Mejor Juntos [COMPLETA] (EN EDICIÓN)

Capítulo 33. (Sorpresa)

El amor es como cuando estás acostado en el mar, si te dejas llevar corres el riesgo de perderte. Esas fueron las palabras que un día me dijo mi madre, ahora las entiendo, y tenía razón. Estaba completamente perdido y loco por él.
Habían pasado los dos días, que para mí resultaron ser 2 meses más. Salí con los chicos, con el fin de distraerme, y no lo había logrado. Le conté todo a Evan y dijo estar feliz por mi.
Hoy era ya el día, lunes. 7:45 para ser exactos a 5 minutos de ver a Leo, ya que quedamos en que pasaría por mi. Estaba tan ansioso, nervioso y emocionado, como cuando estás en espera a los reyes magos, siempre digo esto. Pero a ese grado me sentía de emocionado. ¿Te lo puedes imaginar? También dicen que el amor, es divertirse y emocionarse como niños, pues era el caso.
Eran ya las 7:55 y leo aún no llegaba, y si no salía de mi casa en ese momento, llegaría tarde, así que algo desilusionado me fui camino a la escuela. Mis nervios y emociones continuaron supuse que lo vería en el salón, no fue así. Me empezaba a frustrar, ¿Le habria pasado algo? ¿Estará bien? ¿Su papá lo habría descubierto? Todos notaron mi angustia más no dijeron nada. En la hora del desayuno nada me apetecía, bueno nunca me apetecía nada de la escuela pero hoy menos. Ahora estaba un poco cabreado, aún en la noche me dijo que faltaba poco para vernos. Las horas se me hicieron eternas. Y mi mente no dejaba de hacerse preguntas. Cuándo iba camino a mi Locker, alguien me tocó el hombro de un forma extraña.
Era José, comportándose de una manera en la que no sé si me tranquilizó o me asusto más de lo que estaba.

- ¡Daniel!
- ¿Qué tú no estabas con leo? ¿Dónde está? - Dije directo.
- Pensé que tú sabías.
- ¿Eh? Explícate.
- Qué llegamos a noche ya algo tarde y eso es todo, pensé que iba a estar contigo.
- Pues no lo veo por aquí. José sé que me odias y que detestas la relación entre Leo y yo, pero enserio! ¡Enserio! Dime la verdad. Dime si está bien.

Quedó callado varios segundos observando me como con compasión y agrado, quizá.

- Está bien. - Me dió un pequeño golpe en el hombro y se fué.

Y si leo, decidió dejarme otra vez, quizá y lo de su papá y José fue todo una mentira y solo se fué con José de viaje y a mi me está viendo la cara de tonto.

- ¡Hey! ¡Hey! ¡Sordo!

Escuchaba voces distorsionadas y unas manos moviéndose muy cercas de mis ojos.

Era Evan.
- ¿Qué platicabas con ese?
- Le pregunté de Leo. Solo me dijo que estaba bien, Evan.. ¿tu crees que leo haya decidido dejarme otra vez?
- ¿Qué? Jajajaja no.

Agaché la mirada.

- Haber tío, ya lo hablaron, tenlé un poco de fe.
- Dijo que me recojería en mi casa.
- Ok. Eso no necesito saberlo.

Solté una carcajada.

- Ves ya reíste. Tranquilo, a lo mejor se quedó dormido. Vamos a mi casa a jugar play y beber unas cervezas, vente.
- ¿Ya ahorita?
- No si quieres el viernes, guapo.

Torcí los ojos. - Vale.

Cuándo llegamos, Nick me tomo el celular y lo metió al cuarto de Evan con llave.

- ¿Qué demonios haces?
- Nada de celulares hoy. Dijo Evan.
- ¡No! ¡Necesito mi celular!
- ¿Para? Daniel son las 4:00. Nadie te va a marcar. Dijo Nick.
- Ash, jódete. Dije.
- ¡Ya! Van a seguir de nenas o ¿me van a retar a jugar? ó a caso.. ¿me tienen miedo?

Me puse a jugar, no nos dimos cuenta de qué hora era ya, cuándo de repente sino el celular de Evan. Lo traía en su bolsillo.

- ¡Ehh! ¿No que nada de celulares?

Todos soltaron una carcajada mientras Evan contestaba el teléfono.

*Si, vale. Ya está.