Ella, no respondió a la pregunta, simplemente entró, junto a su maleta de lunares, en el apartamento.
- ¿Te has teñido el pelo? - Formuló otra pregunta después de cerrar la puerta y mirarla de nuevo. Le resultaba un poco vergonzoso admitir que tardó más de lo que debería en reconocer a su propia hermana.
El tinte que había utilizado en su media melena, era un intenso rojo cobrizo y ese no era el único cambio que se había realizado; no sólo portaba falsas gafas de ver, sino que también unas lentillas de color azul e iba vestida con una ropa muy distinta a su gusto habitual, de allí que Derek tardase más en reconocerla.
Dejó su maleta a un lado y se acercó más a su hermano mayor. - Siempre he querido hacerlo, ¿No te gusta? - Le respondió ella con una pequeña sonrisa.
Éste no dudó en comenzar un hermoso abrazo fraternal. La verdad era que echaba de menos a su familia y odiaba la situación por la que estaba pasando, en la que tenía que permanecer alejado de todos los que amaba.
- Estás rara. - Le dijo al separarse.
- Voy de incógnito. - Habló en voz baja para después soltar varias carcajadas.
- Pues lo has conseguido. - Dijo mirándola de pies a cabeza. - ¿Qué piensa mamá de todo esto? - Señaló fugazmente los cambios que se apreciaban.
- ¿Crees que soy la única que ha cambiado de aspecto? - Respondió con otra pregunta.
Derek, negó con la cabeza imaginándose la nueva imagen de su madre. Después de intercambiar varias palabras más, los dos hermanos se acomodaron en el sofá, para poder conversar cómodamente.
- Ahora sí, cuéntame qué está pasando. - Cuestionó serio e intrigado.
La chica suspiró y repasó en su mente todo lo que tenía que decir. - Había llegado el momento de salir de la ciudad, sentíamos que nos vigilaban en todas partes, así que mamá y yo urdimos un plan de escape. - Comenzó a explicarle.
- Eso me suena más a algo que hubiera hecho papá. - Comentó él sonriendo.
- Algo se nos tenía que pegar de él, ¿No? - Dijo recordándolo con nostalgia. - A lo que iba, si queríamos pasar desapercibidas, teníamos que cambiar nuestra rutina y hacernos un nuevo "look". Después de eso, contactamos con la tía Judy, para que nos consiguiera un sitio en el que quedarnos temporalmente, luego mamá pidió plaza en un hospital de allí y para terminar, decidimos coger rutas separadas, sólo por si acaso. - Acabó de informarle.
- La tía Judy vive a más de cuatrocientos kilómetros de aquí. - Dijo algo que era obvio para ambos.
- Ya lo sé bobo. - Contestó Tina sin darle mucha importancia.
- Entonces, ¿Qué haces aquí? - No era que no quisiera que su hermana estuviera con él pero de nuevo, su pensamiento volvió a Dominic y el peligro que le envolvía.
- Ya te he explicado que decidimos viajar por separado, yo sólo he hecho una pequeña parada. - Aclaró la chica.
- ¿Cuán de pequeña? - Interrogó alzando una de sus cejas.
- Un par de días. - Contestó Tina.
Su hermano se quedó en silencio, pero su expresión facial podía hablar por él.
- Te molesta que esté aquí ¿Verdad? - Pronunció un poco triste.
- Claro que no. - Respondió rápidamente. - Pero ya sabes que no es el mejor momento. - Se acercó un poco más a ella, lo suficiente como para poder pasar el brazo por su hombro.
- Eso ya lo he notado. - Eso lo decía por las recientes marcas que se seguían apreciando en el cuadrado rostro de Derek. - ¿Te lo hizo Dominic? - Se había dicho a sí misma que no preguntaría, pero no lo pudo evitar, estaba preocupada.
- Uno de sus perros. - Respondió con cierta rabia acumulada. - La miró por un momento. - No tengas miedo, lo arreglaré y todo volverá a la normalidad. - La tranquilizó.
