La vida no es tan mala.

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Esa mañana ambos bajaron del vehículo al estacionarlo, subieron al departamento del rubio (ahora casi de ambos) y se arrastraron a la cama.

El viaje los agotó, Katsuki desde hace más de un mes que no podía dormir bien por estar preocupado de Uraraka y aprovecharía todo el tiempo que tenía ahora para descansar con ella.

Ochako, al igual que Bakugou, tampoco había dormido bien las últimas semanas, ya de por si no lo hacía por pensar tanto en él y aparte por estar viviendo en una casa que no era de ella ni en la que se sentía 100% cómoda.

Antes de cerrar los ojos y adentrarse en el sueño, el rubio alcanzó a mandar dos mensajes de texto iguales pero a personas distintas.

'Al fin la encontré, está conmigo ahora.'

Remitentes: Kirishima y Masaki.

Ese día no abrieron los ojos y esa misma noche tampoco, al fin dormían juntos otra vez en la cama que estaban acostumbrados, por fin después de tanto tiempo podían abrazarse y dormir cómodos, calentitos, tranquilos.

Eran las 5 am cuando Katsuki despertó, sin sueño.

Sus ojos se abrieron y notó la oscuridad de esa madrugada.

Miró hacia el lado y vio como la cabellera café que se asomaba en su hombro se acomodaba, sonrió para sí mismo, que tranquilidad le daba al fin poder tener a esa chica con él.

Le acarició con cuidado su pelo y estiró uno de sus brazos para tomar su celular, tenía 3 mensajes.

El primero era de Kirishima: 'Lo sabía hermano, que bueno que estás con ella.'

El segundo era de Masaki: 'Al fin noticias sobre Ochako, ya me tenía preocupado, recuerda que quiero hablar con ella, llámame cuando puedas.'

Y el tercero otra vez de Kirishima: 'Mina esta vuelta loca, ¿Cuándo saldremos nuevamente los 4?'

Dejó el celular de lado y se giró para abrazar mejor a la morena.

—Cara de Ángel. —Le susurró en la oreja.

Ella se retorció en su lugar y frunció el ceño mientras aún dormía. —Uhm.

—Ochako. —La volvió a llamar, dándole un besito en la cara.

—Kacchan, déjame dormir, y no llames Ochako. —Le dijo sin más, con los ojos cerrados.

—¿Sabes que puta hora es? Hemos dormido casi 24 horas, y acostúmbrate, Ochako.

—Podemos dormir más, solo tienes que cerrar los ojos y callarte.

—Oi, no seas así, ¡Anda, despierta! —El rubio se sentó en la cama y comenzó a moverla suavemente. —Podemos ir a desayunar, estoy muriendo de hambre.

—Ajj, ¿Qué hora es? —Uraraka ya no aguantó más y también se sentó, estirándose perezosamente.

—Son las 5 de la mañana.

—¡¿EEEHHH?! ¿Porqué me despiertas a esta hora Kacchan? —Lloriqueaba.

—No tengo sueño, hemos dormido demasiado.

—Uhm, ¿Qué quieres desayunar? —Preguntó Ochako, aburrida y resfregandose los ojos, ya se le estaba quitando el sueño.

—No lo sé, es muy temprano para salir.

—No es necesario que salgamos, podemos comer aquí. —Dijo la chica sonriendo.

Bakugou se quedó embobado mirándola, verla sonreír así, despeinada, recién despertada, casi con el hilo de saliva aun marcado en su cara, él encontraba que sea veía preciosa.

La vida no es tan malaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora