Tell me what to do ┊чσσимιη┊

VII

POV YOONGI

Lo vi parado a las afueras del edificio con su rostro pálido y esas mejillas que tanto amo amenazando con desaparecer, me sentí una basura, me sentí una basura a pesar de saber que no había hecho nada malo y del enfado que tenia con Park por no haberme creído un carajo, pero aun así mis pies comenzaron una inconsciente caminata hacia el, quería gritarle, quería besarlo, quería...Quería tantas cosas pero se marcho, una vez mas me quede como pendejo viendo como se alejaba...

Juro que ese día pensaba volver a casa, comenzar a hacer las cosas bien, quería pensar en como sacar a mi hijo de las garras de esa jodida loca, quería, pero verlo simplemente me arrastro nuevamente como un trapo a mal traer al bar mas cercano, entumecer mi cerebro con alcohol era lo mejor que había hecho en los días que pasaron sin Jimin y sin mi hijo, no podía comer porque la maldita cocina estaba llena de los fantasmas de las risas de ellos, el pequeño plato Hyunnie, la estúpida botella rosa donde Park bebía agua, las noches cenando juntos, trataba de dormir pero el aroma de ellos pululaba por el apartamento, la almohada de Jimin aun tenia esas asquerosas y adorables manchas de saliva que dejaba cada vez que dormía profundo conmigo, entre mis brazos, contra mi pecho, su maldito calor me hacia tanta falta aun cuando no hacia frio, todo era tan desagradable en mi apartamento desde que ellos se habían marchado y mas desagradable era darme cuenta que jamas los aproveche como debía, jamas se lo dije como debía, tuve que esperar a que todo se fuera al carajo para poder darme cuenta realmente de que no soy el centro del universo, que solo no podía, que estaba roto y que Park Jimin era ese pegamento meloso e inocente que poco a poco ayudaba a reconstruir la miseria que había sido y volvía poco a poco a ser.

No me embriague, aun que no lo crean logre llegar a la puerta de mi apartamento sintiéndome horriblemente sobrio, recuerdo que el sujeto del lobby trato de decirme algo pero simplemente lo ignore, quizás debí escucharlo, así al menos iba a llegar preparado para lo que me esperaba dentro de mi apartamento. Pase la tarjeta y abrí la puerta, todo seguía tan oscuro como lo deje, di un par de pasos tanteando de mala gana el interruptor de la sala de estar y cuando se hizo la luz lo vi sentado en mi sofá con cara de pocos amigos...

—Por lo que veo no lo has pasado nada de mal estos días.

—¿Que demonios haces en mi apartamento,Jungkook?.

—Tenemos que hablar.

—No tengo nada que hablar contigo, ahora largate.

— No pienso moverme de aquí hasta charlemos, por las buenas o por las malas , hermano.

—¿Hermano?—repetí soltando una amarga risa—¿Que clase de hermano se revuelca con el ex de su hermano mayor?, ¿Explícame, que clase de basura lo hace?, podías tener a cualquier idiota en tu cama, a cualquiera, Jungkook.

—¿De que demonios hablas, idiota?

—Jamas pensé que Jimin fuera de esos que correr de buenas a primeras a los brazos del primero pendejo que le promete el cielo y tu...

—¿Yo que?—vi como se ponía de pie y caminaba hacia mi y yo solo rogaba por que se acercara lo suficiente como para estampar mi puño en su rostro—Yo lo único que hice fue correr tras Jimin como tu me lo pediste y lo único que estoy haciendo ahora es tratar de mantener vivo a Park, no come, no duerme, llora todas las malditas noches por un pendejo que por lo visto siguió su vida como si nada.

—¿Seguir mi vida?, Jungkook vete a la mierda, no sabes lo que estas hablando.

—No pienso irme hasta que me escuches, yo escuche tu mierda hace un rato, ahora tu...

El cerrojo de mi puerta nos silencio a los dos, ¿Cuanta puta gente tenia la llave de mi apartamento?. Ambos miramos expectantes, por un segundo pensé que podría ser Jimin, por un precioso segundo pensé que el venia a oír mi versión de la historia, pero mi aliento acabo por abandonar mi cuerpo cuando vi a mi madre cerrar la puerta tras de si.