- Lo arreglaremos. - Su hermano tenía que entender que él no estaba solo en todo aquello. - Somos una familia Derek. - Habló seria.
La conversación no acabó allí ni mucho menos, estuvieron discutiendo sobre el tema un buen rato, hasta que finalmente, él ganó la discusión y Tina tuvo que ceder. A partir de allí, la noche transcurrió tranquila, las horas pasaron hasta que el sol salió como todas las mañanas.
En el piso de las chicas, Meghan preparaba un delicioso y nutritivo desayuno, mientras tenía una videollamada en curso con Camille.
- Todo va bien hija, no sé a qué viene esa pregunta. - Su madre era una mujer bastante reservada que prefería no contar los problemas, ni siquiera a su propia hija.
- Te conozco y algo te pasa, ya sabes que cuentas conmigo para lo que necesites. - Desvío un momento su atención de la sartén, para mirar a la pantalla.
- A mí no me pasa nada, en cambio a ti sí, ¿O me equivoco? - Camille no estaba tranquila desde que supo de la aparición de James y necesitaba saber que su pequeña y única hija, se encontraba bien.
- Nada del otro mundo mamá. - Habló sin darle mucha importancia. Las dos se parecían más de lo que pensaban y ninguna quería preocupar a la otra.
Siguieron hablando unos minutos más, el tiempo que tardó en tener listo el desayuno. La llamada finalizó y tiempo después, Alice entró sin muchas ganas en la cocina, somnolienta y despeinada, aunque acompañada de su teléfono móvil.
- ¿Y Nathan? - Dijo ella sentándose.
- Después de que saliéramos a correr, se marchó a casa. - Le informó su amiga.
Ella asintió y peinó su rubia melena con sus dedos para después hacerse una coleta alta. Antes de comenzar su desayuno, observó a su amiga.
- ¿Qué pasa? - Preguntó la pequeña al ver que su amiga no paraba de mirarla de manera pensativa.
- Sé que me dijiste que no querías saber lo que había averiguado sobre Derek, pero por lo que nos contaste ayer, creo que debo decírtelo. - Estaba más seria de lo habitual y eso hizo que Meghan se inquietase.
- Esta bien, dime. - Aceptó muy poco convencida.
Su amiga apoyó los codos en la mesa y se inclinó sobre ésta. - Navegando encontré que le habían expulsado de su antigua universidad, al parecer por una pelea física que tuvo con otro alumno.
- ¿Qué tiene que ver eso con lo que dije ayer?
- No seas impaciente y escucha. - Ordenó la rubia. - Al parecer en ese período de tiempo, su padre falleció y al indagar más, di con la causa de su muerte, fue asesinado.
- ¿Asesinado? ¿Por quién? - Ahora sí que estaba intrigada y quería saberlo todo.
- Aquí llega lo raro del asunto. Su padre era policía y no hay ninguna información electrónica del caso, sólo el informe de la autopsia. Para mí que sigue siendo una investigación en curso. - Supuso la joven.
Meghan no podía creer lo que escuchaba. - Pobre Derek. - Susurró imaginando lo que debía de ser para él todo aquello.
- Hay más. - Dijo Alice captando de nuevo la atención de la pelinegra. - En el periódico, salió la noticia de que había muerto debido a un atraco que salió mal.
- No entiendo.
- Digamos que soy muy buena en lo que hago y que sé que ese día no se produjo ningún atraco. - Explicó la informática.
- ¿Por qué iban a mentir sobre su muerte? - Cada vez estaba más confusa con aquel tema.
- Eso sólo lo sabe la policía. - Dijo comenzando a comer su desayuno y dejando a Meghan con la duda.
ESTÁS LEYENDO
Lo mejor de mí
RomanceMeghan y Derek tienen muchas cosas en común. Los dos tienen un pasado que quieren olvidar. Los dos tienen al enemigo muy cerca. Los dos pelearán por volver a tener una vida normal y ser felices. Los dos darán su vida si es necesario para proteger al...