EL DESTINO ES UNA REPRESENTACIÓN DE SUERTE, RUMBO, CAMINO, CASUALIDAD, EVENTUALIDAD O FORTUNA, EN LA VIDA DE GAIL JONES Y JASON TAYLOR, ESTOS ELEMENTOS DARÁN A ESTA HERMOSA PAREJA, UN ROMANCE DONDE DESCUBRIRÁN SU VERDADERO AMOR.
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Esperábamos fuera de la habitación de Gail, se oían alegatos dentro, supe que su hermana estaba con ella, pero no se alcanzaba oír lo que decían. Todos nos mirábamos, el médico nos mandó llamar, al parecer Gail quería oír el agradecimiento de nosotros, pero vimos salir a Geraldine llorando. Solo alcanzó a decir que podíamos pasar, pensé que Gail se encontraba más enferma de lo que había leído.
Nos reunimos alrededor de la cama, yo quedé frente a ella, empezó una madre de los bebes que alimentó.
-Señora Carter, vengo a darle personalmente las gracias a usted, no solo porque amamantó a mi hijo como si fuera su propio hijo, en mi vida y la de mi familia siempre le agradeceremos su valentía por salvarlo, que Dios la bendiga y le bendiga a sus hijos.
-Vi como su carita de Gail tenía mucho sentimiento, apretaba las sábanas y contenía el llanto.
- Señora Carter a nombre de mi familia quiero agradecerle infinitamente, mantener la calma y la paciencia con todos nuestros hijos, que Dios la bendiga a usted y su familia.
- Gail, tenía los ojos llenos de llanto, pero pude observar que su llanto cada vez era más intenso de lo normal. Gail, por nuestra amistad de niños y por tu profesionalismo como enfermera, agradezco de corazón que hayas salvado a mi hija al igual que a todos los niños, espero tu pronta recuperación para que puedas seguir apoyando en la estancia, sé que por lo mientras los cuidarán en otras estancias, pero cuando regreses, te estarán esperando más niñas y niños, donde les seguirás dando tanto amor y cariño, Sophia mi hija está feliz de como los conscientes, como si fueran tus propios hijos.
Todos agradecimos a Gail, pero ya había visto ese rostro de ansiedad, no lo pensé más y toqué el timbre de llamado de emergencia, su rostro y su llanto no eran normales, creo que recordarles a sus hijos fue la bomba que detonó ese llanto de histeria. Los demás padres estaban ajenos de la muerte de sus hijos, esposo y padres, solo yo lo sabía y en lugar de haberla llenado de satisfacciones y gratitudes, pusimos a Gail más sensitiva.
Los demás padres se me quedaron viendo al oprimir el botón de emergencia, al entrar la enfermera y pedirnos que saliéramos con urgencia descontroló a todos, nos movimos hacia fuera, los padres preguntaron qué pasaba, sabían que Gail estaba muy delicada de salud, pero no tan grave como la vimos todos.
Les pedí de favor que lo que les iba a decir, quedara solo entre nosotros, para empezar les platique que yo conocía a Gail y su familia desde que tenía 14 años, pero el mismo destino nos separó y cada quien hizo su vida. Me miraron como preguntándose a que venía esa explicación, por lo que les comenté que en vez de darle ánimos y se sintiera satisfecha de habernos cuidado a nuestros hijos y darles vida, fue todo lo contrario, un padre me dijo que no entendía el porqué.
