Cuáles serían las palabras correctas para consolar a alguien en una situación como esa. Ninguno lo sabía, no podían asegurar que todo iba a estar bien. Todos mantuvieron su boca cerrada, sin saber realmente qué decir o cuál sería el siguiente paso a seguir. Dominic estaba jugando un juego muy peligroso y con un arma de doble filo. Había llegado el momento de dejar a un lado a uno mismo y pensar en el bienestar de los demás, un sacrificio a cambio de la vida de todos sus seres queridos. Meghan pidió hablar con Dixon en privado, giró su rostro por última vez hacia Derek y con la mirada intentó darle su apoyo. Minutos después Dixon volvió sólo, excusándose diciendo que la chica necesitaba un poco de aire fresco, pero al poco rato, se escuchó el motor de un coche arrancar y alejarse a gran velocidad.
Sabía perfectamente a dónde se dirigía, quizás hacia su propia muerte. No estaba asustada, sino, todo lo contrario, calmada, en su mente, estaba haciendo lo correcto. Al transcurso de media hora, llegó a su destino, no tuvo tiempo de salir del auto porque varios hombres musculosos,con trajes negros, pelo rapado y bien armados la apuntaban.
- Decirle a vuestro jefe que Meghan Porter quiere hablar con él. - Dijo saliendo del vehículo, segundos después su cuerpo inconsciente fue atraído por la gravedad, resultado de un fuerte golpe en la cabeza. Su cuerpo fue arrastrado hacia la casa y atado a una silla, junto al de Tina.
- Meghan. - Escuchó su nombre a lo lejos. - Meghan, despierta. - Volvió a escuchar la femenina voz, pero esta vez mucho más alto.
Un balde de agua fría la hizo despertar. Abrió sus ojos tan grandes como pudo, respiró profundo. La parte derecha de su cabeza estaba sangrando pero no le importo en ese momento.
- Buenos días princesa. - Saludó mientras se acercaba a ella.
- Dominic Costello. - Dijo mirándolo fijamente, demostrándole que no le tenía ningún miedo. Comenzó a reír. - Pensé que serías mucho más intimidante en persona, pero veo que solo eres un viejo con un bastón de madera.
Un golpe secó le giró la cara, su labio comenzó a sangrar. La joven no paró de reír.
- ¡El plan ha cambiado, matar a esta perra! - Ordenó furioso hacia los hombres que estaban en la habitación.
-¿Qué estás haciendo? - Susurró aterrada.
Las chicas hicieron contacto visual. - Sígueme la corriente y saldremos de esta "muñeca". - Le contestó la pelinegra, en ese momento, recordó que la única persona que la llamaba así era su padre, sonrió.
- ¡CALLAROS! - Vociferó. - ¿Piensas que no me doy cuenta de lo que intentas hacer muchachita? - Se encendió un puro para calmarse. - Tu visita hará feliz a un nuevo amigo mío. - Su rostro se transformó, sus pupilas se agrandaron y sus ojos se oscurecieron.
- Déjame a solas con ella. - Dijo James detrás de él, había sido informado de su llegada por Tucker, el cual, estaba parado a su lado.
El viejo le hizo una señal con la cabeza a su mano derecha, éste sacó el afilado cuchillo que tenía guardado en la parte trasera de su pantalón y con rapidez y sin pestañear, la cuchilla atravesó el cuello de James, matándolo al instante. Su cuerpo inerte se desplomó contra el suelo. Meghan intentó mantenerse calmada, pero la escena que acababa de presenciar la marcaría de por vida.
Dominic lo había hecho tan solo para demostrar de que era capaz de hacer y enseñarles lo que les esperaría. Tina comenzó a sollozar apartando la mirada del cadáver, sin embargo, la joven siguió observando como la sangre brotaba de su garganta.
- En realidad me has hecho un gran favor, el hijo de puta merecía morir. - Le dijo captando la atención de los presentes.
- Ya sabes lo que tienes que hacer con el cuerpo. - Ordenó. - Me sorprendes niña, en otra vida, tú y yo podríamos haber sino muy buenos amigos. - Volvió a acercarse a ella, agarró su cara, apretando su mandíbula hasta tal punto que sentía que iba a romperse en mil pedazos. No cabía duda que aquel desgraciado era un sádico que disfrutaba infligiendo dolor a los demás. Mientras tanto Tucker y otro hombre más metían el cuerpo de James en una bolsa negra para después llevárselo.
