Salir con Ron y Hermione siempre era divertido, sobre todo porque se habían convertido en sus dos mejores amigos, no que se hubiera olvidado a Dean y Seamus en Godric's Hollow, pero a casi cuatro años de haberse mudado, las cosas habían cambiado y no tenía caso ser hipócrita y mentir. Ahora que todos se encontraban en la universidad, era mucho más difícil encontrarse y salir a tomar algo que, cuando habían estudiado juntos en Hogwarts, pero aun así hacían el esfuerzo de no dejarlo pasar y se reunían todos los sábados que les era posible, e incluso, muchas veces si tenían algo de tiempo libre, se encontraban para comer entre semana, antes de reanudar sus ocupadas vidas escolares.
Hermione había decidido estudiar derecho y como siempre, era la mejor en su facultad, había comenzado una relación con Ron a finales de su séptimo año y hasta el momento seguían juntos, pese a las diferencias. El pelirrojo por su parte se había dedicado profesionalmente al beisbol, aunque había tenido que ingresar a una liguilla de bajo nivel y Harry había decidido que seguir los pasos de su padre era lo mejor, ayudar gente era algo que le apasionaba y ser policía le daba aquella posibilidad, por lo que había entrado a la academia y sobresalía bastante por sus habilidades físicas.
Las cosas en Londres habían regresado más o menos a la normalidad desde que Tom Riddle había muerto aquella noche en el almacén, habían recuperado a la mayoría de los jóvenes secuestrados, aunque la mayoría necesitaría atención psicológica. Por supuesto que el crimen siempre estaba al orden del día y siempre se necesitaba de policías bien entrenados y capaces para hacer justicia, para evitar que se repitiera todo el caos y el horror que Tom Riddle había causado y Harry estaba orgulloso de decir que de tener que volver a hacerlo, volvería a detener a cualquier loco que pensara que jugar con las vidas de las personas era satisfactorio, por Draco, por todos esos chicos que regresaron a casa sin vida.
La noticia había estado en todos los periódicos, revistas y programas de televisión, la conmoción había sido enorme, Riddle había caído a manos de un muchachito de dieciséis años, Lucius Malfoy había terminado en prisión por vinculación al crimen organizado y su hijo y esposa se habían marchado de Inglaterra hacia Nueva York en busca de un lugar tranquilo donde el joven heredero de la fortuna Malfoy pudiera recuperarse del trauma. Lamentablemente, Harry no había podido despedirse, había estado metido en el hospital y luego dando su testimonio a medio Londres y cuando le habían dicho que los Malfoy se marcharían no había podido alcanzarlos, había sido triste, demasiado, sobre todo porque Harry jamás había podido confesarle a Draco sus verdaderos sentimientos y como Narcissa se había encargado muy bien de comenzar de cero nadie tenía idea de donde localizarlos, por lo que llamar o escribirse no era una opción.
Pese a todo, los rumores siempre iban de un lado para otro, unos decían que Malfoy había entrado a una importantísima escuela de leyes y que se graduaría como el mejor abogado de américa, otros decían que se encontraba estudiando música en The Juilliard School, una de las universidades de música más importantes del mundo y que quería dedicarse a los soundtracks para películas, otros decían que pese a las cicatrices en su cara se estaba dedicando al modelaje para aficionados y hasta juraban haberlo visto en más de una revista americana. Decían que Draco se había comprometido con Astoria y que nada más terminar la universidad se casarían, decían que le habían visto acompañado de más de un joven diferente, declarándose abiertamente homosexual, decían, decían y decían, pero Harry no escuchaba, nunca lo hacía, porque detestaba los chismes de corredor, sobre todo cuando lo involucraban o involucraban a aquel que había sido su primer amor.
Pese a ello, Harry estaba tranquilo, siempre había sabido, desde que se había dado cuenta de sus sentimientos por el rubio, que entre ellos no había nada posible, que Draco Malfoy siempre sería imposible para él y estaba bien, porque Draco estaba lejos y esperaba que fuese lo que fuese que estuviese haciendo, fuese feliz y se sintiera completo, que estuviera aprovechando la nueva oportunidad que se le había otorgado y que no la estuviese pasando mal con su falta de vista, que tuviera el valor para vivir como se le diese la gana, sin un padre que le juzgara, sin una sociedad que le señalara, Potter esperaba que ahí en New York, Draco pudiera ser él mismo, lo deseaba de todo corazón.
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impossible MALFOY
FanfictionDrarry/Harco Harry Potter detesta ser el centro de atención sobre cualquier tipo de tema, pero cuando se ve obligado a entrar a un nuevo colegio y enfrentarse al odioso príncipe de las serpientes comienza a creer que no tiene nada de malo. Un Draco...