RENACER

Capítulo 6 - La confesión

—No sabes lo que dices —decía Hyun tratando de mantenerse tranquilo, aunque estaba al borde del abismo.

—¡Por supuesto que lo sé! —reprochaba — Lo soñé, vi claramente ese momento en el que te alejó de su lado para gritarte lo que eres.

—Me equivoqué contigo —dijo con decepción —, por eso odio involucrarme con los humanos —Saeng estaba tan dolido que ni siquiera prestó atención a las palabras de Hyun.

—¿Le dijiste lo mismo a Jae? —continuó discutiendo.

—Será mejor que te detengas, Young Saeng, te lo advierto.

—Sí, estoy seguro, quizás también lo engañaste presentándote como el hombre amable y gentil, ¿no es así?

—¡Cállate! —Hyun no podía contenerse más—¡¡Tú no sabes nada!! ¿Oíste? ¡¡Nada!! —Hasta entonces Saeng se dio cuenta de que Hyun ardía en cólera —¡Y no intentes compararte con él! Jamás tuve una discusión como esta por ridiculeces. ¡Él no era un estúpido, inmaduro y mimado como tú! Ni tampoco era manipulador —estaba tan enfurecido que bufaba cuando no podía seguir vociferando — ¡¡¡Jae jamás me hizo creer que yo era importante para él solo para no sentirse solo!!!

Young Saeng no podía ni responder, había recapacitado por fin y se dio cuenta de que Hyun estaba realmente herido.

—Creí que yo era el único en tu vida —dijo Hyun con decepción —, y cuando me enteré de que no era verdad aun así te comprendí, no amas estar conmigo, Saeng, no quieres que me quede porque soy importante para ti, solo lo haces para no caer en esa soledad tan tormentosa en la que vivías, y de la que nadie, ni siquiera ese tal James te pudo sacar.

El chico ya no lloraba por él, sino por el dolor que el rostro de Hyun le provocaba, todo lo que había dicho era verdad, solamente había pensado en él mismo y no en lo que sus acciones podían provocar. Hyun seguía ahí inhalando con fuerza para sobreponerse, y después de cerrar sus ojos por un instante, sintió cómo Saeng se colaba entre sus brazos.

—Perdóname —le lloraba —, perdóname, por favor, nunca fue mi intención herirte, soy un idiota. Lo siento... —pero Hyun no respondía —Tienes razón, solamente he pensado en mí, pero nunca te he engañado, te juro que eres importante para mí. Te lo juro.

Después de varios minutos con un silencio incómodo, por fin Hyun habló.

—Tienes razón. Soy un monstruo.

—No lo eres, Hyun, no sé por qué te dije esas tonterías, pero no es verdad, tú eres un ángel.

—Ya no puedo prolongarlo más, necesitamos hablar— Hyun lo apartó con delicadeza.

Saeng lo miraba con temor, el rostro de Hyun era tan sombrío que casi no lo reconocía, y cada vez que intentaba tomar su mano, éste lo esquivaba. No sabía si era por lo molesto que estaba o por otra cosa, pero presentía que ése sería el adiós que tanto temía, solo que antes de decir una palabra, la vista de Hyun se alzó para mirar a su alrededor con desconcierto.

—Espérame aquí —le dijo con el ceño fruncido y caminó un poco hasta meterse a los matorrales que daban hacia el camino del lago.

Después de unos cuántos pasos se detuvo, la mirada le cambió a una llena de furia y usando la fuerza de sus brazos, sacó de entre las hierbas a un licántropo del cuello.

—¿Qué crees que haces? —preguntó zangolotéandolo en el aire —¡¿Qué quieres?!

—El amo me envía para saber si has cumplido con tu misión.