- No la toques. - Dijo la otra prisionera.
Se giró hacia ella. - Vaya, vaya, muy valiente de repente. - Pero sus palabras sirvieron para que soltase su agarre.
- Vuestro momento llegará pronto. - Con la foto que le envío a Derek era suficiente para que viniera al rescate de su hermanita, su plan funcionaría solo si él estaba allí, viendo como sufrían hasta su último aliento. Fue hasta uno de sus empelados, le susurró algunas órdenes y antes de que pudiera hacer algún otro movimiento notó el puntito rojo sobre su pecho.
- ¿Realmente crees que soy tan estúpida como para venir aquí sola? - Le dijo la joven.
En ese instante todas las luces se apagaron y los audífonos chirriaron en sus oídos.
- ¡Morris, arregla esto! - Gritó desesperado, pero cualquier movimiento sería en vano. La figura de Derek salió del conducto de ventilación, algo tremendamente difícil para él, ya que tuvo que controlar su fobia. Sujetó su arma contra él, sus hombres también le apuntaban con las automáticas, pero eso no le preocupaba en lo más mínimo. A pesar de la parcial falta de visibilidad, se podía notar a kilómetros que su mirada proyectaba furia irracional.
Mientras tanto, Tucker y el otro hombre habían sido detenidos nada más cruzar la puerta trasera, el francotirador tenía órdenes de tirar a matar y la policía había rodeado el lugar.
- Debería dispararte en la otra pierna para que no volvieras a caminar nunca. - Habló con rabia.
- Adelante, mátame. - Dijo con los brazos abiertos. - No pienso ir a la cárcel.
Su dedo estaba en el gatillo, con apretarlo, su pesadilla acabaría.
- ¡Yo te convertí en lo que eres chico, dispara, venga la muerte de tu padre! - No le tenía miedo a la muerte y no se arrepentía de nada, no tenía conciencia alguna.
- No lo hagas Derek, no te conviertas en un asesino, no vale la pena. - Habló Meghan intentando convencerlo.
El grandullón apretó su mandíbula, bajó su arma poco a poco. - Mi padre estará orgulloso de mí si dejo que te pudras en la cárcel. - Los agentes entraron en ese momento, los esposaron a todos y los sacaron a la fuerza. Detrás de ellos entraron los paramédicos, quienes atendían a las chicas, mientras Derek las desataba.
- Me alegra de que el plan haya salido bien. - Dijo Arthur caminando hacia ellos sonriendo.
Horas antes, durante su privada conversación, los dos trazaron un plan, le harían creer que Costello tenía todo bajo su control, luego el detective les informó a los demás, su compañera llamó a todos los refuerzos en los que podía confiar, hasta a un viejo amigo de la armada, Alice hizo un estupendo trabajo cortando la luz y las comunicaciones, tanto que Arthur le ofreció un puesto en la policía, lo demás fue todo un procedimiento táctico, aunque fue difícil controlar al joven, tanto que casi entró antes de tiempo.
Con Costello en prisión y James muerto, por fin podían respirar tranquilos. El grandullón abrazó a su hermana, luego beso apasionadamente a Meghan. - Estaba preocupadísimo por vosotras.
- Al final todo salió bien. - Sonrió la pequeña adolorida.
- Estás totalmente loca pero te amo. - Río feliz por primera vez en mucho tiempo.
Al día siguiente, Dominic hizo un trato con la fiscalía para evitar el juicio, se convirtió en un soplón, dió los nombres de policías, políticos y jueces corruptos, eso conllevó a que fuera aislado de todos los demás presos, pasando su sentencia completamente sólo, sin poder volver a ver el sol ni respirar aire puro por el resto de su vida.
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Lo mejor de mí
RomansMeghan y Derek tienen muchas cosas en común. Los dos tienen un pasado que quieren olvidar. Los dos tienen al enemigo muy cerca. Los dos pelearán por volver a tener una vida normal y ser felices. Los dos darán su vida si es necesario para proteger al...