tan horrible como aparentaba, era peor. A aquella conclusión había llegado Potter nada más había puesto un pie dentro de la escuela y se había encontrado con un montón de fotografías del día de la fiesta de Halloween, fotos comprometedoras de un montón de alumnos que se encontraban haciendo muchas cosas que "no debían", como siendo infieles, besando a alguien de su mismo sexo, manosearse con algún desconocido, u orinarse encima.

A Harry tal vez no le habría sorprendido tanto que dentro de Malfoy Manor hubieran cámaras de seguridad, pero sí que le sorprendió que tuvieran tanta calidad; se podía distinguir perfectamente bien a la persona expuesta en la foto, cada una de sus facciones, como se hubiera tomado la foto muy de cerca y con permiso del sujeto. Y por supuesto que no se hubiera enojado tanto si, de entre todas las fotografías no se hubieran expuesto a algunos de sus amigos, o a el mismo, Malfoy lo había dejado como cornudo con una imagen de su ex y Diggory en la fiesta y ahora había pasado de ser Harry Potter, el chico que enfrentó a Draco Malfoy a Harry Potter, el chico al que engañaron en sus narices.

Por supuesto que todos estaban demasiado ocupados tratando de encontrarse haciendo el ridículo, temerosos de haber sido expuestos por Malfoy, otra vez. Y tal vez Harry hubiera dejado pasar todo el alboroto, pero las constantes miradas de pena no estaban ayudando demasiado a su humor, quería salir corriendo de ahí, quería volverse invisible, pero sobre todo quería golpear a Malfoy. ¿Qué diablos le sucedía? Un día eran buenos compañeros, bailaron, bebieron, bromearon y se protegieron mutuamente y al siguiente ya estaba echándole mierda encima, exponiéndolo pese a que el mismo rubio había presenciado el que a Harry le valiera muy poco que le estuviese poniendo el cuerno.

Harry sabía que pudo haberle ido peor, sabía que el que hubiese estado a punto de acostarse con la hermana de Ron era por mucho, la peor cosa que Draco Malfoy le conocía y aunque Potter no entendía por que el rubio no había revelado aquello (aún), sí que sospechaba que lo hacía por que planeaba usarlo para chantajearlo o algo. Harry se callaba lo de la marca en su brazo y el rubio no decía nada sobre su pequeño desliz en la fiesta de Wood. Era justo, más o menos, Harry no quería pelear con Ron y Malfoy no quería que su padre fuera a prisión, bueno, tal vez no tan justo, pero así era mejor ¿no?

Su idea de volverse amigo de Malfoy se había ido por la borda, ya no creía ser capaz de ser amigo de ese hijo de puta, se imaginaba haciendo corajes todo el tiempo y no se sentía con ánimos de lidiar con eso, no cuando el asunto de Riddle aún estaba tan fresco. Sabía por su padre que los hombres que habían atacado Malfoy Manor la noche de Halloween no habían soltado nada, habían aceptado sin problemas la sentencia de más de cincuenta años de cárcel por terrorismo y se habían pasado por el arco del triunfo la reducción de su condena si decían algo que fuese de ayuda en la investigación y Harry sinceramente esperaba que su padre no sospechara nada, acababa de entrar al Scotland Yard y ya se estaba viendo envuelto de nuevo en problemas gordos.

Aquel día de clases fue bastante más tranquila que otros, la mayoría de los alumnos de Hogwarts había asistido a la fiesta y había terminado con una fotografía vergonzosa colgada en el tablero de anuncios, en los casilleros y en los pasillos, una fotografía que incluía descripción de lo que ocurría y todo, para que no quedara ni un pequeño margen de duda. Sin embargo, fue la primera vez que Harry notó que nadie se reía, tal vez todos estaban demasiado ocupados tratando de olvidar sus propias vergüenzas, aunque no podía decir lo mismo de los alumnos de primero, tercero y segundo, quienes no habían estado invitados y parecían bastante interesados en ver lo que había ocurrido y reírse a espaldas de los más grandes. Harry pensó que era una alivio que aquel colegio no fuese un internado, porque de haberlo sido se habría vuelto loco.

Al llegar a la hora del almuerzo estaba completamente harto, harto de escuchar la voz de Malfoy burlarse y pavonearse por toda la escuela, estaba cansado de escuchar cosas como "Vaya Bones, no sabía que la podías chupar así" o "¿No se los dije yo hace un año? Lo marica se le notaba a McLaggen desde la luna" y tal vez se hubiera parado a intervenir y pedirle de la manera más grosera que pudiera que cerrara la maldita boca, pero cuando sucedió lo de Susan estaba muy lejos y McLaggen le caía casi tan mal como Malfoy. Sin embargo, sí que había intervenido cuando Malfoy había decidido molestar a Luna Lovegood, de la que no tenía más que una fotografía de ella hablando sola con un montón de calabazas talladas.

impossible MALFOYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora