Gracias a una buena y relajante ducha caliente y sobre todo, la compañía de los únicos dos amigos que nunca iban a fallarle, Meghan pudo descansar mejor aquella noche, tanto que ni escuchó la chirriante melodía de su despertador. Alice en cambio, sí se había despertado. Hizo un ligero esfuerzo para levantar a los otros dos dormilones pero fue imposible, así que luego de haber desayunado, se concentró en acabar su último trabajo del trimestre, porque a pesar de las bromas de sus amigos, sí que se tomaba enserio su carrera.
Dos horas más tarde y con la ayuda del sol que entraba por la ventana y el peso muerto o más bien dormido que estaba apoyado en ella, empezaba a despertarse.
- ¿Qué hora es? - Preguntó con la voz ronca y sin abrir del todo los ojos.
La rubia miró la hora en su portátil antes de contestar. - Las diez de la mañana.
- ¿QUÉ? - Gritó.
Nathan sólo pudo hacer un "Shh" para después darse la vuelta y seguir durmiendo. La joven inmediatamente saltó del sofá en dirección a su armario, una vez más, cogió lo primero que vio, se vistió y se aseó en un tiempo récord.
- ¿Me puedes decir por qué tanta prisa? - Cuestionó su amiga al verla correr de un lado para el otro.
- ¡Tengo examen en menos de media hora! Tendrías que haberme despertado. - Hablaba mientras intentaba cepillarse la rizada melena.
- ¡Eeh! Yo lo intenté pero fue como tratar de despertar a dos troncos. - Se excusó Alice.
Meghan no contestó, fue a por su mochila y sin despedirse, salió pitando rumbo a la universidad. En el momento que ella llegaba justo a tiempo para su prueba, Derek tenía algunas horas libres, por lo que, decidió pasarse por el gimnasio y discutir algunos términos con Daphne, su jefa. Nada más pisar aquel lugar, cruzó miradas con James. Éste se encontraba dando consejos a un muchacho que estaba entrenando con las pesas. Saludó con un asentimiento de cabeza y Derek se lo devolvió de la misma manera. Al poco tiempo y después de llamar a la puerta, entró al despacho de Daphne.
- Hola. - Saludó él.
- Pasa, siéntate. - Le sugirió sonriente. Su pelo estaba recogido en un apretado moño y su vestimenta constaba de una camisa celeste y una falda de tubo negra.
- Como tenía un rato libre, pensé que podríamos hablar de un par de cosas. - Le explicó.
- Claro, dime. - Dijo mientras colocaba sus codos en la mesa y colocaba su pierna derecha encima de la otra.
- Me gustaría saber si podríamos hacer algún cambio en mis turnos de trabajo.
La mujer asintió. - Mira, si te parece bien podrías venir los fines de semana y algunos días por las tardes.
Derek enseñó su sonrisa encantadora y siguió con la conversación. Poco después de eso, se dirigía a la salida cuando fue interrumpido por una figura que le cortaba el paso.
- Compañero. - Saludó James.
Derek había conocido a varios tipos como él lo suficiente como para saber que algo quería. - ¿Qué hay?
- ¿Cómo ha ido la charla con la generala? - Preguntó con un obvio tono despectivo.
- Muy bien. - Dijo neutral. - ¿Querías algo más o...? - Hizo un gesto con la mano, indicando que se quería ir.
James pensó unos segundos. - Bueno... Algo si quería saber, solo por curiosidad. - Aclaró rápidamente.
- Soy todo oídos. - Se cruzó de brazos.
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Lo mejor de mí
RomanceMeghan y Derek tienen muchas cosas en común. Los dos tienen un pasado que quieren olvidar. Los dos tienen al enemigo muy cerca. Los dos pelearán por volver a tener una vida normal y ser felices. Los dos darán su vida si es necesario para proteger al...