Ochako y Katsuki iban camino a donde Uraraka trabajaba, en el camino, la morena no habló nada, no sabía que decir o preguntar, solo lo miraba a veces, sin que él se diera cuenta, o eso pensaba ella.
Bakugo ya había aprendido la lección, nada de desconcentrarse en el camino mientras manejaba, pero había algo ahí que no lo dejaba concentrarse. La mirada de Ochako. Ella no dejaba de mirarlo, y aunque él intentara ignorarla no podía, notaba como lo miraba y muchas veces quiso explotarle esa cara de ángel que tenía para al fin poder poner la mente en el viaje.
-Sigue mirándome y te reviento la cara.
Uraraka pegó un saltito con esa declaración. A pesar de que no lo veía hace años y notaba el cambio en la paciencia e ira del chico, aun le daba miedo, y como no, después de que ella viviera en carne propia lo que él era capaz de hacer.
-Bakugo, no seas así, solo estoy viendo cuanto has cambiado. - Dijo la morena.
Katsuki dio vuelta el rostro, aun manteniendo la atención al frente, para mirarla.
-Soy la mierda que soy, y digo lo que quiero. Y nadie me dirá que hacer, ¿Escuchaste estúpida? -Le gritó con los ojos en blanco.
Ochako se asustó y se acomodó en su asiento. Le daba miedo, no sabía que pasaría si se quedaba mucho con él, tal vez la sacaría a patadas de su casa, o peor aún, la mataría... Bueno eso no, por lo que le dijo la enfermera que la cuidaba en el hospital, él era un policía y no podría matarla.
-Oye Bakugo, ¿Es verdad que eres policía? -Preguntó la chica, con los ojos brillantes de admiraión.
-¿Uhm? Se, soy un oficial de policía muy reconocido. -Dijo el rubio. -Pero eso no evitara que te asesine si te comportas como una idiota.
A Uraraka le cayó una gotita por la cabeza, era como si él le leyera la mente.
-Ohh, eso es genial Bakugo, me alegro de que estés haciendo algo bueno en tu vida. -Dijo sonriendo.
-¿Y tú cara redonda, dónde trabajas? -Le preguntó el chico, para romper esa tención que tenían.
-Pues aquí, justo en esta esquina. -Terminó de decir la morena con una sonrisa.
Katsuki paró el auto, y miró el recinto que se encontraba frente a ellos.
Un gran espacio con un cartel gigante de luces LED, en el que se podía leer claramente 'Club Mininas' y un poco más abajo, más pequeña, la frase 'night club', algo que no le gustó para nada.
Vio como Uraraka bajaba del auto, y rogó porque se metiera en algún otro lugar que no fuera ese, pero su cara cambió al ver que la chica ingresaba a ese recinto.
Esperó un rato incómodo en su auto, no quería que lo vieran ahí, no era que no le gustaran las mujeres, pero esa clase de mujeres no le llamaban para nada la atención.
Ochako salió del lugar con un bolso en su brazo derecho, el rubio la quedó mirando fijamente, ella traía una sonrisa muy grande cuando salió de ahí y subió a su auto.
-Oy, ¿Qué te pasa, porqué estás tan feliz? -Le preguntó, ordenándole con la mirada que le respondiera.
-Kacchan, me han recontratada, ¡Yujuuu! -Exclamó la chica.
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La vida no es tan mala
FanfictionDespués reencontrarse de la peor forma, Katsuki ayuda a Ochako a ver la vida de otra manera, no todo tiene que ser tan malo como ella cree.