Esa tarde se hizo silenciosa después de la decisión de Hyun. Young Saeng había visto tanta determinación en él que comprendió que no podría hacer nada al respecto, al menos no en ese momento. A pesar de la discusión, regresó con él a casa, pues pensó que tal vez ahí encontraría una forma de hacerlo cambiar de parecer, sin duda habría algo que podría ayudarle; necesitaba solamente una pista, un punto débil, algo que lo hiciera aferrarse a él más que a ningún otro, incluso más que su primer amor... Pero ¿cómo?
Aunque el corazón vulnerable de Hyun le parecía atractivo, al mismo tiempo lo consideraba una amenaza, así que para no activar esa bomba, no volvieron a cruzar palabra el resto de la noche. Hyun estaba acostumbrado a ser un poco frío, pero Young Saeng no; le dolía portarse así con él, así como también le dolía que Hyun no considerara otras opciones, y en ocasiones se preguntaba si podría lograrlo.
—Ni siquiera tú pudiste hacerlo... ¿cierto? —le susurraba al retrato de Jae, mismo que había robado sin que Hyun lo notara —, pero yo no puedo fallar. No puedo hacerlo...
Se levantó con cuidado de la cama y escapó a hurtadillas hacia la biblioteca. Esos libros eran parte del diario de un vampiro, quizás si los leía todos podría encontrar lo que tanto necesitaba. Después de un rato hojeando varios de ellos, llegó a uno que tenía un poco más de información acerca de sus puntos débiles, y cuando por fin estaba por leer sobre eso, se dio cuenta de que la página que tenía su pista había sido arrancada, por lo que cayó en la desesperación y con enfado lo aventó contra las repisas.
—No encontrarás nada ahí —dijo Hyun, haciendo que Saeng se sobresaltara por haber sido sorprendido —, he quemado todas las hojas.
—¿Sabías que vendría a buscarlas?
—No... —dijo acercándose lentamente a él —, tiene tiempo que lo hice, cuando alguien intentó hallarlas primero.
—Jae... —pronunció en nombre entre dientes.
—Puedo decirte con honestidad que estás un paso delante de él —bajó la mirada—, me gustas mucho más de lo que pudo haberme gustado Jae en su momento, pero no conseguirás que te convierta en un vampiro. No lo haré.
—¿Esperas que encuentre consuelo en tus palabras agridulces?
—Espero que entiendas que no puedo hacerlo.
—¿Por qué? ¿A qué le tienes tanto miedo? —Saeng se acercó para tomarlo del rostro —. Hyun... ¿soy una carga para ti?... es por eso que no quieres convertirme...
—No digas tonterías. Si lo fueras ni siquiera te habría ayudado la primera vez.
—¿Entonces?
—Estoy tratando de sacarte del pozo, Saeng. Pero debes saber que no ayudo a nadie dos veces.
— A Jae le resolviste la vida ¡y ni siquiera lo amabas!
—Tonto —dijo con frialdad —, no te imaginas el infierno en el que estuvimos metidos los dos. Arruiné su vida... y también la mía. Si algo aprendí de esa relación es que no puedes forzar a las personas a quedarse a tu lado.
Saeng bajó la cabeza. Hyun tenía razón, pero por más que lo intentara, no dejaba de pensar en esa soledad. Regresar a su vida normal significaba estar condenado a muerte, así que no se iba a rendir.
—Ven aquí —Hyun estiró los brazos y Saeng se acurrucó entre ellos —, te quiero mucho. Mucho. Y aunque tú finjas quererme, sé bien que no es así.
—No puedes asegurarlo.
—¿Se te olvida que puedo leer tu mente? —Saeng se sorprendió —, Ahhhh—suspiró— esa soledad a la que tanto le temes, tu vida podría ser diferente si tan solo lo intentaras.
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RENACER
FanfictionPark Jung Min es un príncipe vampiro que fue creado para gobernar su mundo y terminar con el caos que su padre le heredó; una guerra entre dos de las razas que habitan en ese lugar (vampiros y lycans). La batalla fue ganada temporalmente por Min al...