Tell me what to do ┊чσσимιη┊

IV

-Yoongi-

Eran las 5 y salia de la oficina, pensaba irme directo a casa, habia prometido llegar a las 6:30, pero extrañamente sentia que queria ver al enano, luego de dos semanas con el pegado a mi pretina ya me estaba acostumbrando a su lloriqueo, a como arrugaba su nariz antes de estornudar como un gatito, si en mi vida habia hecho algo bueno, creo que eso debia ser Minhyun. Me quede un momento parado fuera de mi Bugatti, buscaba las llaves, cuando dos manos se posaron en mis hombro y me tiraron con poca delicadeza hacia atras.

— Heeeeyy Min Yoongi ¿Temprano a casa? ¿Estas bien?

Esa voz burlona me dio escalofríos, la ultima vez que la oí, termine siendo desintoxicado en un hospital.

 — Hoseok — Sonreí de manera forzada, amaba a ese maldito, pero solo de verlo sentía que iba a sentir un coma etílico, junto a el estaba Namjoon, ambos me miraban con esa sonrisa previa al desmadre— Ahh no...No no, hoy no.

Ellos hicieron caso omiso a mis palabras y me jalaron vilmente lejos de mi carro, opuse resistencia, pero no puedo jactarme de tener mas fuerza que Nam, el solo me jaloneaba, mientras la risa estridente de Hoseok nos seguía, realmente el par disfrutaba esto.

— La niñera esta con el crio.

—Es hombre, Hoseok y le prometí llegar a las 6:30

— Li primiti lligir i lis 6:30...Quien lo diria, Yoongi cumpliendole horario a alguien — Termino su frase y emitió el sonido de un látigo acompañado de un movimiento de brazo, mientras Nam se partía de la risa.

— Nadie me mandonea, pendejo, es solo que... — Detuve mis palabras, ¿Por que me preocupaba de no fallarle al niño bonito? —  Esta bien, pero solo una cerveza, la ultima vez que fui raptado de esta manera no resulto bien, diría que recuerdo que fue traumatico, pero realmente no recuerdo nada, gracias a ustedes dos, animales.

  —Oh, si ese si fue un buen día, tu cara en el hospital fue como navidad y cumpleaños juntos — Nam fruncía sus labios para no explotar de risa, yo por mi parte no le veía nada de gracioso, me mostraron el vídeo de ese día y me veía como si el vomito de Minhyun hubiera tenido relaciones con su pañal, un puto asco.

Luego de unos minutos mas de risas a costa mía llegamos al bar,  nuestra mesa estaba disponible como siempre, el dueño lo mantenía así, creo que porque con solo nuestra cuenta el pagaba los estudios de su hija, eramos sus alcohólicos favoritos. Eran las 5:20, estaba bien en la hora, pero el aroma a trago despertó una emoción en mi corazón reflejo de dos semanas de abstinencia, tenia ganas de prender 20 cigarros al mismo tiempo que hundía mi cara en un barril de whisky añejado.

—Mírale los ojos al cabrón, le brillan — Grito Hoseok, aplaudiendo emocionado. mientras  yo no pedía una cerveza, pedía un whisky, si lo se, falte a mi palabra, pero solo seria uno ¿No?.  

— Despertaron al demonio — Una sonrisa ladina que mostraba miscolmillos se dibujo en mis labios y me prepare mentalmente para beber de un golpe ese exquisito y acaramelado liquido. Lo hice, lo hice con un gusto que me quemaba la garganta y sin haber terminado uno, ya levantaba mi brazo para pedir el segundo. 

Si les soy sincero, lo ultimo que recuerdo es que mi risa se mezclaba con las de Nam y Hoseok, el humo nublaba mi vista y sentía las caricias de unas manos delicadas sobre mi muslo que claramente no era de ninguno de mis amigos, no se que esta pasabando pero, demonios, me encanta.

-Jimin-

Las 10 y no había señales del hijo de puta, las 11, las 12, maldito el día en que acepte este trabajo. Mire mi celular y tenia un mensaje —Mierda — Fue lo único que pude decir, era del Señor Choi, sabia que era, me tarde un minuto en abrirlo, la había cagado y el era de esos que no perdonaba.