Capítulo 15 - El nuevo huésped

191 21 1
                                    


A pesar de todos sus esfuerzos Hyun no había podido suavizar la relación que tenía con su patriarca, sabía que estaba perdiendo puntos importantes y que en cualquier momento su suerte podría cambiar, por eso fue presuroso hacia su misión aunque prácticamente iba a ciegas, lo único que sabía de Kyu Jong era que, según los rumores que habían llegado a Min, estaba escondiéndose en el territorio de "los butha", y si aquellos susurros no se equivocaban, seguramente estaba armando un ejército para la batalla contra Jung Min.

Cuando Hyun llegó al reinado lo encontró tal y como esperaba; sucio, con un olor putrefacto, lúgubre, ruin, la tierra árida, ni una sola vegetación. Ese territorio había quedado completamente abandonado luego de la caída de Yesung, aunque no entendía por qué Heechul había permitido que el lugar se demacrara tanto, si a final de cuentas él siempre fue el líder de ahí.

Siguió buscando por cada rincón del reino y nada. Ni una sola pista de que estuviera ahí. Pasaron los días y con cada uno que terminaba se desesperaba más y más, le urgía encontrar al menos algo que reportar a su señor para no llegar con las manos vacías, pero todo lo que hacía era en vano, hasta que un día sucedió algo inesperado; un pequeño ciervo comenzó a emitir sonidos lastimeros a lo lejos. El agudo oído de Hyun lo percibió de inmediato.

—¿Un ciervo en estas tierras? —preguntó en su mente mientras se dirigía hacia el lugar de donde provenía el sonido.

Entonces descubrió no solo al ciervo, sino un buen pedazo de terreno que no había sido afectado. El pasto era verde, había unas cuantas flores brotando de la tierra, incluso el olor había cambiado, se sentía fresco y agradable, como si recién hubiese terminado de llover. Hyun sentía que era como una cortina de ilusión, solo que, dentro de toda esa maravilla aún no había luz, al menos no una natural, sino solamente pequeños rayos emanando de lo que parecía ser una cabaña.

—Ven aquí, amigo —Hyun vio cómo de la choza salió un hombre alto, bien parecido, de cabello negro y ojos color marrón, su cuerpo no era fornido pero no lucía débil, su cabello castaño se ondulaba hacia arriba para formar dos montañas disparejas que separaban la mitad de su cabeza, y se desvanecían entre mechones cada vez más largos hasta llegar a la barbilla—. Shhh, tranquilo —el individuo acariciaba con ternura el lomo del ciervo, que adolorido, se había tumbado al piso —, descuida, te curaré.

—No, no es posible —se repetía Hyun en su cabeza —, este sujeto no puede ser el temible Kyu Jong.

Observó con detenimiento cómo el hombre curaba al animal con tanto cuidado, era una persona muy gentil y por donde quiera que lo miraba no podía percibir ni el más ligero poder o la más mínima maldad. Cuando Kyu terminó de vendar al ciervo lo ayudó a ponerse de pie, se metió por unos segundos a la cabaña y salió con un trasto con agua.

—Toma, bebe un poco —dijo ofreciéndosela —. Pobre, debes estar muy cansado y hambriento.

Hyun no dejaba de mirar la escena escondido tras una roca arriba de una pequeña especie de colina. De pronto Kyu percibió una presencia y levantó únicamente la mirada, de inmediato Hyun se sobresaltó, por un momento sus ojos habían hecho contacto con los de Kyu, agachó su cabeza tratando de cubrirse lo más pronto posible para no ser descubierto.

Entonces escuchó unas cuantas carcajadas y volvió a asomarse, ahí vio al ciervo lamiéndole la mano al extraño.

—No temas, amiguito —se levantó para quedar erguido —, nadie te hará daño de nuevo.

Lo último que Hyun vio fue al sujeto meter al ciervo a su cabaña. Siguiendo las órdenes de su amo, rodeó la vivienda desde una distancia considerable para examinar sus alrededores. No había indicios de batalla, guaridas o de construcciones de ningún otro tipo. Era más que nada una morada rústica, se notaba que era temporal, tan solo por esa razón comenzó a cuestionarse si estaba en lo cierto, si aquel sujeto era el enemigo de su señor. De cualquier modo decidió quedarse un poco más de tiempo para estar seguro de lo que debería reportar.

RENACERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora