RENACER

Capítulo 27 - Final de temporada

Hyun trataba de resistir el dolor con todas sus fuerzas, sentía que la vida se le estaba escapando a cántaros, por momentos no podía contenerse y terminaba gritándolo. Young Saeng solo lo miraba con impotencia, le ofreció su hombro para que se apoyara en él y a medio arrastrar lo llevó hasta donde quería. Cuando llegaron a la puerta vieron a Jun tumbado sobre ella llorando desconsoladamente, pero en cuanto él los vio se levantó de un solo movimiento y se abalanzó sobre Hyun a golpes.

—¡Todo esto es tu culpa! ¡Te odio! ¡Te odio! —gritaba mientras lanzaba puñetazos a diestra y siniestra.

El híbrido intervino para calmar a Jun y preguntarle qué estaba pasando pero el guardián no decía nada, solamente lloraba y maldecía. De un momento a otro Hyun comenzó a gritarle a Jung Min que lo dejara entrar, su llanto ya no se oía y las fuerzas con las que se sostenía desaparecían a cada segundo.

—Por favor, déjalo entrar —suplicaba Young Saeng a Jun, quien seguía firme llevando a cabo la misión encomendada —. ¿Qué no ves que está muy mal? Algo grave está pasando, ¡Jun!

El joven hacía lo que podía, pero al ver que el otro no lo escuchaba lo obligó a frenar su ataque de un puñetazo que terminó por derribarlo.

—Perdóname— le dijo a Jun antes de levantar a su novio—, pero ellos están atados y esto no puede seguir así.

—Ya no lo están —contestó con resentimiento—, Jung Min está desprendiéndose del anillo.

Al escuchar esto Hyun recuperó un poco de sus fuerzas y comenzó a patear la puerta con desesperación. Ahora todo tenía sentido para él, la vida que se acababa no era la suya sino la de su amo. La conexión era tan fuerte que comenzó a afectarle de nuevo, sentía cómo le era arrancado algo preciado de su corazón y no quería perderlo, entre la desesperación y el escándalo comenzó a desvanecerse lamentándose por la decisión de su señor.

Jun también comenzó a preocuparse por Jung Min, al ver que en efecto no había ninguna respuesta de su parte y cómo Hyun estaba siendo tan dolorosamente afectado se decidió a abrir la puerta de un golpe. Al lograrlo pudo ver cómo el cuerpo de su amo yacía en el suelo, sufría una severa convulsión mientras vomitaba sangre combinada con el extraño líquido negro. Los temores de ambos se habían hecho realidad, el patriarca del centro estaba al borde de la muerte.

—¡Por Dios! ¿Qué es esto? —Hyun se acercó para tomar a su amo y recargarlo sobre sus piernas —Háblame, por favor— imploraba al sentir el ligero peso de su cuerpo.

Jun observó con cuidado la mano de su amo, definitivamente ya no tenía el anillo pero no entendía por qué estaba tan grave, la enfermedad que sufría se había vuelto crónica en unos instantes, solo él sabía de ella pero con el shock de la imagen había olvidado cómo actuar.

—"Él dijo que todo terminaría si Jung Min se quitaba el anillo—se decía a sí mismo mientras recordaba las palabras de Jae—. ¿Entonces, por qué...?"

—¿Qué estás haciendo?! —gritaba Hyun desesperado al ver cómo el pupilo había quedado paralizado al ver la escena —¡Ayúdame!

El grito de Hyun lo hizo volver a sus sentidos y rápidamente corrió hacia el otro lado de la cama, en la gaveta del buró estaba guardado un antídoto que Jung Min le había dejado por si ocurría un evento similar. Preparó la jeringa y de inmediato lo inyectó en la pierna. Poco a poco las convulsiones se hicieron más ligeras hasta que su cuerpo quedó solo con un leve temblor, sin embargo no reaccionaba por completo.

—¿Qué fue eso? —preguntó Hyun al ver que Jun conocía el remedio.

Pero Jun no le respondía, simplemente se abrazó al cuerpo de su señor y le lloró.