impossible MALFOY

3.

La música y las muchas conversaciones llenaban el local, haciendo de él un ambiente relajado y nada discreto, decenas de jóvenes iban ahí en busca de un poco de diversión por las tardes. Buena música, bebidas de todo tipo y muchísima comida chatarra era lo que caracterizaba al Rock n' Roll Café y para Harry y sus amigos ir no podía ser una excepción.

Los leones, como ahora los llamaban en la escuela por el nombre que había adoptado su equipo de béisbol, estaban en una mesita con enormes y acojinados sillones rojos, en el segundo piso del local, hablando animadamente y bebiendo malteadas de diferentes sabores mientras Elivis Presley sonaba en los altavoces, algunos, como Harry y Hermione lo disfrutaban, tarareando, otros, como Neville, no podían dejar de pensar en la película de Lilo & Stich.

El lugar estaba decorado y ambientado en los sesentas, con sus colores chillones, sus sillones extravagantes, sus posters de diferentes artistas destacados de la época y alimentos y bebidas acorde y Harry casi se podía sentir como John Travolta en Grease, aunque con lo insoportable que Cho estaba últimamente dudaba querer que ella fuese Sandy.

Sabía que las relaciones a distancia eran una basura y había creído inútilmente que Cho, su aún novia, se daría cuenta rápido, pero ya habían pasado poc menos dos meses desde su mudanza y ella parecía seguir empeñada en aquella relación que ya no tenía nada más que dar. Pasaba día y noche mandándole mensajes y notas de voz por WhatsApp que él no se dignaba a abrir hasta que era de noche y estaba a punto de irse de dormir, e incluso, en varias ocasiones había tardado días en responderle. No que él fuese un patán, sus padres lo habían educado como a un caballero, pero su novia simplemente había llegado a un nivel de histeria agobiante, quería saber todo el tiempo con quién estaba, donde estaba y que estaba haciendo, incluso habían tenido una pelea cuando subió a Instagram una fotografía de él y Hermione después del entrenamiento del equipo, una donde ambos estaban sentados sobre el pasto, con el uniforme aún puesto, riendo y tomando jugo, Ron la había tomado, por eso no había salido y Neville había ido a parar a la enfermería para variar.

Y era estresante, o al menos eso era lo que pensaba, ningún chico de dieciséis años debía vivir con una mujer tan paranoica colgada a los hombros, se suponía que era una época para divertirse, para ser libre antes de que el mundo adulto llegara y lo reclamara. Y sabía que debía hablar con ella, pero también sabía que lo mejor era hacerlo de frente, no por llamada, mensaje o lo que fuera y como no tenía nada de ganas de ir hasta Godric's Hollow solo para verla llorar, pues había pospuesto el momento lo más posible.

Pero ahí estaba nuevamente, su celular vibraba dentro de sus pantalones sin darle descanso, había cometido el error de comentarle a su novia que saldría aquella tarde con sus amigos, cuando ella le había propuesto hacer una video llamada, después de que él se quejara por la escueta relación que habían mantenido hasta el momento, aunque más que reclamo, había sido una manera de prepararla para el inminente final de aquel romance que había comenzado ya algunos años atrás, aunque Harry no podía recordar con exactitud cantos ¿quién los contaba? Él por supuesto no.

—Estaba furioso, en serio, pero no lo culpo, arruiné su chaqueta favorita —Decía Neville sobre la última clase de química que habían tenido, clase en la que había tirado ácido sobre Snape, agujerando su blazer favorito.

—¿Favorita? ¿No querrás decir la única que tiene? —Se burló Harry.

—He llegado a pensar que tiene muchas iguales a esa, quiero decir, nunca se la quita ¿Cuándo va a tener tiempo de lavarla? —Agregó Ron, con un tono de voz que declaraba estar hablando muy en serio.

—Al menos hizo que virtiera su odio contra Neville y no contra mí, como toda la vida —Se encogió de hombros, su móvil comenzaba a vibrar nuevamente, pero él lo ignoró de igual manera.