III

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— Te ves como la mierda.


—   Van dos semanas desde que Minhyun llego a mi vida y créeme que eso de ''la bendición'' como lo llama mi madre esta lejos de ser real, solo come, llora, duerme y caga — Hablo mientras restriego mis ojos, sacando la cajetilla de cigarros.


—Bueno, por como describes al pequeño es realmente hijo tuyo — Miro como sacaba mi cigarro y alzo la ceja con ese gesto paternal que odiaba — ¿Es enserio? ¿Vas a fumar con esa cosa durmiendo en tu habitación? — Me quito la cajetilla de las manos y la guardo.


— No me jodas Nam, necesito fumar llevo dos semanas sin hacerlo y con respecto a lo otro, en mi defensa debo decir que yo al menos trabajo, Minhyun no hace nada mas.


—Hace dos semanas que no vas a la oficina, deja el lloriqueo.


— La empresa es mía ¿Quien me va a despedir? ¿Yo?   — Me encojo de hombros.


— Tienes un niñero al lado ¿No has pensado en preguntarle si puede venir por las mañanas?


— Oh, por las mañanas es buena idea, sabes que despierto dur...— No me deja terminar,la ceja de Nam se levanta nuevamente y se que debo callarme — Ok, ok...Pero si, creo que lo haré, me da pereza eso de entrevistar gente y el se veía feliz rodeado de pendejitos chillones, este al menos aun no habla.


Despido a Namjoon y miro hacia la puerta de los Choi, no es que sea un acosador ni nada, pero se que el llega de la universidad a las 5 los jueves, lo he mirado así como que no quiere la cosa, un dato que saque por... Mera coincidencia y ¡Bingo!, ahí venia caminando por el pasillo con ese suéter que le quedaba enorme y esos jeans que se ajustaban tan bien a ese trasero que parecía llamarme con cada paso que daba el maldito.


— Hey, Park ...


Se detuvo en seco y me miro con cara de pocos amigos, no lo culpaba, llevaba dos semanas haciéndole bromas con respecto a que había durado mucho con esos demonios y el siempre defendía a sus críos con garras.


— Dígame, Señor Min.


Toco mi pecho como si algo hubiera sido clavado directo en mi corazón — ¿Señor? solamente tengo 26 años, unos ¿Dos o tres mas que tu?.


— Pero se ve mas viejo — Dice con una sonrisa triunfal, como lo odio.


— Que rudo, Park, pensé que tener el cabello rosado y mejillas gorditas era parte del pack de niño adorable...


 —¿Iba a decirme algo? —  Me interrumpe y mira hacia un costado tratando de ocultar que sus mejillas se habían puesto rojas y creo que mi rostro se desfiguro solo por lo adorable de su expresión.


— Y-Yo...Digo, yo quería preguntarte si tenias tus mañanas desocupadas.


— Usted no es de mi tipo — Vuelve a sonreír, vuelve a ocultar esos ojos tras sus mejillas, mi corazón vuelve a pararse, el debe dejar de hacer eso.

Tell me what to do ┊чσσимιη┊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora