Capítulo 18

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Su olor dulzón de desodorante masculino no ayudaba a controlarme. Por primera vez me sentía libre en un lugar completamente diferente a mi hogar, sentía que podía por fin estar cerca de él cómo tanto he deseado. Tocarle...

Palpaba los músculos de sus brazos y pecho, tratando de memorizar la forma para recordarla el tiempo que pasase hasta que pudiésemos estar así otra vez.

-Kyungsoo... -Su voz calmada repetía mi nombre, aferrándose a mi cadera-. Kyungsoo. -Me sujeta aún más fuerte, parándome.

-¿Qué? -le contesto en parte molesto porque no me deja acercarme a su piel cálida-. Me calientas Kai, no lo puedo evitar.

-Es sólo que... -Me suelta antes de dar un beso en mi cuello. Sigo con mis caricias suaves en el final de su mandíbula-. Nunca antes te habías comportado así.

-Te siento más mío que nunca -admito sonriendo-. Estoy feliz de estar sólo contigo aquí, cómo si no existiese nada más, cómo si fuese realmente así nuestra vida, simple pero bonita y...

-Eh... -Kai besa mis labios mientras moldea mi cabello-. Soy todo tuyo, Kyungsoo. Siempre, en cualquier sitio, ¿sí? Te puedo asegurar que siento lo mismo que sientes tú y más, no me puedo creer que me correspondas, es tan... perfecto.

De repente se levanta y me asusto pero me sostiene por el trasero impidiéndome caer, también dándole un estrujón que me hace sonrojar y jadear.

De repente se levanta y me asusto pero me sostiene por el trasero impidiéndome caer, también dándole un estrujón que me hace sonrojar y jadear

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-No te preocupes por nada ahora, sólo relájate -susurra-. Pero teníamos que movernos a la habitación, si seguías así alguien se fijaría en la tienda de campaña de mi kimono.

Hundo mi cara en su cuello avergonzado asintiendo.

-¿Tan rápido te excitas? -le pico.

-Mmm... lo dice el señor que gime sólo por tocarle el culo.

-No solo le has tocado... -replico mientras nos tumba a los dos en el tatami, baja toda la parte de arriba de su vestimenta hasta que cae descuidadamente sobre su cintura.

-Ya, ¿te gusta cuando hago eso? -pregunta ronco abriendo mis piernas con su rodilla antes de acomodarse encima de mí. Traza círculos con los dedos índices en mis nalgas, antes de separarlas, su lengua viajando por mis costillas acelera mi respiración-. Eso es un sí.

Me mira riéndose con cara casi de inocente, cómo si esto lo hiciese todos los días, hace todo ameno y divertido pero con movimientos precisos que parecen ensayados. El brillo acuoso de sus ojos y su expresión de niño ilusionado, en vez de la más seria y seductora, que normalmente muestra me recuerdan a cierto moreno, Lay. Lay...

Debo de encogerme al instante al pensar en él porque en la frente de Kai se crean algunas arrugas y deposita un último beso en mis labios ahora hinchados y posiblemente rojos.

-Vamos a dormir... Se te ve cansado, y no me extraña, ha sido un día largo. -Asiento, no quiero que se preocupe porque no me pasa nada con él.

-Sí, vamos. -Me levanto empujándole a la cama y muerdo mi labio, abrazando su tronco y cerrando los ojos después de posar mis labios en su clavícula-. Buenas noches Kai.

Why did I have to love him? | KaisooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora