Encadenada

Estragon

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Tome el bowl con el puré de papa y empece a darle vuelta hundiendo mis pensamientos de sentimientos en este, saqué la cuchara y acerque mi meñique a la pasta para probarlo.

Estaba muy bueno.

Vi de reojo y el había tomado una botella de jugo de arándano. Apoyó su espalda baja contra la mesa redonda de madera y tomaba de esta.

Note su mirada clavada en mi nuca poniendo mi cuerpo rígido, me ponía nerviosa el hecho de que me viese de forma casual después de lo sucedido, yo no podría, honestamente.

De seguro ha de ser porque fue mi primera vez.

Entonces la razón por la cual el no está nervioso es más que clara, porque no soy la primera, esa fue Melissa....

Joder, sentía el maldito nudo de la garganta irritante mientras mis ojos se ponían borrosos y mis pestañas inferiores se enfriaban y juntaban al estar al contacto con las húmedas lágrimas.

-Sigues molesta?- pregunto con voz ronca.

-No se de que me hablas- dije cerrando los ojos con fuerza mientras jalaba la tabla donde estaba en jitomate en rodajas.

Oí que dejaba la botella en la mesa y se acercaba lentamente hacia mi, note como mis músculos se tensaban y mis sentidos estaban a más no poder con su simple cercanía.

Trate de sacarlo de mi cabeza y comencé a cortar las rodajas en... más rodajas, no había otra cosa que me distrajera.

Sentí el roce de sus manos en mis hombros, que fueron descendiendo lentamente hasta mi cintura pegándole a su pecho.

-Tan nerviosa te pongo?- murmuro en tono de burla. Poso sus labios en mi cuellos, rio ante la reacción de mi cuerpo.

Su risa me molestaba, sentía que se burlaba de mi, se que no sabia mucho de relaciones, hasta ahora he tenido tres relaciones en mi vida, y digamos que la última no salió como en los finales felices.

-En lo absoluto - bufé molesta.

-Vamos Claire, sabes que cualquier chica desearía estar en tu lugar- dijo al lado de mi oído.

-Pues entonces largate a buscar a cualquier chica - grite soltándome de su agarre.- Ya que al parecer te conformas con cualquiera no?!-

Maldición.. las lágrimas se las han ingeniado para escabullirse de mis ojos, me ardía la nariz, y sentía como se ponía roja la parte inferior de mis ojos a causa de tanta retención.

Puso sus manos en mis mejillas, intente zafarme pero me fue inútil.

Estaba segura que tendría una cara burlona por la cara que estaría mostrando, pero cuando eleve la mirada solo me encontré con unos ojos que solían ser dorados brillantes, ahora estaban completamente opacados.

Sólo hundí mi cabeza aún más en su manos mientras apretaba mis manos contra la mesa que estaba detrás mía.

-Lo siento... no era mi intención - dijo con voz ronca buscando mis ojos.

-Entonces si lo sientes no lo hubieses hecho desde un principio!- chille cerrando aún más mis ojos.- sueltame- gruñí

-No, veme a los ojos.

-Que me sueltes!

-No hasta que me digas que me perdonas.

-Bien! Entonces- empujé sus manos lejos de mi y me aleje lo más posible de el.- Entonces te quedarás con ese asunto pendiente.! - grite.